Capítulo 5: El nuevo Stephen Hawking camina y es de Maracay
Sí, necesitaba un título “coño
é madre” para llamar tu atención.
En noviembre del año
pasado, Fernando Febres-Cordero Carrillo se convirtió en el único
latinoamericano que ha recibido el Premio "Sofja Kovalevskaja" de
investigación de la Fundación Alexander von Humbold. Dicho premio incluye un
financiamiento para desarrollar una universidad o instituto de investigación
alemán de su elección, proyectos innovadores por un período de hasta cinco
años, en distintas áreas de investigación de las ciencias, en su caso, la
física.
Como toda buena noticia, pasó
por debajo de la mesa, en una época donde el Instituto Venezolano de Investigaciones
Científicas (IVIC), otra maravilla creada por Pérez Jiménez, corre el riesgo de
ser convertido en una fuente de financiamiento de políticos por culpa del
actual ministro de Ciencia y Tecnología.
Febres nació en 1978 en
Maracay. Estudió en el Colegio San José y cursaba quinto año cuando yo me
encontraba en noveno. No compartí con él y lo recuerdo porque en todos los
lunes cívicos duraban 10 minutos más para informarnos que él había ganado
alguna olimpiada internacional en química. Al principio era un orgullo, luego
una ladilla.
Estoy profundamente seguro
que la capacidad de Febres-Cordero para la física yo no lo tengo en ninguna área
de la vida. Existen talentos que pueden ser identificados desde temprano y
Maracay es una ciudad de gente exitosa, no solo por ser cuna de reinas de
belleza y de los mejores deportistas profesionales, probablemente en unos años
también podamos exponer un Premio Nobel.
Pero en mi opinión, y con
el espíritu de que todo debe ser mejorado, yo considero que Febres fue un
talento que, o bien pudo ser promovido por un sistema educativo diseñado solo
para premiar la excelencia, o también es un sobreviviente de un embudo, al cual
no le interesa el desarrollo intelectual, personal y moral de la mayoría. Por
ello aquello de la Misión Sucre y la Universidad Bolivariana, tristes ejemplos
de mediocridad en un país cuya educación superior no es, de lejos, su principal
debilidad.
Por eso vuelvo a hablar del
“ministro de la inteligencia” Luis Alberto Machado, y su modelo de procesos
básicos del pensamiento. Por eso insisto en que tomemos al Maestro Abreu como
un ejemplo que sí es posible lograr cualquier meta. Venezuela hoy tiene más
niños músicos que los tres países que hablan alemán (Austria, Suiza y Alemania),
las cunas de los principales exponentes de la música clásica.
Si bien yo no participé en
el “Sistema”, sé ha dado pertinencia a las ideas de Machado, considerado lo difícil
que se cree es aprender a leer música. En la universidad sí cursé tres módulos
de una cátedra llamada “Procesos Básicos del Pensamiento”, basada en las ideas
de Machado y cuyo objetivo es la enseñanza sistematizada de la inteligencia.
A manera de anécdota,
recuerdo que en el segundo módulo nos enseñaban que si A+B=C, entonces C-B=A.
Si A es mayor a B y a su vez ésta en mayor a C, por supuesto que C es menor que
A. Si me hubieran explicado esa vaina así en primaria, no hubiera llevado a
reparación matemática de séptimo.
Nota del editor: Yo era
flojo y mi profesor no fue el más brillante.
Lo que quiero decir es que
no es necesario que el Estado invierta recursos en crear un sistema de
educación universitaria pública paralelo al existente. Los muchachos de los
liceos públicos siempre estarán en desventaja con los de los privados en
cualquier examen de admisión, sencillamente porque nuestros liceos imparten una
muy mala educación, que por demás tampoco “Sistematiza la enseñanza de la
inteligencia”.
Que si los hijos de los ricos
compran cupos en la UCV…Que si en el Iupfan pasan a los hijos de los generales…esos
son solo paradigmas que justifican el fracaso. A propósito, la última vez que
fui a la ahora Unefa en Maracay, había una perra pariendo en la biblioteca.
Yo sí pienso que es posible
construir un sistema educativo que nos permita solucionar problemas, no
crearlos. Entender que cualquier investigación requiere de elementos como la
observación, descripción, encontrar diferencias, comparación, creación de una
hipótesis y conclusiones o resultados. Solo así no solo tendremos profesionales
universitarios a la altura de cualquier país del mundo, también bachilleres tan
cultos como los colombianos.
¿Que el gobierno no
aplicaría un sistema así porque eliminaría la ignorancia y tal vez eso
signifique la muerte del “chavismo”? Puede ser, o también podría ocurrir que
seamos capaces como pueblo de inventar un socialismo sustentable.
Los cerebros para salir de
esta crisis existen y son venezolanos.
El principal enemigo de la
ciencia no es la ignorancia, sino el prejuicio. Neil deGrasse Tyson.
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