En mayo de 2002, luego de la final en la que los Tigres de Aragua cayeron frente a los Navegantes del Magallanes, un grupo de fanáticos emprendedores concretó la idea de crear una asociación de fanáticos. El objetivo en su momento era ayudar al equipo a convertirse en algo grande, bien sea pintando los pipotes de basura del estadio, colocando letreros para el buen comportamiento, entre otras humildes iniciativas.Siete años después de la creación de la Asociación de Fanáticos de los Tigres de Aragua (AFTA), los jóvenes fanáticos que dimos impulso a ese arrebato de cariño hacia una divisa, hacia una camisa y hacia un estado, tal vez por suerte o quizás porque ayudamos más de lo que creímos, hoy estamos viviendo un momento que esperamos por toda una vida: Ver plasmado el nombre Tigres de Aragua en la historia del béisbol caribeño.Este es el fin de una temporada de ensueño. Luego de la pesadilla vivida en el año 2006, cuando los Leones del Caracas quedaron campeones del Caribe en el José Pérez Colmenares, más de uno tuvo una pesadilla recurrente de ver perder el Tricampeonato otra vez a manos de los caraquistas. A medida que la temporada avanzaba, Leones mantenía su supremacía en la tabla de posiciones, mientras Tigres alcanzaba su nivel de años pasados.Los medios de comunicación de la capital, el equipo Caracas e incluso la Liga –en algunas decisiones- jugaron a la intimidación y al menosprecio hacia nuestra divisa, con cualquier cantidad de adjetivos no acordes con la altura de nuestro deporte nacional.Pero el equipo siempre se creció. Fue de oídos sordos a las ofensas, y encontró en ellas fuerzas para salir adelante. En ese momento nuestra camisa azulgrana empezó a tener el peso justo de los grandes, y dieron a los Leones la mayor humillación de su historia, por encima de haber perdido las dos finales con el Magallanes: Perder en su propia casa y frente a su público el privilegio de autodenominarse el único Tricampeón de Venezuela.Pero las alegrías -y el nerviosismo- no terminó ahí. Con un equipo con una ofensiva casi tan débil como el que nos representó en la pasada Serie del Caribe, pero con muchos buenos brazos, pudo, jugando un béisbol de pequeños detalles, titularse por primera vez en su historia como monarca de las antillas.Venezuela esta vez obtuvo un título del Caribe honesto, bien ganado, sin sombras de ningún tipo, sin pelotas que caen en la cabeza de infilders dominicanos y luego el jardinero izquierdo en vez de buscar la pelota se echara a reír. Fue un título sin objeciones, jugado con el material con el que se contó.Hoy, a 44 años de su creación como divisa, los Tigres de Aragua se proclaman Campeones del Caribe por primera vez, trayendo desde México la séptima estrella a nuestro país en el béisbol de las antillas.
sábado, 7 de febrero de 2009
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