Capítulo 2: Gestión por competencias
Yo no soy ni tan moreno, ni tan chaparrito y difícilmente
alguno de mis ancestros haya sido esclavo de los españoles –tal vez sí de los árabes-,
pero todo el árbol genealógico que he estudiado, al menos hasta 6 generaciones
atrás, tiene raíces en este país. Para mí no existe un concepto distinto a la
palabra “Patria” que no sea Venezuela.
Mi abuelo materno nació en 1912 en Lezama, estado Guárico. Por
su ubicación geográfica y época, debo admitir que era vegüero, como la inmensa
mayoría de este país, hasta que llegó la democracia. Sabía leer, entiendo que
llegó hasta sexto grado y su libro de cabecera –todo el mundo lo tiene en su “Top
Ten”- era la biblia.
Pero a pesar del respeto que le tenía mi mamá, debo admitir
que ignoraba muchas cosas. Una vez sembró unos “arbolitos chiquitos” en mi
actual residencia, que terminaron siendo unos Chaguaramos. Debimos pedir
permiso a la Alcaldía y traer a 5 obreros para poder cortarlos.
Una de sus creencias era que el “Huso Horario” correcto del
país debía ser el del Meridiano de Barlovento, porque el deber ser es que en el
momento que el sol se ubique en la mitad del país, es el mediodía.
Años después, llegó a Miraflores una persona por quien él no
hubiera votado –para él, el comunismo eran vainas del demonio, de hecho era
copeyano-, pero compartía ese mismo punto de vista. Dicen los expertos que
levantarnos media hora antes (Es decir, nuestras 6:00AM de hoy son las 6:30AM
de antes) causa una mayor generación de energía. Para ser más claro: La
cantidad de gente que necesita “pararse” para ir a trabajar a las 6:00AM –y que
antes necesitaban energía eléctrica- es menor que quienes están despiertos a
las 6:00 PM, lo cual genera un mayor consumo de electricidad, porque a esa hora
ya todo está oscuro, sobre todo en nuestro “invierno”.
Tan vez este pequeño detalle no sea toda la causa del
problema eléctrico, ya que de por medio hay una falta de inversión en
infraestructura y mantenimiento, guisos en la sub contratación de General Electric
por medio de una empresa de maletín –caso “Bolichicos”- y por supuesto la época
en la cual las iguanas están en celo, y les da por tirar sobre los gigantescos
tendidos eléctricos que hay desde Guri al resto del país.
La ignorancia de Hugo Chávez –también la de mi abuelo, lo
acepto- y un poco de ministros corruptos y jalabolas, agravaron una crisis que
podría solucionarse en parte con medidas tan sencillas como volver al antiguo “Huso
Horario”, que además permitiría sincronizarnos de nuevo con las bolsas de
valores más importantes de nuestro propio continente, tales como las de Mercosur.
Aquí falta “Gestión por competencias”, algo con lo que no se
cumple en el resto de los ministerios. Por ejemplo José Vicente Rangel y
Aristóbulo Istúriz, periodista uno y educador el otro, quienes estarían capacitados
solo para ser ministros de comunicaciones y de educación, pasaron por todos los
cargos de la administración pública. Ni hablar de Dante Rivas. O el caso de
nuestro actual ministro de educación, Héctor Rodríguez, quien no es facilitador,
y el de Ciencia y Tecnología, quien hasta no hace mucho montaba antenas microondas
en RCTV.
Y repito ¿A quién coño se le ocurre poner en la Presidencia
a un chofer de autobús?
Aunque parezca antipático el concepto de “Gestión por
competencias”, sobre todo para aquellos quienes creen en el aprendizaje
empírico, o en el dicho “más sabe el diablo por viejo…” también es de sabios
reconocer cuándo no se está capacitado para asumir ciertas tareas. Más que de
sabios, es un gesto de humildad.
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