jueves, 20 de agosto de 2015

El Antichavista

I: El antichavista

En Discovery Channel, Animal Planet y Nat Geo, cuando no están pasando programas sobre cuánto cuestan las reliquias o gente desnuda intentando sobrevivir en un pantano lleno de cocodrilos, serpientes y bacterias, uno aprende muchas cosas de los animales.

Las serpientes y los dragones de Komodo utilizan su veneno o las bacterias de su boca para matar a sus presas. Eso implica que cuando devoran al animal, se traga su propio veneno, el cual les permite, entre otras cosas, hacer una mejor digestión.

Por eso precisamente dedicaré el primer capítulo a los “Antichavistas”, porque nosotros, si bien no somos responsables principales de este peo, somos parte fundamental de 15 años de fracasos, siempre endilgados a los políticos, a los precios del petróleo y a la ignorancia del pobre, pero… ¿Nosotros? ¡Por favor!

Este ejercicio es necesario: Probar nuestro propio veneno para hacernos inmunes a él.

Ser fanático de dos equipos perdedores, pero que con el tiempo aprendieron a ganar, como los Tigres de Aragua y La Vinotinto, me enseñaron al menos tres consejos para ser ganador:

1- El primero que tiene que creer en sí mismo es usted.
2- De las derrotas se aprende.
3- Persevere: Todos los que ganaron lo lograron porque nunca se rindieron.

Por ello la primera afirmación que debe hacer el Antichavista es: Usted es un neurótico perdedor.

Uno de los casos más evidentes lo encontramos en aquellos venezolanos que creen que Capriles ganó las elecciones a Maduro y que por “falto de bolas” no reclamó su vaina. La verdad es que la Mesa de la Unidad Democrática (MUD) podía auditar en sistema de transmisión de datos y las boletas electorales, mas no el Registro Electoral permanente (REP) ni el Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (Saime).

Según los resultados electorales emitidos por el Consejo Nacional Electoral, Nicolás Maduro ganó las elecciones presidenciales por poco más de 200 mil votos, eso al sumar los sufragios de las embajadas. Las cuentas de las máquinas y las cajas no solo cuadran, también el hecho que en algunas mesas el PSUV haya obtenido el ciento por ciento de los votos es, sin pruebas en la mano que demuestren lo contrario, una curiosidad estadística.

Sin embargo la MUD entregó un informe sobre problemas en la data del REP y el Saime. Por ejemplo, que 30 mil venezolanos tienen el mismo número de cédula o que existen personas con el mismo nombre, apellido (Algo así como gemelos con los mismos dos nombres y dos apellidos), día de nacimiento y números de cédula consecutivos, pero que votan en mesas distintas del mismo centro electoral. El total de los casos sumaba alrededor de 150 mil, que, en el caso que el CNE asumiera que todos ellos sufragaron a favor de Maduro, igual habría ganado por 50 mil votos.

Peor aún, luego de la denuncia –publicada por Eugenio Martínez @puzkas en El Universal y debidamente sustentada-, el CNE limpió el REP de cara a las elecciones de alcaldes del 2013 (El Dakazo) y el chavismo le sacó más de un millón de votos a la MUD. La razón: El opositor por ladilla prefirió a un chavista corrupto conocido que a un adeco antipático por conocer.

Se dice que Pinochet asesinó a más de 3 mil comunistas… y el carajo salió con votos. Claro, con una ventaja suficientemente grande.

El caso que considero el más patético: El antichavista que cree que un gobierno populista que en 2006 tenía planes diseñados para la clase media de compra de carros sin IVA, cupo de dólares preferenciales para viajero –cosa que no haría ningún economista serio en el mundo- de hasta 5 mil y de 2.500 para transacciones electrónicas (el efectivo creo que era mil) y vendiendo pollo brasileño y carne uruguaya de primera a precio de regalo, “hizo trampa” para sacarle 3 millones de votos de ventaja a Manuel Rosales y su isla rodeada de agua.

Déjeme decirle algo, usted es un mamagüevo incapaz de meterse en un barrio como Los Hornos o una Misión Vivienda como Arsenal, preguntar cuántas familias viven allí y hacer un “tanteo” sobre las preferencias electorales, o al menos si los “Betas” sobre los Pranes y las OLP son ciertos.

Usted es un pobre pendejo, como los pasteleros aragüeños que le iban a Caracas y Magallanes en los 90 porque los Tigres no ganaban, como los hijos de puta que se gastaban una fortuna comprando una camisa Nike original de Brasil y bajaban al terreno del “Pachencho Romero” a abrazar a Ronaldiño, cuando los vecinos del sur humillaban a nuestra Selección Nacional. Y aunque el mismo Ronaldo nos calificó de ignorantes por hacer esa mierda, costó una bola sacarle a las nuevas generaciones esa infeliz costumbre.

Y si usted emigra con la actitud “Me voy porque el gobierno ya no me da Cadivi para viajar”, déjeme decirle algo: Usted va a fracasar, Fracasará como toda la gente que conozco que se ha ido al menos 2 veces y ha regresado con las tablas en la cabeza, que ha pasado inmigración con casi todos los peroles de la casa, el Directv e incluso los perros (Me dijeron que la nacionalización de cada mascota ronda los Bs. 250 mil, incluyendo la mojada de mano a algún funcionario corrupto), todo para comerse los ahorros en 8 meses y regresar a su casa, la cual seguramente no pudo vender en el precio en dólares que pidió.

Usted no se va por la inseguridad, porque desde los tiempos de Carlos Andrés Pérez, los fines de semana caraqueños son más violentos que cualquier guerra civil -Recuerden la guerra de Los Balcanes-, se va porque ya no puede ponerle a su carro un equipo de sonido Pioneer para escuchar reggaeton a todo volumen y manejar rascado a su casa, o si tiene suerte, al motel. Sencillamente su burbuja social de clase media, llamada Cadivi, explotó.

Y aquellos que se ponen a hablar mierda del país desde afuera son los peores. Si a usted no se le aguaron los ojos cuando un Policía Nacional, drogado por el hijo de puta discurso manipulador clasista y xenofóbico del chavismo, mató a Kliver Roa, un niño tachirense a quien Maduro acusó de pertenecer a una “Secta de derecha”, cuando en realidad era evangélico y Boy Scout (De hecho hubo un comunicado de repudio por parte de la comunidad cristiana), le puedo decir una vaina: No vuelva más nunca a este país, conviértase en la langosta que va a un sitio a consumir los recursos y luego huye. Por gente como usted ya estamos rayados en Panamá y Colombia (Ver caso Chamo TV en Youtube).

Usted es tan miserable como los coños de su madre que hicieron negocios en Panamá y República Dominicana en complicidad con Diosdado Cabello (Entre ellos un industrial de Aragua que es dueño de un canal de televisión y hoy en día es socio del árabe que gobierna a este estado). Señor, usted no tiene nada que aportarle a mi país.

Pero no todo es malo. Hoy vi el Snapchat a una amiga a quien no veo desde enero. Ella no se fue del país porque odiara a Maduro (Tampoco votó por él y su mierda corrupta) sino por amor. Lucía muy orgullosa una camisa de la Vinotint,o que tal vez compró con lo que le alcanza su presupuesto en Panamá, o quizás fue un detalle de su pareja.

Los que nos quedamos luchando aquí no les pedimos que se regresen, porque por muy difíciles que esté su situación particular afuera, estoy seguro que está mejor que aquí. Solo les pedimos que no se desvinculen, ni dejen de sentir nuestro himno, la bandera y la camisa de la selección nacional. No pierdan la fe en los que nos quedamos ni dejen de lado el deseo de volver, así sea de visita.

Venezuela no es una mierda, mierda es su gobierno y los venezolanos que creen que este país no se levantará. Aún estamos mejor que la Alemania que destruyó Hitler o la Colombia de Pablo Escobar, por mencionar dos ejemplos.

Con los chavistas me meteré en las siguientes entregas.

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