miércoles, 7 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 20. “el jose” no se va. El cambio de la rutina.

Al menos esta semana nos la calaremos completa mi tía, mi mamá y yo. Mientras la burocracia del Seguro Social resuelve la adquisición de la prótesis de mi tío –gracias a Dios no es un marcapazos- diseñamos un nuevo esquema de guardias para aguantar el trote.

En vista que trabajo, yo tomo las guardias de 4 a 9 de domingo a jueves. Los viernes en la madrugada y los sábados… coño, no sé, averiguaré ese día. Cuando mi mamá se queda en las mañanas, las madrugadas las sobrevive mi tía. Al día siguiente cambian el turno.

El traslado para el intercambio de ambas lo hago yo. Debo pararme todos los días antes de las 6am –cosa que solo hacía cuando trabajaba en Caracas- para llevarlas al seguro. Luego, trasladar a la otra a su casa, hacer cualquier diligencia y luego ir a mi trabajo. Si no hay trabajo acumulado, salgo a las 11, duermo una hora, almuerzo y a la 1:30 hago el cambio de la tarde –la que se quedó de madrugada cuida de mi tío de 2 a 4-. Al finalizar mi turno, ceno, escribo mi crónica y duermo, para despertar cansado al día siguiente.

Ya no se me pasa por la cabeza invitar a alguna chica a salir, estar con mis amigos –a menos que sea en horarios limitados como hice un domingo con Moralinda-, ir al GYM, salir a trotar, aprender a patinar, ver una película… Así te encuentres sentado, ir a un hospital a cuidar a mi tío es una tarea destructiva.

“el jose” no se va

Esta mañana le dieron de alta a “papi chulo”. En lo particular no pude saber a la casa de cuál mujer se fue.

En la cama de “cara é crímen” entró otro señor, jodedor como “el gocho”. Cuando salga “el jose”, solo habrá viejos en el cuarto, excepto “el gocho”. Estaré más tranquilo, pero el ambiente pudiera volverse más deprimente.

Uno de los nuevos internos, el Sr. Garzón, es de mayor edad. Más decente que el vecino de mi tío. Le dice a Ismael “el paisano”, no por guariqueño, sino por cariño. Mañana le operan. En la tarde le dijo: “paisano, tenga fe que va a salir bien de aquí, porque es voluntad de Dios”. Esas palabras me animaron más a mí que a él.

Mi tío estuvo agresivo esta tarde. Quería beber refresco, pero pensé que tal vez sea el exceso de azúcar lo que le tiene tan activo. Le di un poco de agua y le dije que me lo pidiera por favor. Respondió con una grosería y no le di nada. A los 15 minutos me dijo “por favor mi amor” y tampoco le di nada. 10 minutos después lo pidió decentemente y le di agua, más no refresco. Me dijo “dame mierda entonces”.

Ismael siempre fue así. La respuesta de mis abuelos era “no discutas con él porque es loco”. Y así se quedó toda su vida, sin educación ni modales, nunca lo presentamos como familiar –por muy duro que suene- por vergüenza. Solo los vecinos le conocen, pero ya conté esa historia.

El nivel de agresividad de mi tío bajó cuando “el jose” intentó subirse a una silla de ruedas. Expresó voluntariamente que no quiere operarse y le dieron de alta. Recogió sus cosas, se vistió y cuando intentamos ayudarle a colocar en la silla, no pudo.

Si bien la “virgen de los sicarios” había hecho una especie de “curación milagrosa”, ya que el hueso está en su lugar, mas no está soldado. Sus chillidos de jeva, más que risa, causaron impresión en los internos. Le dije a mi tío “así te va a pasar a ti si sigues jurungándote la pierna”.

“el jose” mentó madres, maldijo a todo el mundo para que lo ayudaran a salir. Le trajeron su silla y no pudo. Todo por terco y malcriado. A veces pienso que Dios pierde el tiempo ayudando a personas “que no se ayudan”.

Dato curioso

En sus alucinaciones, mi tío decía que venía un “palo de agua”. Desde hace tres días está lloviendo en Maracay.

Actualmente le están nebulizando 3 veces al día. Aparentemente tiene un problema crónico de los fumadores, que le disminuye en 50% su capacidad para respirar.

No hay comentarios: