viernes, 30 de abril de 2010

El tío sin seguro 41 y 42: El segundo frente de Diego, los videos de Tocorón y la muerta del Sr. Edmundo.

A “el gocho” se le soltó la lengua el segundo día. Antes de entrar a la habitación, me encontré con Diego. Hablaba con una chica gordita –nada fea- en una de las sillas ubicadas al frente del cubículo de las enfermeras.

“el gocho” dijo al respecto: Es que ese chamo pica y no puya. Yo lo conozco, le dicen el microondas.

Esa tarde hablamos sobre política, el cómo “el gocho” arreglaría Maracay, Aragua e incluso Venezuela sin tener que volver a votar por Chávez. Coincidimos en el tema de los valores humanos, que a los niños hay que enseñarles desde muy pequeños el valor de la vida honesta.

Más tarde llegaron los padres de Diego. Le eché el pajazo de la salidita con la gordita, a lo cual sus padres respondieron con una gran sonrisa. “Viste gocho, los padres que promueven la sinvergüenzura. Todo porque hoy no vino la flaca”, dije yo.

“Bueno, y si viene le digo que ella es solo una amiga”, contestó Diego.

Los videos de Tocorón

Los vendedores de CD de Maracay ofrecen a sus clientes no solo las películas en cartelera. También los videos de los ajusticiamientos en las cárceles.

Uno de ellos no lo olvidaré: A un tipo lo obligaron a caminar con un hilo dental y un desodorante Mun Bolita metido en el culo, luego tuvo que mamarle el güevo a al menos 20 internos y luego lo mataron. En otro video le cortaron las manos a otro malandro a punta de machetazos.

En Maracay se hizo célebre el caso de dos malandros que entraron el fin de semana a robar a una casa. Habían dos niñas que no paraban de gritar y las mataron.

Por mala suerte para uno de ellos, lo agarraron. Sabían que si ingresaba a Tocorón, sería el protagonista de la versión XV de los ajusticiamientos en la cárcel. Le trasladaron primero a Alayón y luego a San Juan de los Morros, donde murió a manos de los presos la madrugada del jueves.

Al otro malandro lo agarraron el miércoles. Tal vez viva hasta este fin de semana.

La muerta del Sr. Edmundo

Cuando mi mamá se queda por las noches siempre hablan de muertos. “el gocho” se inventó una historia de una paciente, que supuestamente estaba en la cama del Sr. Edmundo –sí, en el área de hombres y se lo creyó- a quien la visitaba una muerta, que se sentaba en su cama y molestaba a sus acompañantes.

Esa noche el Sr. Edmundo tuvo una de sus acostumbradas pesadillas, pero en esta oportunidad juró haber visto a la muerta de la imaginación de “el gocho”. Ya tenemos a otro de sopa en la habitación, o al menos ya sabemos que no solo Diego le tiene miedo a la Madre María de San José.

En cuanto a Ismael, la noche del martes tumbó su tracción. Al día siguiente vi que mi mamá se la acomodó mal, ya que tenía la rodilla pegada del aparato, el alambre corrido y gotas de pus salían de su pierna. Durante la mañana y la tarde mi mamá y mi tía no se dieron cuenta de ese pequeño e infeccioso detalle. Esa noche el doctor de la emergencia lo desinfectó.

miércoles, 28 de abril de 2010

El tío sin seguro 39 y 40 Bondage y la vuelta de “el gocho”

El lunes tomamos la decisión, en conjunto con los galenos del seguro de atar a mi tío. El domingo lo conseguimos con rastros de sangre, debido a que se quitó la vía. Fue doloroso ver a un familiar en esa situación, así sea loco de nacimiento. Pasé toda la noche ajustándole las vendas para que no pudiera alcanzar los lazos y desatarse.

La noche anterior, Raquel se quedó con él. Ya las drogas para dormir no le hacen efecto. Queda como en un estado de insomnio, en el cual ronca pero se mueve, como sonámbulo agresivo.

Ella también presenció un terrible espectáculo. La emergencia estuvo agitada debido a la llegada de muchos heridos de bala, que también tienen su historia.

“El gocho” volvió

A “Pata é palo”, cuy nombre real era Darwin, le dieron de alta. Fue una agradable sorpresa verle en la misma cama, la 2-2, por lo cual lo chalequié con el chiste de “los dos paticos”. Él sin embargo, estuvo muy callado toda noche.

Solo hizo réplica a uno de mis chistes. “Sabes que Darwin tenía dos amantes: un anestesiólogo y un enfermero. Siempre se metían en su cama a la media noche. Si te pasa eso hoy, lo único que tienes que hacer es jugar al mudo”.

“El gocho” disfrutó de 15 días en su casa, donde pasó mucho tiempo con sus hijos. Con una de ellas pasó toda la madrugada pegando barajitas de la serie “Somos tú y yo”.

En la tarde, cuando fui a hacer el cambio de guardia, salió una procesión fúnebre del Barrio Belén. Uno de los carajos que mataron el domingo vivía en la misma calle de la casa de mi abuela. Le decían “el morocho” y fue víctima del sicariato sindical. Llegó muerto a la emergencia del hospital.

Me llamó la atención que quienes estuvieron en su procesión tenían camisas de los Tigres. Muchos carros y 3 autobuses, todos rayados con Griffin e identificados con su nombre y con el equipo de béisbol local.

El comentario de “el junkie” fue “capaz y era pelotero”; “nojoda, no estaría viviendo en Barrio Belén”, le respondí.

El otro chiste: Si esos tiros se los hubieran dado a “el jose”, estaría vivo.

domingo, 25 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 36, 37 y 38. Jim Morrison y Flores en el ático.

En vista del pobre desempeño de mi relato en las últimas semanas, decidí hacerlos en grupos de los y tres. Así puedo dormir más temprano los días que realmente me sienta cansado, sin la obligación de la rutina.

Viernes: Flores en el ático.

Me tocó la guardia nocturna. Ismael se encontraba alegre y juguetón. A medida que pasó la noche, empezó a ponerse agresivo. Yo traté de no darle la pastilla para dormir tan temprano, por temor al consumo de tantos medicamentos. Fue un gran error.

Cuando ya sentí que había pasado la brecha de lo tolerable, decidí administrarle el medicamento. Él intentó escupirlo y tuve que cerrarle la bola con una mano y con la otra tomar sus brazos. Era una escena dantesca. Cuando su pastilla se disolvió en su boca, le solté y empezó a pedir ayuda, como si lo estuviera mantando. La verdad tenía que hacerlo, porque al día siguiente tenía que trabajar e ir a una boda.

En la cama que fue de el Sr. Breto y del hijo de Tania, colocaron a un chamo que se encontraba tremendamente coñaseado. Según escuhé, es familia de Diego, su mamá es policía y esa cama la pidieron porque iba a ser trasladado al Hospital Central. Esa tarde, el canal Globovision reseñó que la emergencia del hospital estaba colapsada y que se presentaban a sus afueras grandes colas de ambulancias con enfermos que debían ser trasladados a otros centros asistenciales. Y así fue, se quedó todo el fin de semana en esa cama.

Sábado. Familia enorme.

Una de las cosas que más me ha deprimido de esta crísis es que he sentido que mi familia está desapareciendo. Tres viejas -incluyendo a mi mamá- el tío epileptico, mi hermana y mi sobrina.

Esa noche se casó un primo segundo. Fui a la boda con una de mis tías. Son hijos de una tía abuela, la cual tuvo alrededor de 12 hijos y que a su vez volvieron a poblar Macondo, claro, sin mi apellido.

Es extraño ver a tanta gente que te conoce y que tú no les recuerdas. Que te salude con mucho afecto una hermosa prima y tú, sinceramente, le digas que no tienes idea de quién es.

Pero esa velada me llenó de optimismo. Si no tengo hijos, algunos de mis genes seguirán en la tierra.

Domingo. Jim Morrison.

Luego de un alegre trasnocho -bebí una copa de vino y un vaso de whiskey- y de largas tardes viendo películas de Akira Kurosawa, fui esa noche al hospital.

Ahora mi tío dice que mi tía tiene a un indio a sus espaldas.

Por un evento en la calle, esa noche no fraternicé con nadie.

"El junkie", me dijo muy feliz que el martes le dan de alta. De "pata é palo" no sabemos para cuándo.

Una tía de Diego, que es médico, fue quien personalmente llevó el jueves la documentación de mi tío al Seguro Social de Caracas, porque la secretaria del Servicio Social de Maracay se fue de vacaciones. esto, luego de 3 semanas de realizados los trámites. Falta menos, aunque la cruz se hace cada vez más pesada.

jueves, 22 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 35. Esperando a “el gocho”.

Parece mentira, pero Raquel y yo extrañamos esos primeros días en el hospital. El comentario del día fue que “el gocho” fue a buscar una medicina y que le iban a internar el lunes.

“Ojalá vuelva para que los días sean menos pesados”, dijo Raquel.

“el gocho” contó que desde que le dieron el alta si acaso ha dormido 10 horas. El intenso dolor le fue casi insoportable.

Yo hice mi segundo día de silencio. El Sr. Eduardo me iba a pedir un favor, pero me hice el desentendido. De hecho vi que movió los brazos, pero no le escuché. Se vuelve fastidioso. Cuando me quité mis audífonos se había dormido.

Hablé con “el Junkie” y con Diego sobre santería. “El Junkie” es creyente y Diego se está iniciando. Les hice saber mi opinión “Yo no creo en el carro de Drácula, pero si existe, se respeta”.

miércoles, 21 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 34. Agotamiento.

Hoy fueron las 4 horas más largas que he vivido en esa habitación. Una mezcla de cansancio y de rutina fue fatal para mi ánimo. Hoy no quiero escribir, solo lo hago por compromiso y porque Javimar me escribió hoy.

Cada día me desespero cuando aquellas personas que prometieron ayudarme no me llaman para darme buenas noticias. Es un castigo.

Al Sr. Breto le dieron de alta. Se fue con una fama de “pasao”. Diego me contó que no sólo quería una vaina con la hermana de “el Junkie”, sino que hasta intentó besar a una enfermera. Su mamá, orgullosa, dijo “Es que él es mujeriego como su padre”. Nojoda…

Diego me ordenó que le bajara más regaettón. Esa es mi tarea de todas las noches.
Los padres de Diego, el Sr. Leonardo –que tuve que botarle los orines porque el sobrino no vino- y el huraño Sr. Edmundo hablaron toda la noche sobre niños deformes o siameses.

Mañana opera al Junkie.

Ismael sigue con su voladora. Ya nos sentimos culpables por su estado apacible.

martes, 20 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 33. Se porta demasiado bien.

El tema de la dosis de somníferos suministrados a Ismael ya nos empieza a preocupar. Se porta demasiado bien, está de buen humor y duerme al menos 16 horas al día. Decidimos quitarle un sedante natural y dejar la super pastilla que acabó con nuestras noches de amargura.

Nos da lástima verle tan feliz y dormilón.

Hoy solo operaron al Sr. Breto. No dijo nada. Estaba bajo los efectos posteriores a la anestesia.

Al “Junkie” empezamos a echarle vaina entre Diego y yo. La amante dejó de ir al hospital y su esposa, una negrita gordita, hoy le llevó la cena con postre incluido. “La negrita quiere reconciliación” dijo Diego, a lo que “El Junkie” respondió “Yo le dije que cuando me empaté con ella no tenía ese culo tan gordo.

El Sr. Eduardo, el que está en la cama de al frente de Ismael y siempre se queja, hoy se quedó solo. El sobrino tuvo que quedarse hasta tarde en la universidad. Tuve que hacerle todos los favores, no tenía excusas para no ayudarlo, ya que mi tío se encontraba en una voladora. Raquel piensa que Eduardo es marico. Eso es lo único que le falta a esta historia.

lunes, 19 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 32. El Ipod mi mejor compañero. La mano de Dios.

Hemos hecho una gran amistad con Diego, más allá de la jodedera por el chiste de la Madre María. Él tiene un Ipod de 30 Gigas y me pidió el favor que se lo llenara de Regaettón. Hasta ahora he hecho lo posible y todavía tiene 26 gigas libres.

Él no es muy hábil con las computadoras. Por ello me pidió el favor. Yo siempre cargo mi Ipod en mis viajes largos, aunque confieso que cuando me tocó viajar en avión no pude utilizarlo por los nervios.

Paso el tiempo escuchando música y jugando Brick Braker y Solitario. Ha sido mi compañero en este momento difícil. A veces cuando estoy pasando de niveles en los juegos, comprendo la alegría de Ismael cuando le compré el radio, el cual ya le rompió el audífono.

Antes pensaba que ese aparato era un gasto inútil, una trampa caza bobos de las empresas imperialistas. Hasta que le encontré una utilidad: Bajar el video de la final Tigres Magallanes del año 2007 y llegar al José Bernardo Pérez de Valencia con la gloriosa narración de Fernando Arreaza a todo volumen. “¡Llámenlo dinastía!”.

La mano de Dios

Esa tarde mi tío no me dio muchos problemas. En una sola oportunidad quiso jurungarse su pene. La última vez que lo hizo, lo puso “mirando pá arriba” y cuando se orinó, se mojó todo. Le agarré uno de sus brazos y cuando fui a tomar el otro, el primo del Sr. Leonardo me ayudó. Ahí me di cuenta que, a pesar que quienes me han tratado de ayudar a obtener la prótesis más rápido han fallado, nunca me ha faltado una mano amiga, una mano de Dios. Y sí, soy un tipo más afortunado que Guido, el personaje de La Vida es Bella.

Mañana operan al Sr. Breto y a los dos malandros.

El tío sin seguro. Parte 31. ¿Quién soy? ¿Dónde estoy yo?

La pasada noche Raquel la pasó muy mal. Ismael no paró de joder. Golpeaba la cama, gritaba, decía cosas tales como “Hoy no va a dormir nadie”, “A mí no me importa un coño” e incluso le lanzó un coñazo.

Como el lunes era día feriado, yo me comprometí a pasar la noche de domingo. El solo pensar en pasar una noche así, entré en una histeria de ciclo menstrual. Incluso grité a mi hermana cuando me reclamó que cargaba un pantalón roto “Nojoda, yo duermo en esa habitación con 3 malandros, quieres que me vaya de Armani al hospital”.

Esa noche suministramos un poderoso somnífero para pasar una buena noche. Se lo di a las 8 y media. Me dijo “mañana me voy a casa de mi mamá. Me dijo Rita”. Pensé por un momento que a mi tía se le pegó el espíritu de Edwind Valero e iba a matar al pobre viejo.

Luego le suministré el fenobarbital a las 11. Tuve que medio despertarlo, porque estaba muy profundo. Pasaron las 12, la 1, 2… y no empezaba a joder. Roncaba de una manera extraña. Pensé que hasta le pudo dar un ataque respiratorio.

A las 7am, cuando llegó Raquel, Ismael le dijo apenas le despertó “¿Dónde estoy? ¿Quién soy yo?

El poderoso somnífero hizo efecto, gracias a Dios.

sábado, 17 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 30. Un poquito de juventud.

Esta tarde continuó el misterio de “El cagador enmascarado”. Diego sugirió que se hiciera un examen de heces para descubrir al culpable.

Diego me pidió el favor que le descargara canciones de Héctor El Father, Don Omar y demás reggaetoneros. La verdad es un favor que solo consume luz eléctrica.

El Sr. Breto me dijo que me veía demasiado cansado. La verdad puedo dormir 8 horas en ese hospital y para mi cuerpo no representa descanso alguno. Dijo que a mi tía le daba vaina que yo estuviera en ese hospital el vez de estar con mis amigos. A propósito, a media noche cumple años Moralinda y no estaré con ella ni con mis panas en la playa, celebrando la fecha.

Personas como “El junkie” te ponen a pensar sobre si realmente las drogas es un problema de sifrinitos. El caso es que en teoría, esos sifrinitos que prefieren ir a vivir al primer mundo a drogarse y meterse a maricos, es lo mejor que tiene esta nación. O al menos así pensaba Marcos Pérez Jiménez.

Conversé con el Sr. Edmundo sobre un rumor que se corrió con una revista realizada por los médicos el viernes. Según ella, Ismael no puede ser operado. Le pregunté al Sr. Edmundo ¿Si yo hubiera hecho el sacrificio de comprar la prótesis con mi dinero qué hubiera pasado? ¿Me hubiera quedado con la pieza en la mano?

No solo eso, también el sacrificio. Los demás enfermos me ayudan a confrontar a Ismael porque en la madrugada del viernes, en su hora de locura, tumbó la bombona de oxígeno con la cual le nebulizan. El escándalo fue mayúsculo en todo el hospital. Ellos saben que una persona como mi tío no puede estar tanto tiempo en esa situación. Y menos solo.

Ismael le dijo a mi tía que estoy obstinado. Tiene razón, en la madrugada me llamó varias veces y yo no le respondí.

El tío sin seguro. Parte 29. El cagador enmascarado.

En mi crónica 15 o 16 comenté sobre los problemas de estreñimiento de mi tío. De hecho, ese día -15 o 16 de hospitalización- fue la primera vez que hizo sus necesidades desde que fue internado. Ya a casi un mes, hizo por segunda vez.

Mi tía describe sus mojones como piedras, muy secos. Cuando le colocan el pato, y él hace sus necesidades, lo que recogen lo botan en la poceta, y la pobre paga los platos rotos de 15 días de gestación.

De niñez recuerdo que en más de una oportunidad contratamos plomeros para destapar sus necesidades.

La poceta no aguantó la pela. Diego, el chamo que está en la cama de “el jose”, le dio con un chupón como por media hora. La gochita, esposa del Sr. Edmundo, y mi mamá, lanzaron cuantos productos tenían a la mano. La muchacha de mantenimiento entró y salió corriendo, apenas vio que los mojones le saludaron e incluso intentaron desbordar la poceta una vez se atrevió a bajarla.

Yo sabía que fue mi tío, pero como no ocurrió en mi guardia empecé a mamar gallos “Que alguien me explique quién fue el padre de la criatura” a quien bautizamos “el cagador enmascarado”.

En la madrugada, la gochita tuvo que orinar en el pato de su esposo, porque le dio asco. “Aquello fue impresionante. Estoy segura que fue uno de los nuevos”. Cuando me tocó orinar, observé como una sustancia espesa, parecida al azúcar morena, bordeaba las paredes del escusado. Casi me fui en vómito.

Lo peor, si no logamos destaparla, pues nos quedaremos sin poceta, como en el cuarto de internos de al lado.

Raquel llevó la mañana siguiente un pote de diablo rojo.

Solidaridad

En otras notas, “el junkie” pasó la noche acompañado por su esposa. La verdad fue tranquilizante no verle la cara a quienes sus familiares llaman “la mujercita esa” -su novia drogadicta- casi tan fea como las que aparecen en el programa de Laura en América, claro, con su dentadura completa.

El Sr. Breto parece que tiene una vaina con la hermana de “el junkie”, una negra gorda, retaca y con los pelos oxigenados. Ella contó que tiene cáncer terminal en el útero, pero le está buscando fiesta a uno de los lesionados. Su barriga, bueno, el mondongo que tiene en su abdomen, es horroroso. No le creo lo de la enfermedad. Ella dice que lo único que hace es no pensar en eso, desde hace 3 años, cuando le fue diagnosticado.

Mi tío solo se puso violento por 20 minutos. En ese momento los demás internos le buscaron conversación para que se calmara. El Sr. Breto, consciente de la situación, nos regaló unas pastillas de valeriana, que hasta ahora habían dado resultado. El resto de la noche durmió.

jueves, 15 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 28. El tío Emo.

Hoy recibimos una buena noticia. Probablemente esta próxima semana se termine esta pesadilla.

Pasé la noche conversando con el Sr. Breto sobre películas viejas. La que más recuerda es una llamada “Con el corazón en la mano”, en la cual Daniel Alvarado viola a María Conchita Alonso y esta le paga por el favor. Cómo se pajeó con esa película, pensé. Y eso que no conoció a Mimí Lazo. Cuando tuve la oportunidad de entrevistarla, olvidé que su hija es casi mayor que yo. Que ojos…

“Pata é palo” metió un televisor blanco y negro a la habitación. Vimos un programa mayamero que pasan por Televen.

También hablé con Diego. Su hermano es mecánico y conversamos sobre mi carro.

El tío emo

Esa tarde compré un radio a Ismael. No solo por la idea que la música entretiene a los locos, ya que las pastillas de valeriana que le suministramos habían respondido. Él siempre tenía un radiecito en su pieza de la casa, hasta que, eventualmente, se dañó.

Cuando le entregué el radio dijo “cinco años esperando tener otro” y se puso a llorar.

Raquel se conmovió y también lloró. Pensó incluso que él cree que va a morir. Será durante la operación, porque no tiene alguna enfermedad mortal.

Yo recordé los principios de los 90´s. En Maracay solo existía una sola franquicia de comida, llamada Tropy Burger. Luego inauguraron un Arturo´s en Las Delicias. Yo siempre quise que me llevaran a comer, pero en mi casa decían que era muy caro. Comí en Arturo´s por primera vez cuando empecé a hacer amigos en el colegio.

Mi abuela siempre tuvo en la cabeza mi obsesión. Ella también quería que la llevaran a Arturo´s. La llevamos el día que se le diagnosticó cáncer. A mí siempre me causó gracia ese chiste –vivencia propia- cruel.

Ahora tengo un tío Emo. Que bolas.

miércoles, 14 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 27. ¡Que pase la amante!

Los nuevos personajes también tienen su historia.

Al primero le llamaré “el pata é palo”. Ingresó porque una operación que le realizaron en el Seguro Social en su pierna quedó mal. Aparentemente compró unos clavos que estaban más baratos que su corto y tienen que volverle a intervenir la pierna.
Es el mismo p
ersonaje que describí en el pasado escrito como chavista, aunque tiene un gran sentido del humor. Diego, el Sr. Breto y yo le empezamos a joderle con un anestesiólogo y con un enfermero, que según él mismo nos dijo, es marico, se llama Rubén y tiene su teléfono. Cuando sale de la habitación, porque no está impedido de caminar, le decimos que salió a hacer sebo con alguno de los dos.

Pero el show se lo robó el “junkie”. Es el malandro que tiene sus manos vendadas y un tatuaje en uno de sus hombros. Es acompañado por su novia –adicta a la heroína- su hermana y su madre, quienes dicen que la culpable de todo es la “mujercita esa”.

Durante la noche jodimos a Diego porque no se quería dejar puyar por las enfermeras. Dijimos que lo que quería era que lo puyara Rubén, el enfermero de “pata é palo” o el otro que se parece a Gustavo Aguado –el grandote que me ayudó a limpiar a Ismael- y que le habían visto llorando borracho y despechado en el cafetín esa tarde.

Terminamos echando el chiste de “Er Conde de el Guácharo” de a dónde puede recurrir un hombre a quien le haya caído a coñazos su mujer. En ese mismo momento, el “Junkie” entró con su mujercita al baño. Empezaron a discutir y se echaron uno que otro coñazo. La hermana me dijo que entrara al baño a poner orden, a lo cual respondí que ni loco “¿cómo voy a explicar en la comisaría si me meten un coñazo? Que quién me manda a guevón a meterme en ese peo”.

Esa noche me sentí en medio de un show de “Laura en América”, pero con gente más bonita y más tierrúa. La diferencia es que no me encontraba “en una pollada”.

Lo que más me preocupó es que ellos se enteren que a mi tío le suministramos fenobarbital, el cual es un alucinante. Esta tarde me dijo que vio a unas paraulatas en el medio de la habitación. Capaz y ahora empiezan a robarle las pastillas a mi tío para experimentar con ellas. Si a mí me causó curiosidad, ellos se volverían locos por probarlas.

Prueba de amor

El Sr. Breto habló conmigo esa noche. Me dijo que admira a mi mamá por haber logrado que sus dos hijos fueran profesionales. Dijo que su mamá también le echó un cerro de bolas con sus hijos, pero que él no tiene un título por flojo. “Qué mayor prueba de amor que ustedes tres cuiden a su hermano, que está en ese estado”.

En el fondo creo que Breto dijo todo eso porque quiere algo con Raquel. Ojalá.

Hoy la neumonóloga aprobó la operación. Dice que los pulmones de mi tío aguantarán ¿buena o mala noticia?

martes, 13 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 26. El recurso del cobarde. 7 de mayo.

Esa mañana pasé buscando a Raquel por el hospital. Me dijo dos anécdotas. La primera, que el hermano de la traumatóloga, quien se encuentra en la cama al frente de mi tío, vio salir a la Madre María de San José de la cama de Ismael. Diego, el chamito que está en la cama de “el jose”, se puso pálido y durmió cagao.

El otro cuento fue que mi tío se despertó llorando. Dijo que Toribio, aquel personaje que vivió en casa de mi abuela, que levitaba a la gente y murió ahorcado por desamor, le había caído a patadas. Supongo fue la interpretación del incidente de ayer. Me sentí culpable.

Incluso pensé que soy su reencarnación, lo cual me decepcionaría mucho porqué él era negro.

La culpa es el sentimiento más inútil que existe. Sin embargo –y gracias a una conversación muy bonita que tuve en la mañana- pasé el día de manera muy optimista y alegre. El cuento incluso me impulsó a ir, por pocos minutos, al santuario de la Madre María de San José, a una cuadra de mi oficina.

De adolescente –cuando yo “era” comunista- decía que la religión es el recurso de los cobardes para sentirse protegidos.

Yo dejé de rezar hace años. Para mí, la oración es un proceso de visualización y reflexión, mas que repetir frases que hacen referencia a un líder espiritual que murió hace dos mil años.

Concluí que muy en el fondo mucha gente está peor que yo, tengo el apoyo de personas importantes –como mi jefe- y que en el fondo he disfrutado estas tardes, noches y madrugadas de jodedera con los enfermos del hospital. Y sí, me sentí mejor.

7 de mayo

Raquel habló con el Dr. Guerra –sí, el mismo que escribe social con dos “s”- para plantear el tema de dar el alta a mi tío. Dijo que la tracción había dado éxito y que debe mantenerla por 42 días. Ha evolucionado –dice- de forma increíble y que a lo mejor no hay necesidad de operarlo.

Hablé con Juan Diego al respecto. Mis dudas: Eso mismo le dijeron a “el jose” y se fue pon su pata guindando, es difícil que a los 68 años se regeneren los huesos, la operación depende de la autorización de la anestesiólogo y la neumonólogo y, finalmente, si ya se pidió la pieza por el servicio social ¿qué vamos a hacer con ella cuando nos la entreguen?

El día 42 con la tracción se cumplirá el 7 de mayo.

Al Sr. Breto no lo operaron hoy. Supuestamente el clavo no llegó a tiempo y decidieron operar en su lugar a otra persona. No tiene fecha prevista para su intervención.
En las últimas 24 horas ingresaron en la habitación 2 malandros -Dios escuchó mis súplicas-, uno es drogadicto y tiene un tatuaje en un brazo. El otro tiene muy buen humor, pero es chavista. Ya vendrán mejores cuentos.

Mi tío se puso medio violento conmigo. Yo encontré paciencia para no reaccionar como ayer. A Dios gracias hoy no se sacó la tracción.

Extrañamente nombré mucho a Dios en esta crónica.

lunes, 12 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 25. La angustiante espera.

Hoy se fueron dos personajes: El Sr. Garzón y “el gocho”. En el caso de “el gocho” ocurrió porque no va a poder operarse en un mes.

La empresa, Señalca si habían olvidado, lo mandó al Seguro Social a hacerse su operación para no pagar una clínica privada. La prótesis la llevaron al Seguro antes de semana Santa, cuando no operan porque los cirujanos están de vacaciones. A “el gocho” le dijeron que lo operaban el viernes después de la semana mayor. El médico tenía un compromiso en una universidad y cambiaron la fecha para hoy. El médico dijo que tampoco podía esta fecha y que se iba de viaje con una selección deportiva por un mes.

“el gocho” decidió pedir su alta y volver cuando al doctor le de la gana de operarle… o cuando la empresa reconozca el accidente laboral y pague la clínica privada.

La angustia

Esta tarde encontré la puerta cerrada. Aparentemente hay un enfermo con H1N1 o algo así. Dijeron que “los niveles de contaminación están muy altos. Eso es normal por este lado del mundo. Además, los mejicanos parecen ser los únicos que se mueren de gripe. Aquí nos reímos de las pandemias.

El único jodedor que quedó en la habitación fue el chamito nuevo, Diego, que se acuesta en la cama que era de “el jose”. El cuento del día era que el gocho se fue porque el enfermero de Chuao, el de los dedos de basquetbolista, cogió vacaciones y no le iba a hacer el tacto. Volverá cuando regrese el negro.

Hoy hubo dos rounds en esa habitación. El Sr. Breto –sí, Breto, no Brito- tuvo que afeitarse sus partes íntimas, debido a que va a ser operado mañana. Le rompieron el yeso y le acomodaron la pierna, lo cual le causó un intenso dolor y tuvo que ser agarrado por 3 enfermeras, su padre y el acompañante del Sr. Edmundo.

El segundo fue con mi tío. Siempre se descuadra la tracción por fastidio y en búsqueda de comodidad. Hoy, mientras se la acomodamos, Raquel haló los potes de la tracción lo cual le causó un intenso dolor y le tiró una patada. Segundos antes me había levantado la mano. En la madrugada le había tirado un golpe a mi tía.

Le agarré ambas manos con la mano derecha y abracé su pierna izquierda con mi otro brazo. Mientras tanto, Raquel acomodó toda la tracción. Luego del incidente, y yo alterado, mi tío me preguntó de forma retadora “a quién le vas a caer a coñazos tú”. Le tomé las manos con rabia y le dije “deme la bendición. Él respondió “Dios me lo bendiga”.

A mi tío siempre le tuvieron miedo en mi casa, primero por su locura, segundo por su fuerza y finalmente por su fealdad. Sin embargo, nunca fue tan violento como mi otra tía, la que murió hace 20 años. La justificación de mis abuelos era “déjalo, él es loco”. Esa respuesta, hoy, no me satisface. Tuvo un error de crianza que lo ha llevado a ser un niño de 68 años con mala actitud, más que un retrasado o un enfermo.

La conclusión es que ya estamos agotados de estar en esa habitación. Mañana trataremos de pedir un alta como la del gocho, es decir, que lo vuelvan a admitir cuando haya llegado la pieza. Si lo logramos, la duda moral será si lo amarramos a su cama para que en un arranque de locura no intente pararse. Una decisión nada humana ni inteligente, pero práctica.

domingo, 11 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 24. Siempre debe haber un motivo para escribir.

Este domingo fue aburrido. David seguía cuidado por su noviecita –y pensar que solo tienen 16. Difícil encontrar una relación de pareja tan bonita. Y pensar que cuando lleguen a la universidad seguro se van a ladillar uno del otro-, el gocho escuchaba el juego de los Toros de Aragua por radio, quienes milagrosamente ganaron dos juegos consecutivos por primera vez en la temporada, el Sr. Garzón tiene mejor semblante y el nuevo interno a veces está más preocupado por la salud de Ismael que yo.

Ya no hay personajes humorísticos, villanos, tensión… Ahora sí parece una patética habitación de hospital.

Mi tío por momentos olvidó mi nombre. Preguntó por “el jose”, se desmontó la pierna dos veces de la tracción y me dijo que soy un coño de madre porque no lo ayudo a quitarse esa bota –al referirse de nuevo a la tracción-. Así fue mi tarde dominical.

El fin de los escritos

Si bien escribir es una manera de desahogarme, siento que ya no vale la pena hacerlo. Mis tres primeros artículos hicieron consideraciones sobre las tragedias que se pueden observar en una emergencia, luego la convivencia con personas que llegaron al hospital no precisamente por rezar, y finalmente ahondé en las alucinaciones de mi tío para comprender al más allá.

Pero ya no creo ni quiero ver las cosas desde esa óptica. Mi humor negro me permite soportar semejante situación por 24 días, pero ya siento que es suficiente. Total, esta historia solo tiene dos cabos sueltos: Conseguir la pieza lo más rápido posible por vía del Seguro Social y los dilemas morales sobre el riesgo de la operación de mi tío. Bastaría con dos capítulos más y otro especial para hacer seguimiento de la intervención de “el gocho”, último gran personaje de esta historia aun en la habitación.

No quisiera que alguien me juzgara por las opiniones emitidas en mis escritos, no en cuanto a política o religión, que creo están bastante justificadas, sino al trato con personas especiales. Difícilmente algunos de mis 500 y tantos amigos agregados en Facebook pudieran estar viviendo una situación similar con algún familiar y tener que encararla como yo.

Seguiré escribiendo, pero en mi blog. La mayoría de quienes han hecho algún comentario positivo sobre mi manera de ver el mundo ya me venían leyendo desde hace años. Gracias por leerme, a aquellos que no sé que lo hacen.

Mis lectores preferidos: Leopoldo, el colombiano, Javimar, Delia, Pedro Pablo, el Chivo y Víctor. Disculpen si olvidé a otro. De vuelta al blog amigos míos.

sábado, 10 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 22. Las historias de “el jose” y “papi chulo”.

Ese viernes pasé la madrugada en el hospital. Hace una semana pensé que no lo volvería a hacer, pero no fue así.

Seguían los malos presagios. Si bien una operación de traumatología no debería poner en riesgo la vida de los pacientes, la edad y las condiciones físicas pueden ser determinantes al momento de someterse a horas de anestesia.

Así fue el caso del Sr. Garzón. Por su avanzada edad, le ha costado salir bien librado de su fractura de pierna derecha. Ha decidido no comer para así no defecar. Mantiene su sonda y una bolsa de lo que supongo es sangre. Dicen las enfermeras que mañana se la quitarán.

El segundo presagio vino con el nuevo interno, quien ingresó en la cama de “papi chulo”. Uno de sus familiares es una traumatólogo. Raquel hizo amistad con ella y comentó nuestro caso. Según ella, las deficiencias respiratorias de Ismael, que deben ser tratadas con antibióticos y no con nebulización, no le permitirán aguantar 4 horas de anestesia. Y eso sin investigar la salud de su corazón.

Esa noche, el tío me dio poca pelea. En dos oportunidades quitó su pierna de la tracción, lo cual me obligó a colocársela de manera muy dolorosa (no hay otra forma). En castigo por portarse mal, fue que le di agua y no colita.

La noche en la micro colchoneta y el frio suelo no se me hizo muy larga. Dormía por lapsos de una hora, y cerraba los ojos con la esperanza que cuando les volviera a abrir, serían las 7am.

El tío sin seguro. Parte 23.

Me tomé el día libre. Mis tías y la señora que plancha estuvieron de acuerdo.

“Papi chulo´s” way

“El gocho” se soltó a hablar esa noche sobre los grandes personajes de nuestra historia. Una de las cosas que más admiró de “papi chulo” era su técnica para estar con todas sus damas, incluyendo a su muy mayor esposa. A primeras horas del día, estaba con su esposa, beso por aquí, por allá y luego le armaba un peo, recibía una cachetada y se iba. Mandaba un mensaje de texto y llegaba la madre de sus hijos, aplicaba la misma técnica y luego mandaba un mensaje de texto a la siguiente.

Lástima que no le funcionó jueves y viernes santo, cuando lo dejaron solo. Yo dije que todas ellas se hicieron muy amigas y se fueron a rezar al nazareno en las costas aragüeñas, vistiendo hilos dentales morados.

Ese espectáculo solo es posible en mi mente pervertida.

La verdad sobre “el jose”

Uno de los personajes que visitaba a “el jose” era un chingo. “el gocho” le interrogó y él “cantó”, para luego todos enterarnos de la real causa por la cual conocimos al personaje.

“El jose” y el hermano de ese chingo mataron a un tipo, y los 14 balazos que recibió “el jose” fue en venganza.

En el fondo nadie en esa habitación se había creído el cuento del robo de la moto. Ustedes, mis lectores, tampoco.

Si llega a salir de su invalidez, un malandro sicario que me conoce estará caminando por las inseguras calles de la Ciudad Jardín. Amanecerá y veremos.

jueves, 8 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 21. Se fue “el jose”. El cuento del “coquero”.

Esa mañana, el Sr. Brito, el viejo jodedor que entró en la cama de “cara é crimen”, llamó al 171 para que enviaran una ambulancia a “el jose”. Lo trasladaron en camilla y lo llevaron a su casa.

Al Sr. Garzón lo operaron. Aparentemente salió muy bien, a pesar de su avanzada edad. Ayudé a su esposa a mover sus pies. Me dio las gracias. Noté que tiene una sonda para orinar y una bolsa de sangre al lado de su cama.

En la cama de “el jose” ingresaron a un chamito sano, como de 16 años. Lo acompañaba su noviecita, nada fea, pero sí muy flaquita.

A “el chino”, uno de los primeros personajes de esta historia, le dieron un balazo en la pierna, según “el gocho”. La herida no era tan grave, pero se puso a payasear en la habitación con las muletas y se le terminó de partir el hueso. Por eso lo operaron.

La cama de “papi chulo” aun sigue vacía. El gocho me dijo que le contó 7 mujeres que le vinieron a visitar y al menos se despidieron de besitos. Una de ellas es enfermera y otras dos son madre e hija ¿Qué tal?

En la noche, una enfermera muy bonita – ¿será que de tanto tiempo estoy empezando a ver buenas a las enfermeras?- preguntó por el enfermo de esa cama. El gocho y yo comentamos “viste, y todavía le siguen buscando”.

Mi tío hoy estuvo alegre, a pesar de la salida de “el jose. En sus alucinaciones comentó que veía una mujer muy bonita, que era su prima. Siempre está volando. Ya hasta me causa curiosidad meterme una pepa de fenobarbital a ver qué podría ver.

Por malcriado

La salida de “el jose” trajo doble alegría. En primer lugar, porque al salir el último malandro de esa habitación, ya no había tanta posibilidad de una balacera por ajuste de cuentas en el cuarto. Segundo, porque recordamos toda la tarde sus mejores cuentos.

Las 14 balas que le metieron aun están alojadas en su cuerpo, junto a otras 4 de un primer tiroteo. Una de ellas está cerca de su cerebro y se siente al tacto con su cabeza.

A los 14 años le chocó un carro que le fracturó la misma pierna. Le tiene miedo al quirófano porque, luego de su resucitación producto de 3 días en terapia intensiva, dijo que si volvía a un quirófano iba a morir.

Su papá no es pobre. Es jefe de mecánicos del Metro de Los Teques. La moto que le quitaron y una Trail Blazer de la que hablaba frecuentemente son de su papá. Él le compró los clavos para su pierna, pero no se quiso operar. Como último recurso, le mostró las llaves de un camión y le dijo “Te lo compré para que lo pongas a trabajar, pero tienes que operarte”, ya que su pierna fracturada es la derecha. Es su único hijo varón, por eso hace tanto por él.

Vive en una casa en Campo Alegre, la cual está a su nombre. Dijo que iba a botar pal coño a su mamá, esposa y hermanos, porque no lo atendieron durante su hospitalización. Venderá la casa y se va a vivir a Quíbor con sus abuelos.

Entró al Seguro Social medio muerto y salió lisiado. Y por malcriado.

El cuento del coquero

El Sr. Edmundo, el evangélico gocho que está al lado de mi tío, vive cerca de la casa de mi abuela. “El gocho” y él tienen una mamadera de gallos con el cuento de un “coquero”, es decir, un señor que vende cocos por la calle 12 de La Barraca y que es parcha. El hermano siempre compra cocos ahí y por eso el chalequeo.

Le llama para preguntarle “¿Donde vienes?” y le responde por el celular “estoy en la cola para comprarle al coquero”.

La compañía del señor Brito y de “el gocho” me hace prever que esta semana -aspiro que la última en el Seguro- no será fastidiosa y además me sentiré seguro. Para mi mamá tampoco lo será, porque el Sr. Brito se la pasa hablando mierda de Chávez.

Según comentó, él es chofer de camiones. Se fracturó la pierna en un choque que él provocó.

Pero yo me quiero ir. Aunque no me sienta del todo incómodo, sé que no pertenezco a ese lugar.

miércoles, 7 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 20. “el jose” no se va. El cambio de la rutina.

Al menos esta semana nos la calaremos completa mi tía, mi mamá y yo. Mientras la burocracia del Seguro Social resuelve la adquisición de la prótesis de mi tío –gracias a Dios no es un marcapazos- diseñamos un nuevo esquema de guardias para aguantar el trote.

En vista que trabajo, yo tomo las guardias de 4 a 9 de domingo a jueves. Los viernes en la madrugada y los sábados… coño, no sé, averiguaré ese día. Cuando mi mamá se queda en las mañanas, las madrugadas las sobrevive mi tía. Al día siguiente cambian el turno.

El traslado para el intercambio de ambas lo hago yo. Debo pararme todos los días antes de las 6am –cosa que solo hacía cuando trabajaba en Caracas- para llevarlas al seguro. Luego, trasladar a la otra a su casa, hacer cualquier diligencia y luego ir a mi trabajo. Si no hay trabajo acumulado, salgo a las 11, duermo una hora, almuerzo y a la 1:30 hago el cambio de la tarde –la que se quedó de madrugada cuida de mi tío de 2 a 4-. Al finalizar mi turno, ceno, escribo mi crónica y duermo, para despertar cansado al día siguiente.

Ya no se me pasa por la cabeza invitar a alguna chica a salir, estar con mis amigos –a menos que sea en horarios limitados como hice un domingo con Moralinda-, ir al GYM, salir a trotar, aprender a patinar, ver una película… Así te encuentres sentado, ir a un hospital a cuidar a mi tío es una tarea destructiva.

“el jose” no se va

Esta mañana le dieron de alta a “papi chulo”. En lo particular no pude saber a la casa de cuál mujer se fue.

En la cama de “cara é crímen” entró otro señor, jodedor como “el gocho”. Cuando salga “el jose”, solo habrá viejos en el cuarto, excepto “el gocho”. Estaré más tranquilo, pero el ambiente pudiera volverse más deprimente.

Uno de los nuevos internos, el Sr. Garzón, es de mayor edad. Más decente que el vecino de mi tío. Le dice a Ismael “el paisano”, no por guariqueño, sino por cariño. Mañana le operan. En la tarde le dijo: “paisano, tenga fe que va a salir bien de aquí, porque es voluntad de Dios”. Esas palabras me animaron más a mí que a él.

Mi tío estuvo agresivo esta tarde. Quería beber refresco, pero pensé que tal vez sea el exceso de azúcar lo que le tiene tan activo. Le di un poco de agua y le dije que me lo pidiera por favor. Respondió con una grosería y no le di nada. A los 15 minutos me dijo “por favor mi amor” y tampoco le di nada. 10 minutos después lo pidió decentemente y le di agua, más no refresco. Me dijo “dame mierda entonces”.

Ismael siempre fue así. La respuesta de mis abuelos era “no discutas con él porque es loco”. Y así se quedó toda su vida, sin educación ni modales, nunca lo presentamos como familiar –por muy duro que suene- por vergüenza. Solo los vecinos le conocen, pero ya conté esa historia.

El nivel de agresividad de mi tío bajó cuando “el jose” intentó subirse a una silla de ruedas. Expresó voluntariamente que no quiere operarse y le dieron de alta. Recogió sus cosas, se vistió y cuando intentamos ayudarle a colocar en la silla, no pudo.

Si bien la “virgen de los sicarios” había hecho una especie de “curación milagrosa”, ya que el hueso está en su lugar, mas no está soldado. Sus chillidos de jeva, más que risa, causaron impresión en los internos. Le dije a mi tío “así te va a pasar a ti si sigues jurungándote la pierna”.

“el jose” mentó madres, maldijo a todo el mundo para que lo ayudaran a salir. Le trajeron su silla y no pudo. Todo por terco y malcriado. A veces pienso que Dios pierde el tiempo ayudando a personas “que no se ayudan”.

Dato curioso

En sus alucinaciones, mi tío decía que venía un “palo de agua”. Desde hace tres días está lloviendo en Maracay.

Actualmente le están nebulizando 3 veces al día. Aparentemente tiene un problema crónico de los fumadores, que le disminuye en 50% su capacidad para respirar.

martes, 6 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 19. El feriado loco. La esposa y sus tres amantes

En la pasada crónica omití algunos detalles importantes.

Ese lunes, Tania y Cecilia fueron a visitar a “el jose”. Si bien Tania se manda mensajes con “el jose”, según él, lo de la vieja evangélica nos pareció un pistón.
Ni la visita de Tania le dio algo de valentía a “el jose” cuando le arrancaron la tracción.

Si bien el Servicio Social del Seguro ofreció dar la prótesis para mi tío, ellos tomaron el feriado loco propuesto por nuestro Presidente para ahorrar electricidad. Si bien el SS es una institución de salud, ellos se consideraron área administrativa y se tomaron el asueto. 10 días perdidos esperando nada.

Ayer ingresó en la cama de Franco un viejo que se fracturó una pierna. Siempre está dormido.

…y las tres amantes

Hoy operaron a Papi Chulo. Su esposa y tres amantes esperaban en el pasillo su salida del quirófano.

“El jose”, “el gocho” y yo, discutimos si serán morochos, por cesárea… Un enfermero jodedor dijo que fueron morochos, uno salió catire y el otro chino.

Nuestras preguntas ¿Quién es el padre? ¿Y la madre?

El futuro: la drogadicción

Lo que me da más arrechera de la situación es sobrevivir a una institución que toda la vida ha estado en manos del Estado. Todas las empresas públicas y privadas del país cotizan Seguro Social, por tanto no hay excusas para decir que no hay recursos.

El personal de seguridad es una mierda. Claro, situación comprensible porque las personas que emplean para esos trabajos las entrenan para tratar con Malandros. Y vaya que ahí los hay.

La mala intención de los trabajadores que te mandan a comprar toda mierda cuando el hospital tiene lleno su inventario.

La gente que muere en el pasillo de la emergencia porque no hay camas para atenderlas. Ejemplo mi abuelita en agosto del año pasado.

Y por sobre todas las cosas, los médicos. La mayoría graduados de la Carabobo –digo la universidad porque son los primeros en criticar a los egresados de la Bicentenaria en cualquier carrera-, escriben con errores ortográficos –incluso uno es disléxico y se graduó, pero como es amigo mío no le echaré paja-, flojos con bolas y siempre dicen “Yo debería ganar 10 palos mensuales”, “Me quiero ir a España”…

Mucha de la gente que conozco que se ha ido a Europa, además de ser hijos / nietos de españoles, portugueses o italianos, llegan allá a trabajar de cualquier mierda, tipo peluqueros, barrenderos o hasta médicos. Todos, sin excepción, ganan mil euros, lo suficiente para vivir y ahorrar. Todos un socialismo justo, porque hay billete.

Un pana, a quien llamaré “El chivo”, conversó con una chama médico en una oportunidad que visitó al norte de Europa. “Yo lo que quiero es obtener una jubilación que me dé lo suficiente para vivir en Holanda consumiendo hongos”.

Mi país es detestable, lo sé, pero… Qué ladilla sería vivir en un país que no tenga un Presidente que, un día anuncia que va a invadir a los Estados Unidos, horas después se retracta porque no va a tener donde meter a tantos prisioneros y al día siguiente compra chatarra de guerra rusa.

Nosotros tenemos razones para mantenernos vivos y conscientes. Ejemplo ¿Qué coño puedo estar pensando yo en consumir monte con el rolo de peo económico y de salud en el que estoy metido?

En los demás países, los principales peos son los matrimonios gay y la legalización de la droga. Una noticia como la de Ricky Martin paraliza a un país. Incluso que Adolfo Cubas diga que supuestamente se besó con él es una portada para la revista “Hola”. En MÍ PAÍS tenemos muy claro que hombre que llegue sin barriga a los 30 y que se afeite las bolas es marico. Por eso somos más evolucionados que los países “Desarrollados”, donde la juventud “evoluciona” hacia la drogadicción y el homosexualismo.

En mi país no existe el racismo ni la esclavitud desde mediados del siglo XIX. En Europa aun hay rasgos de la postguerra –de la segunda- y los Estados Unidos no lo terminan de superar. Por eso es que en nuestro caos, el venezolano es de los pueblos más felices del mundo.

El tío sin seguro. Parte 19. El feriado loco. La esposa y sus tres amantes

En la pasada crónica omití algunos detalles importantes.

Ese lunes, Tania y Cecilia fueron a visitar a “el jose”. Si bien Tania se manda mensajes con “el jose”, según él, lo de la vieja evangélica nos pareció un pistón.
Ni la visita de Tania le dio algo de valentía a “el jose” cuando le arrancaron la tracción.

Si bien el Servicio Social del Seguro ofreció dar la prótesis para mi tío, ellos tomaron el feriado loco propuesto por nuestro Presidente para ahorrar electricidad. Si bien el SS es una institución de salud, ellos se consideraron área administrativa y se tomaron el asueto. 10 días perdidos esperando nada.

Ayer ingresó en la cama de Franco un viejo que se fracturó una pierna. Siempre está dormido.

…y las tres amantes

Hoy operaron a Papi Chulo. Su esposa y tres amantes esperaban en el pasillo su salida del quirófano.

“El jose”, “el gocho” y yo, discutimos si serán morochos, por cesárea… Un enfermero jodedor dijo que fueron morochos, uno salió catire y el otro chino.

Nuestras preguntas ¿Quién es el padre? ¿Y la madre?

El futuro: la drogadicción

Lo que me da más arrechera de la situación es sobrevivir a una institución que toda la vida ha estado en manos del Estado. Todas las empresas públicas y privadas del país cotizan Seguro Social, por tanto no hay excusas para decir que no hay recursos.

El personal de seguridad es una mierda. Claro, situación comprensible porque las personas que emplean para esos trabajos las entrenan para tratar con Malandros. Y vaya que ahí los hay.

La mala intención de los trabajadores que te mandan a comprar toda mierda cuando el hospital tiene lleno su inventario.

La gente que muere en el pasillo de la emergencia porque no hay camas para atenderlas. Ejemplo mi abuelita en agosto del año pasado.

Y por sobre todas las cosas, los médicos. La mayoría graduados de la Carabobo –digo la universidad porque son los primeros en criticar a los egresados de la Bicentenaria en cualquier carrera-, escriben con errores ortográficos –incluso uno es disléxico y se graduó, pero como es amigo mío no le echaré paja-, flojos con bolas y siempre dicen “Yo debería ganar 10 palos mensuales”, “Me quiero ir a España”…

Mucha de la gente que conozco que se ha ido a Europa, además de ser hijos / nietos de españoles, portugueses o italianos, llegan allá a trabajar de cualquier mierda, tipo peluqueros, barrenderos o hasta médicos. Todos, sin excepción, ganan mil euros, lo suficiente para vivir y ahorrar. Todos un socialismo justo, porque hay billete.

Un pana, a quien llamaré “El chivo”, conversó con una chama médico en una oportunidad que visitó al norte de Europa. “Yo lo que quiero es obtener una jubilación que me dé lo suficiente para vivir en Holanda consumiendo hongos”.

Mi país es detestable, lo sé, pero… Qué ladilla sería vivir en un país que no tenga un Presidente que, un día anuncia que va a invadir a los Estados Unidos, horas después se retracta porque no va a tener donde meter a tantos prisioneros y al día siguiente compra chatarra de guerra rusa.

Nosotros tenemos razones para mantenernos vivos y conscientes. Ejemplo ¿Qué coño puedo estar pensando yo en consumir monte con el rolo de peo económico y de salud en el que estoy metido?

En los demás países, los principales peos son los matrimonios gay y la legalización de la droga. Una noticia como la de Ricky Martin paraliza a un país. Incluso que Adolfo Cubas diga que supuestamente se besó con él es una portada para la revista “Hola”. En MÍ PAÍS tenemos muy claro que hombre que llegue sin barriga a los 30 y que se afeite las bolas es marico. Por eso somos más evolucionados que los países “Desarrollados”, donde la juventud “evoluciona” hacia la drogadicción y el homosexualismo.

En mi país no existe el racismo ni la esclavitud desde mediados del siglo XIX. En Europa aun hay rasgos de la postguerra –de la segunda- y los Estados Unidos no lo terminan de superar. Por eso es que en nuestro caos, el venezolano es de los pueblos más felices del mundo.

lunes, 5 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 18. Cristianos “A lo Matrix” y el orgullo del hampa

Esa mañana apareció el último donante de sangre que necesitaba. Lo llamaré “Emiliano”.

Emiliano es bombero y cristiano evangélico. Estudiamos juntos en el bachillerato. Luego nuestra amistad sufrió un zic zac, en el cual él asumió esa religión, se casó y tuvo una hija. Era mi segunda opción para donar, luego que otro pana, a quien llamaré “Pinky” tuvo un problema que no le permitió asistir a la cita.

Durante las dos horas que duró el proceso para donar sangre, discutimos sobre religión. Barbaridades tales como que Jesucristo eligió a los Judíos como su pueblo porque son unas plastas de mierda y que los árabes son los hijos bastardos de la cachifa del padre Abraham, fueron las frases más inolvidables de la mañana.

Hablar con dos chavistas que ventilen a los 4 vientos los errores de la revolución y un evangélico sin pelos en la lengua, todo en una semana, fue una experiencia “orgánica”.

Así como los “Mormones” y “Pare de Sufrir” crearon sus religiones –en el caso de la segunda una franquicia-, yo quisiera crear mi propio culto: Cristianos a lo Matrix.

Semejante loquera se me ocurrió luego que recordé la famosa película, específicamente la escena donde “El oráculo” le dice a “Neo” que ella no va a decirle si es o no “El elegido”, solo le debe mostrar la puerta. Para mí, no importa la forma que decidas seguir tu fe, siempre tendrás la oportunidad de elegir entre el bien o el mal. Es ahí donde debes definirte como buena o mala persona.

El orgullo del hampa

A “cara é crimen” le dieron de alta. “El gocho” recibió su prótesis de parte de su querido jefe. Le operan el viernes. “papi chulo” lo operan mañana. Le mandaron a afeitarse la pierna y sus partes íntimas, para lo cual recibió la ayuda de sus 4 mujeres y de un negro, que suponemos es su hermano. “el gocho” y yo dijimos que mientras las mujeres lo agarraban, el negro lo afeitó. Incluso que lo depiló con cera.

Pero el show lo puso el Darth Vader del piso 2. “El jose” quería irse el lunes. Los doctores no le paraban bolas, por lo cual armó un escándalo y les amenazó con caerle a tiros. El Dr. Guerra, el más mamador de gallos, le jaló de coñazo las jarras de agua que le sostienen la tracción (con la cual le jalan el hueso y provocando un indescriptible dolor) y le quitó el aparato donde le sostuvieron la pierna por un mes.

Cuando iban a sacarle el clavo que le insertaron en el hueso, el hombre chilló y pidió que no se lo sacaran. Esa noche todos nos burlamos de él. Incluso mi tío remedó sus chillidos de jeva. “No se dejó puyar y rogó para que no le sacaran el clavo”, dijo el gocho.

“El jose” tiene casi dos meses internado en el Seguro Social. Dice no tener dinero para comprar la pieza y además no se deja colocar alguna inyección. Tiene una especie de fobia a las agujas. Los médicos están obstinados de él. Tal vez sea mejor para las calles maracayeras que se quede ahí adentro. Pero si le dan de alta, quedará cojo para toda su vida.

Con eso es con lo que cuenta el hampa en Maracay. Ahora me siento más a salvo en mi ciudad.

domingo, 4 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 17. El milagro de Semana Santa y el misterio del Zamuro.

Mi tío siguió haciendo lo que no había podido hacer durante los primeros 15 días. Pero nada de sus “desechos” puro superar al de “el jose”. Según “papi chulo”, su cagada casi logró el milagro que todos los fracturados del cuarto salieran corriendo por el hedor.

“el jose” dice que le dan de alta el lunes. Nosotros estamos a punto de hacer una quiniela. “Gocho ¿será que le van a dar –el alta- a el jose?”, le pregunté. “¿jose, quién te va a dar mañana?” “Pues quien más, el doctor Del Toro –el jefe de área”-. De nuevo la mamadera de gallos fue colosal.

Luego, “el jose” dijo que cada vez que a “el gocho” le llama su jefe manda a atender a su mujer. “Tanta paja que hablas de él y le tienes miedo”. Cada uno ya tenía una forma de chalequearse, pero eso no quedaba ahí.

“Ya tu brazo no se va a curar, quedaste chueco pá toda la vida”, sentenció “el jose” a “el gocho”. Pero él le respondió “Sí, pero por lo menos con este brazo jodido todavía puedo pedir cola ¿Quién coño te va a dar trabajo con esa pata de perro envenenado? A menos que la usen para echar tierra a los trabajos de tuberías de gas, que son pequeñitas”.

En la mañana Raquel llevó quesillo para compartirlo con los demás enfermos. La camadería sigue al orden del día.

El misterio del zamuro

Esa noche mi tío siguió hablando de un zamuro al cual ve en sus alucinaciones. Pensé que era un suero y una vía intravenosa de “epamin” que tiene encima de la cama. Raquel en la mañana observó que en un árbol que puede observarse desde la ventana del hospital hay una especie de bolsa negra, que de lejos parece un animal.

Yo tomé el calendario chino con el Tigre y le dije “Esté este Tigre se va a comer a ese zamuro”. El Tigre se lo quiere llevar mi tío a la casa desde que llegó.

De su delirio siguió relatando. “Volví a soñar con mi mamá y mi papá. Preguntaron por ti y les dije que estabas bien. También preguntaron por Raquel, tu sobrina, Carmen, Rita…”.

Días antes también habló de sus tíos Ángel y Juan. Juan todavía está vivo.

Mi curiosidad por la hipnosis prosiguió: ¿Has visto a Toribio?

“Sí y me asustó”, dijo Ismael.

“Pero porque está muerto”, le dije.

“No. Tú sabes cómo es él”.

“No, el murió mucho antes que yo naciera”.

“Sí ¿Y quién te enseñó a manejar?”, finalizó Ismael.

El fin de Macondo

Toribio fue una de las tantas personas que vivió en la casa de mi abuela. Como toda casa de llaneros, cada vez que llegaba un compadre o un vecino se le daba casa y alimento. Muchos se quedaban por meses y años.

Toribio fue especial. Era loco de bolas –me contaron- de buen humor. Incluso con la facultad de hacer levitar a la gente –cual personaje de García Márquez-. Se suicidó por amor, años antes que yo naciera.

Tanta gente vivió en la casa de la abuela y hoy en día solo la habitan 3 personas, que en las próximas semanas pudieran ser solo dos. El fin de lo que fue un hogar para mucha gente.

Algo de cierto tuvo la declaración de Ismael sobre Toribio. Él enseñó a andar en bicicleta a mi mamá.

Sin embargo, no dejan de ser delirios producto del dumping. Pero qué bonito sería saber que el más allá existe.

sábado, 3 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 16. El empleado jalabola.

La historia de la fractura de “el gocho” comenzó en Barcelona. Una empresa de anuncios subcontrató a Señalca para que montara unos avisos luminosos. La tarea debía estar lista para ese martes y por ello “el gocho” tuvo que trabajar hasta altas horas de la noche del lunes… hasta que se cayó.

La empresa oriental lo trasladó a una clínica privada, donde el médico de guardia dijo que había que operar de emergencia. Presuntamente para evitar que le cobraran la hospitalización del obrero, el dueño de Señalca pagó a un Taxi para que trasladara a “el gocho” a Maracay. El mismo se fue al Seguro Social de la ciudad y a un mes del accidente no le han operado, mucho menos le han comprado la prótesis.

Todas las noches discute sobre lo mal que le trata su jefe, que le paga salario mínimo, que les quitaron el seguro, que prometió traer la pieza de Estados Unidos y aun no lo ha hecho, horas extras, deudas con el gobierno…

“el jose” le dijo: Eso le pasa a los empleados jalabolas. Seguro tú le comprabas el café y le regalabas galletas.

“papi chulo” comentó: Yo por 30 mir diarios no le trabajo a ese sucio.

“Pero necesitaba la plata para mantener a mis tres hijos. Ese eres tú que tienes 4 mujeres y no te alcanzan los reales”, ripostó el gocho.

La esposa de “el gocho” le trajo un pescado con arroz. Él no quiso comer y se lo dio a “el jose”. Discutíamos qué tipo de pescado era y el señor con cara seria dijo “ese es una palometa”. La mamadera de gallos no fue normal.

Luego, “cara é crímen” pidió parte del pescado. “Gocho, entre los dos te están mordiendo la palometa”, le dije.

Comenzando la tarde, “el gocho” le dijo a “el jose”: Abre el boca de sapo pá meterte el guevo mio”. “el jose” respondió: Lo que quiero son las nalgas tuyas.

Desde que se declaró Ricky Martin, los chistes de homosexuales son el pan nuestro de cada día.

Lo que tenía que ocurrir

Mi tío es estítico. Pero aquello es inevitable y para i mala leche, yo estuve de guardia. No ahondaré en los detalles escatológicos. Solo diré que un enfermero, que se parece a Gustavo Aguado, me ayudó en la tarea.

El tío sin seguro. Parte 15. La historia de la cama de Ismael

Presagios

Esa mañana desperté en mi casa a eso de las 6 am. Oí caer un matero. Pensé que un gato se metió a la casa o en el peor de los casos, un ladrón. Verifiqué que todas las puertas de la casa estaban trancadas por dentro con candado. La teoría del presagio tomaba fuerza.

Esa mañana mi tío insistía a su hermana –mi tía- que veía un zamuro en la habitación.

La cama de Ismael

Esa noche –tal vez mi última en esa habitación- dormí en una colchoneta que pasamos a la habitación a escondidas. En la tarde hablé con un amigo periodista, a quien llamaré “La tota”, y le conté sobre mi experimento literario con la salud pública.

“Chamo, usted está corriendo peligro. Más de una vez ha ocurrido, que cuando estás recluido con malandros, vienen sicarios a rematarlo y ellos no diferencian entre los pacientes y su víctima”. Una enfermera contó esa misma historia a mi mamá.

Antes de recluir a Ismael, su cama estuvo ocupada por un “Jíbaro”. Durante su reclusión, durmió debajo de su cama uno de sus compañeros, quien estaba armado. La solución en esos casos es dar rápida solución a la fractura del malandro. Ahora yo, durmiendo en ese mismo sitio, me sentí MacGyver.

En el cuarto

Raquel –mi mamá- hizo amistad con la mamá de “Cara é crimen”. Es una mujer muy gorda, morena, no tan fea como su hijo. Además de comentar sobre lo “putas” que son las mujeres de “papi chulo”, ella le contó su historia.

Hace 3 meses perdió a su madre. Ella era diabética, al punto que le cortaron sus dos piernas antes de morir. En su último cumpleaños la visitaron sus hijos. Pidió que le hicieran una sopa de camarones. Dijo que realmente la disfrutó. A los tres días murió.

“Cara é crimen” come ligero, cosa que no había notado. Él también es diabético.

“el jose” le echó vaina a “Papi Chulo” esa madrugada. “Coño, hoy lo volvieron a dejar solo. Todos los días es lo mismo, unos besitos, unos cariños y luego se le van arrechas”. Horas antes, “papi chulo” le pidió el número telefónico del “Habla Ya” a “el jose”, para que lo llamen sus mujeres ahí y no gasten tanto saldo. Él dice que no sabe el número. La verdad se arrechó con su tocayo porque él dijo que por ese teléfono solo llama a hombres.

A venezuelan psyco y la hora del loco

Pasan los días y ya extraño a mi buen humor. Luego de intentar dar solución al tema de la doble medicación, mi tío cogió una maña de levantarse a joder a la 1 de la mañana. Hoy fue a las 2. Quiere levantarse de la cama, se quita el pañal, se orina cuando no tiene el pito colocado en sus genitales y por último me amenazó con un “cuchillo” y con no dejarme dormir.

Lo peor del psicópata que hay en mi salió esa noche. Ya siendo su segunda amenaza con un arma punzo penetrante –que gracias a Dios solo ve en sus visiones- le agarré las manos y le dije que el que no lo iba a dejar dormir era yo. Cada vez que se me alzaba con sus escazas fuerzas le respondía agarrándole las manos más fuerte. Así estuve por 2 horas hasta que cayó rendido.

Pienso en que esa situación no es sostenible a largo plazo. Su agresividad, que puede ser controlada hasta por un niño de 12 años, no deja de ser inquietante y peligrosa. No se le puede amarrar o atar en ese estado (más de lo que está). La verdad no sé qué hacer.

De niño estudié en un colegio de curas. En él siempre defendí en las clases de catesismo la eutanasia y el aborto en el caso que los niños no puedan defenderse por sí mismos en su vida adulta. Los “hermanos” no sabían que ya en mi niñez tenía dos doctorados en trato con enfermos mentales.

Sin embargo, quisiera hacer una salvedad. Conozco a tres personas con “Síndrome de Down”. Limberg, el hijo del ex dueño de los Leones del Caracas, una prima segunda y el hijo de un compañero de trabajo. Ciertamente pudieran ser una carga, pero ellos son cariñosos, aseados y más inteligentes de lo que uno cree. Tal vez en ese caso debería reconsiderar mi postura. Tal vez en ese caso influyó la crianza.

El colombiano me dijo el miércoles cuando donó sangre que admiraba mi entereza y mi estómago para escribir sobre este problema familiar y personal. Ya al quinceavo día, a veces considero que no debí escribir nada. Sin embargo, quería hacer un reportaje sobre la situación real de la salud pública y el verdadero riesgo de no tener contratada a una empresa aseguradora. Tal vez lo he logrado, tal vez fue una tontería.

jueves, 1 de abril de 2010

El tío sin seguro. Parte 14. Descripción de los personajes.

Hoy no pasó nada extraordinario. Había un tipo con un balazo en la cara en la emergencia y la mujer de “papi chulo” lo limpió con paños húmedos, haciéndole pegar griticos de niña.

Mi tío cada vez se porta peor. Agarró una maña de quitarse el pañal y orinar. Le tuve que agarrar las manos. Me lanzó un golpe, pero con la fuerza de un anciano de 68 años que aparenta 83.

La medicina lo tiene mal y hoy querían empezarle un tratamiento con fenobarbital intranvenoso. A nosotros nos mandaron a comprar unas ampollas para cuando le hicieran la operación, pero no para tratamiento mientras se encuentre en el hospital. Las enfermeras comentaron “Para qué les mandaron a comprar eso si aquí hay de sobra”.

Y los personajes son:

Con el colombiano discutí sobre las características de los locos que comparten habitación con mi tío. Estos son sus rasgos.

El jose: Gordo, blanco, mediana estatura, con bigotes de malandro, cabello crespo, cicatrices en todo el cuerpo por entradas y salidas de bala, cara siempre sonriente, una cicatriz de operación en el estómago. Siempre anda desnudo, arropado con una sábana. En su cama tiene cualquier tipo de detergentes, agua, pañales, pañitos, alcohol, patos para orinar y defecar, incluso un Cantv “Habla Ya”. Pocas veces le van a visitar. De unos 25 años muy mal vividos. Tiene una tracción.

El gocho: Mediana estatura, ojos claros, “pinta de andino”, siempre tiene una camisa de un equipo de softbol de “El Vigía”, cabello castaño claro. Su esposa tiene el cabello largo canoso, 2 varones, 2 hembras, delgado, de unos 40 años mal vividos. Tiene vendas en el hombro izquierdo.

Papi Chulo: Moreno, 1.80 cm de altura, no muy barrigón, medianamente calvo, siempre sonriente. Varias heridas alrededor del cuerpo y la pierna izquierda vendada.
El pana cara é crimen: Moreno, 1.80 cm de altura, corte militar, medianamente atlético, cara seria pero de risa fácil. Pierna derecha vendada.

El señor evangélico: De unos 50 años, blanco, narizón, siempre serio, tiene un celular Samsung, delgado. Pierna derecha vendada. Su esposa es blanca, de unos 50 años, gorda, aspecto de andina, muy sonriente.

Franco: Un chamito moreno de 13 años. Cara común. Delgado. Pierna derecha enyesada.
Cecilia: Aspecto indígena, gorda, de unos 40 años, siempre viste falda, cara de persona noble.

El chino: Moreno de aspecto indígena, unos 17 años, bigote nunca afeitada, brazos fuertes, rostro que denota una mala actitud. Pierna izquierda enyesada.

Oswaldo: Chamo de 20 años, delgado, respetuoso, educado, siempre con una caja de plastilinas haciendo motos, pierna izquierda enyesada.

Tania: Mujer de unos 40 años, cabello largo pintado de amarillo, lentes cuadrados, un tanto gorda.

Héctor el campintero: unos 35 años mal vividos, delgado, cabello corto sin rasgos de calvicie, candado, siempre con un radio o un psp, ipod, blackberry. Tiene una cavita al lado de su cama con cualquier tipo de jugos y agua.

Los demás me los reservo, para mantener intacta la obra.

Fe de erratas

La semana pasada olvidé agregar el contador. 2 semanas, 3 de 4 donantes de sangre.

El tío sin seguro. Parte 12 + 1. Insomnio.

El fenobarbital es un anti convulsionante muy poderoso. Empezó a utilizarse en el Siglo XX. En principio fue empleado por los Nazis para asesinar a los niños que no cumplían con los cánones de la raza aria (este dato créanlo tanto como las barbaridades que dice Iván Mata en su programa, porque lo saqué de Wikipedia).

Luego se descubrieron sus facultades médicas como depresor del sistema nervioso. Se utiliza para el tratamiento de la epilepsia, la hipnosis, causa alucinaciones y dependencia. Tal puñal tuve que metérmelo por Internet para conocer sus características y sus riesgos, entre ellos que en sobredosis puede inducir al coma.

En la mañana

Apareció el tercer donante. Un amigo, a quien llamo en mi Blog “El colombiano”, respondió a mi llamado de Drácula por sangre amiga. Conversamos sobre los antecedentes médicos de mi familia, cosa en la cual no profundizaré, igual que los momentos de aseo a mi tío.

Lo más resaltante de esa mañana fue cuando conté la anécdota de “el jose”, y cómo sobrevivió a 14 tiros en el cuerpo. Uno de los donantes dijo “es que esos tipos tienen en la sangre unos “malandrocitos” que son más arrechos que cualquier glóbulo blanco”.

También conversamos sobre la posibilidad de llevar este cuento al formato cine. Las características físicas de los personajes. Escribiré sobre eso en una noche que no tenga nada que decir.

En la habitación

Franco y Cecilia, el niño y su mamá evangélica y chavista, se fueron de alta. “el jose” ya le había agarrado cariño, le decía “señora, no sea entrepita y váyase a dormir” cada vez que empezaba a marear a los demás pacientes con sus cuentos. Le agarró tanto afecto como a Tania.

Ahora la “sopa” de la habitación era “papi chulo”. Ese día ninguna de sus mujeres le vino a visitar. “Viste wuon, se te arrecharon y se fueron pá la playa en Semana Santa” le decía “el jose”, quien además se burlaba que el pobre hombre tenía el pito de orinar lleno y nadie se lo descargaba en la poceta.

“Verga, ese chamo en su casa debe estar matándose a pajas” decía “papi chulo” con respecto a Franco. “Si ese hacía lo que le daba la gana aquí, imagínate en su propia casa”.

Ni “Papi chulo” ni sus nenas tenían la confianza de Raquel (mi mamá), hasta que se declaró acérrimo antichavista. El evangélico de al lado también le tiene arrechera al Presidente. Sus horas en el hospital se le han hecho más gratas, mientras lee los titulares de “El Nuevo País”.

El tío está “volando”

Ahora retomo lo expuesto en los dos primeros párrafos. Desde hace días a mi tío no se le entiende nada de lo que dice. “El gocho” confirmó lo que me dijo mi tía “Como a la una de la mañana empieza a decir que le traigan los pantalones porque se quiere ir caminando”. La noche anterior tumbó la tracción en la madrugada.

Esa noche volví a dormir en el suelo. “el jose” se reía porque pensaba que la tracción me iba a caer encima de madrugada en una de sus horas felices. Hubo un desequilibrio en su salud porque la neurólogo le mandó a colocar un medicamente intravenoso, que sumado a las dos pastillas que le suministramos, lo tenían noqueado.

Mi tía tiene algún tipo de “Don” paranormal. Es de las personas que en la mañana saben que alguien se murió porque en la noche sintió un jalón o soñó con una boda. Durante el exceso de medicamentos a mi tío –antes que nos diéramos cuenta y le bajáramos la dosis- conversó con él. Esto fue lo que le dijo:

“Vi a mi papá y a mi mamá. Estaban en un lugar muy bonito. Quisiera estar ahí. Mi papá me dio la bendición. No me dijeron nada. Les pedí agua bendita para beber. Luego vi a la virgen y a Dios. Detrás de ti están el diablo y un ángel que se están peleando”. Mi tía tiene actualmente una situación personal de la cual tampoco profundizaré, a menos que la trama lo requiera.

Cuando leí el libro de Brian Weiss, la tercera noche en la emergencia, recuerdo un capítulo en el cual relataba las experiencias de las personas cercanas a la muerte durante procesos hipnóticos. Usualmente las personas conversan con familiares muertos. Además él había comentado que frecuentemente observaba a un zamuro en la habitación, preocupante por la connotación del ave. Esa noche decidí conversar con él luego de su dosis.

Comenzando la noche me dijo que vio a un gallo. Incluso dijo en voz alta “josé, agárrame el gallo”, a lo cual “el jose” le respondió: la pinga, no seas marico.

Luego me dijo que una de las muchachas que trabajó como servicio en la casa se apareció en la habitación. “Ahí está Yurka, pero se escondió”. En sus sueños nunca vio a su hermana, también enferma a partir de un momento de su niñez.

El resto de la madrugada lo dediqué a luchar en contra de sus movimientos de loco. Esa noche se dedicó a quitarse los pañales y luego orinarse. Tuve que agarrarle las manos durante 2 horas hasta que se quedó dormido. Me decía “Amárrame” “¿No me vas a ayudar?”. Fue una noche de mierda.

Esa noche tuve una duda ¿Qué le habrán dicho mis abuelos sobre mí en su sueño? ¿Seré un ángel empecinado en salvarle o un demonio que no quiere que pase sus últimos días en su hogar? El primer día, cuando casi cae desde la camilla cuando lo sacaban de la ambulancia en el Hospital Central, yo evité que besara el suelo. Con ese pensamiento cerré los ojos y fui a dormir tranquilo en las sillas de aluminio que están ubicadas al frente de terapia intensiva.

A propósito, en la tarde volvía ver a las hermanas evangélicas. Me dijeron que a su papá le operarían del pulmón. Estaba inconsciente, pero fuera de peligro. “Está en las manos del Señor”. Esa noche ninguna estuvo en la Terápia Intensiva, tal vez Dios ya hizo su voluntad.