Parece mentira, pero Raquel y yo extrañamos esos primeros días en el hospital. El comentario del día fue que “el gocho” fue a buscar una medicina y que le iban a internar el lunes.
“Ojalá vuelva para que los días sean menos pesados”, dijo Raquel.
“el gocho” contó que desde que le dieron el alta si acaso ha dormido 10 horas. El intenso dolor le fue casi insoportable.
Yo hice mi segundo día de silencio. El Sr. Eduardo me iba a pedir un favor, pero me hice el desentendido. De hecho vi que movió los brazos, pero no le escuché. Se vuelve fastidioso. Cuando me quité mis audífonos se había dormido.
Hablé con “el Junkie” y con Diego sobre santería. “El Junkie” es creyente y Diego se está iniciando. Les hice saber mi opinión “Yo no creo en el carro de Drácula, pero si existe, se respeta”.
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