sábado, 14 de febrero de 2009

"Buttó y el gordito son noviecitos"

Cuentos de San Valentin (¿?)

Era el segundo juego de la final ante los Leones. Yo me encontraba sentado con Benarroch en los puestos más altos del estadio universitario. A la altura del séptimo inning, cuando el juego estaba decidido, algunos caraquistas empezaron a ponerse conflictivos.
Francisco Buttó y Juan Rincón empezaron a calentar su brazo en el bulpen del lado derecho. Como siempre, los fanáticos del universitario empezaron a gritarle "Asesino" al lanzador nativo de Maturín. Un pana, a quien llamaré "El gordito de la camisa roja" empezó a defender a nuestro cerrador, lo cual alteró los ánimos de los 5 mil caraquistas más cercanos a su puesto.
El pana no está fácil pá una coñaza. Mide como 2 metros y es una pared. Le lanzaron algunos líquidos, pero nadie quiso enfrentarle "hombre a hombre". Al final le empezaron a corear "Buttó y el gordito son noviecitos". Rincón, Buttó, los cientos de tigreros presentes y los miles de caraquistas, nos cagamos de la risa.
Tigres ganó ese juego 11 a 2.

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