martes, 17 de febrero de 2015

“Entre lo salvaje” y el perdón


I

Hace unas semanas me recomendaron ver la película “Into the wild”, la cual me causó una gran curiosidad por los comentarios y su puntuación en IMDB (8.2). Aunque le tengo arrechera a Sean Penn (probablemente por su fecha de estreno fue financiada gracias a unas fotitos con Chávez), la verdad es una obra muy hermosa, de autodescubrimiento, autoayuda y lamentablemente basada en un hecho real.
Si bien fue una película casi ignorada por el Oscar, ya que solo Hall Holbrook fue nominado como actor de reparto –el viejo que en mi opinión tiene los mejores diálogos-, es sin duda una película de culto y altamente recomendada para quien quiera sentirse solo. “La felicidad solo tiene sentido si es compartida” fue la frase del protagonista Chris McCandle cuando al fin reconoce su apellido y su destino.
Sobre Sean Penn: Es un mamaguevo, pero también un gran actor. Como director, admito que me sorprendió con esta obra.

II

El sábado tuve el privilegio de ver clases con Marco Chávez, un profesor con postgrado en psicología y una tesis doctoral en una universidad española, sobre la conducta de los niños en las escuelas en Valencia.
A pesar de sus tesis en contra del “Bulliying” –el cual yo defiendo porque desde mi punto de vista es lo que crea el carácter-, él confesó haber tenido un grave problema con su hijo, descrito por él como un “catire hermoso”.
Marco, quien no es un tipo agraciado, cada vez que iba con su hijo a algún lado le decían “que niño tan lindo” y él respondía “Lo estoy regalando”. Tantas veces hizo ese comentario inocente, que un día en el Centro Comercial Metrópolis –hace dos años, su hijo tenía 8- provocó que su retoño saliera corriendo y se refugiara en el carro. “Papá ¿Por qué me quieres regalar? ¿Tú no me quieres?”, lo que le hizo caer en razón que durante años proyectó alguna frustración en su hijo, haciéndole un gran daño.
El niño empezó a salir mal en la escuela, mataba gatos e iguanas y decía que no sabía si su papá trabajaba.
El profesor resolvió su problema trabajando con sus propias terapias, entre ellas disfrazarse de sol en una actividad escolar para que cuando preguntaran ¿Quién es el sol? El niño respondiera: “Mi papá”.

III

Si bien los padres son los grandes culpables de las inseguridades de los niños, de hoy y de los hombres y mujeres de mañana, las personas que viven con “heridas” tienen que entender que sus problemas son consecuencia de comentarios “inocentes” –es decir, sin mala intención- por parte de sus seres queridos, o por situaciones no necesariamente relacionadas con ellos. Por tanto deben tener la fuerza y la inteligencia para no seguir generando procesos karmaticos en las personas que les rodean, o peor aún, en su descendencia.
“But when you forgive, you love. And when you love, God's light shines through you”. (“Pero cuando tú perdonas, amas. Y cuando amas, la luz de Dios brilla en ti”), fue la frase que le dijo el personaje de Hall Holbrook al protagonista, quien de haberle parado bolas y entender que la soledad no es la respuesta, no se habría muerto como un guevón.
En lo personal, cuando me insultan, insulto, jodo a quien me jode, pero si me hieren callo, porque entiendo que alguien tiene que detener ese proceso.
Para AGGC, por haberme hecho escribir de nuevo.

“Happiness only real when shared”.

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