domingo, 29 de marzo de 2009

27F

Es difícil hablar de un tema sin pasiones en un país donde se utiliza la legalidad según convenga, o donde la justicia siempre ha respondido a tendencias políticas. Pero es deber de este cronista decir la verdad, o al menos la mía.
Hace 20 años yo tenía 7, estudiaba en un colegio de curas y mi hermana en uno de monjas. Recuerdo que ese día suspendieron las clases más temprano que de costumbre y había en el ambiente un olor a bombas lacrimógenas.
Mi mamá me pasó buscando y luego fuimos a buscar a mi hermana, que estudiaba en pleno centro de la ciudad, donde el olor químico era más fuerte. Ella logró ir a la casa de una amiga, a donde la fuimos a buscar más tarde. Esa semana no hubo más clases, y recuerdo pasar a los militares al frente de la casa de mi abuela de la Barraca durante el toque de queda. Es cierto, la gente tenía miedo, pero nadie sabía lo que pasaba. Y nunca se supo.
Cualquier otra cosa que yo diga acerca de ese día sobre lo que ocurrió en Venezuela, es mentira.

Quise escribir esta crónica el mismo 27F, pero no tuve tiempo. Hay dos temas que quisiera discutir, tratando de ser -en lo posible- abogado del diablo –para ambos lados que tienen su “lado” demoníaco-.

Operación Valkiria
Este año Tom Cruise protagonizó una película sobre el último intento de asesinato –que se conoció- a Adolfo Hitler. Según la trama de “Operación Valkiria –y así cuenta la historia- los nazis tenían una estrategia en el caso que Adolfo Hitler muriera, y era sacar a los militares a la calle. Todo país tiene ese plan, incluso los Estados Unidos. En Venezuela, para la ciudad de Caracas, se llama “Plan Ávila”, del cual se generó todo un debate por su posible implementación el 11 de abril de 2002.
La obligación de todo Estado es garantizar el orden público. Si se utilizó la fuerza en exceso, pues los tribunales de los 2 gobiernos que hemos tenido luego de la salida de Carlos Andrés Pérez, debieron buscar a los responsables y encarcelarlos. Pero no lo hicieron.

Nacimiento de una tendencia política
El 27F ha servido para justificar todo, por ejemplo el 4F, 27N, e incluso el ex candidato presidencial Enrique Salas Römer dijo que ese día la gente salió a la calle pidiendo descentralización. La gente salió a saquear por el aumento exagerado de la gasolina, que afectó a los alimentos, bienes y servicios. El robo se convirtió en un “desnalgue” y alguien tuvo que poner orden, de la manera menos deseada.
Nadie puede atribuirse como bandera política las acciones de una multitud fuera de control. Me parece que cualquier persona, de la tendencia política que sea, que en vez de pedir justicia –y teniendo al poder judicial de su parte para hacer lo que le de su regalada gana-, quiera dar un color político al asunto, es un miserable y un hipócrita.

El 27 es una fecha para recordarle a los venezolanos, sobre todo los de clase media, que no se puede ser insensible al tema de la pobreza, y a los políticos, que el populismo tarde o temprano pasa factura.

Pink Floyd Money (Video)

Lo vi este sábado en VH1 y me pareció arrechísimo. Cuando se me pase la arrechera con Luis Sojo volveré a escribir. Saludos.

sábado, 28 de marzo de 2009

Sicariato en Venezuela

viernes, 27 de marzo de 2009

Luis Sojo cantando Hotel Millenium Los Angeles

QUE VIVA EL MANAGER DE NUESTRA SELECCIÓN.

Y EFECTIVAMENTE, LLORAMOS A PUNTA DE 5 ERRORES FRENTE A LOS KOREANOS.

lunes, 23 de marzo de 2009

Nine Inch Nails - Closer

Director: Mark Romanek. Verdaderamente gótico.

domingo, 22 de marzo de 2009

Mitología del Beisbol Mundial


Extractos de nota de Roberto Rafael Sánchez Labrador.-

"...SEGUNDO MITO: ¿Beisbol en Asia? ¿Y con qué se come eso? ¿No se supone que en Asia solo hay pólvora, arroz, samuráis, Kung Fu, Hiroshima, Nagasaki, Mao y Hiro Hito? LA VERDAD: Japón a partir de 1865 inicia una apertura al mundo occidental donde empieza a recibir fuertes influencias del mundo "civilizado" en aspectos tales como negocios, economía, poder militar, política diplomática, industria y BEISBOL, una de las mayores contribuciones norteamericanas al desarrollo asiático. Por otro lado la expansión imperialista de los Estados Unidos sirvió para llevar al beisbol a otras latitudes y muchos países adoptaron el juego. Hoy en día la Federación Internacional de Beisbol (IBAF por sus siglas en inglés) cuenta con más de 109 países federados.
Quizás el mayor logro de los países asiáticos en el beisbol fue lograr adaptar sus tradiciones ancestrales a la dinámica del juego. Posiblemente los jugadores japoneses, coreanos y taiwaneses no sean comparables físicamente a los estadounidenses pero cuentan con un sistema de disciplina férreo inspirado en su tradición religiosa, y buscan explotar otros aspectos físicos del jugador para crear un deportista exitoso. En las ligas asiáticas el pitcheo es muy importante y las zonas de strike se reduce a lo que debería ser. Eso obliga a los lanzadores a tener un control sobre sus pitcheos para tener éxito. La mayoría de los lanzadores en Asia procuran lanzar por el lado o por debajo del brazo balanceando su cuerpo hasta soltar la pelota, a diferencia de lo que se hace en el beisbol occidental donde la mayoría de los lanzadores sueltan la bola por encima del brazo. Evidentemente los bateadores occidentales están más acostumbrados a ver una pelota que tiende a bajar cuando se acerca al home. Y la pelota de los asiáticos suele subir progresivamente. Ese mínimo detalle hace a los lanzadores asiáticos mucho más incómodos a los bateadores.
El beisbol asiático no es tan publicitado como las Grandes Ligas, pero la conducta de unos y otros jugadores es claramente diferenciada. Y llama la atención que en esos países no se hayan reportado los mismos escándalos que se ven en la Gran Carpa producto de lo que se conoce como la "era de los esteroides". Finalmente hay menos espectacularidad pero más eficacia a la hora de hacer las jugadas, lo que redunda favorablemente en los resultados. Esto de manera resumida cuenta el éxito del beisbol asiático.
Desde 1976 en adelante nunca ha faltado la presencia de equipos asiáticos en el podio final del Mundial de Beisbol, destacando el campeonato obtenido por Corea del Sur en 1982 y tampoco han dejado de estar en el podio olíimpico desde 1992. Corea del Sur es el último campeón olímpico".

"...CUARTO MITO: Las Grandes Ligas son lo mejor del mundo. LA VERDAD: Es la liga más importante del mundo, es el sueño de todo pelotero en cualquier lugar del mundo, la Serie Mundial atrae multitudes y los salarios son exorbitantes, pero los resultados al lado de lo obtenido por Asia recientemente desmiente esa aureola publicitaria. Al Beisbol de las Grandes Ligas lo acosan grandes fantasmas que alteran el curso normal de los hechos y que amenaza a la misma posibilidad de victoria de los Estados Unidos en el concierto internacional: Salarios exhorbitantes, posibilidades de huelgas, escándalos por el consumo extendido de esteroides para mejorar el rendimiento, así como la excesiva internacionalización del beisbol son nubes negras que han hecho del beisbol de Grandes Ligas más negocio que deporte".

jueves, 19 de marzo de 2009

Nada que buscar


No quería referirme al Clásico Mundial, porque en lo particular todavía estoy muy molesto con la designación de Luís Sojo como manager, y la verdad ya debí haberlo superado.
Pero debo reconocer que a excepción del primer juego contra los norteamericanos, ha dirigido al equipo a lo “Buddy” Bailey, ya que no le ha temblado el pulso al momento de cambiar a los lanzadores. Ya ni recuerdo a aquel Luís Sojo que permitió que la selección cubana le hiciera 5 carreras a su compadre Giovanni Carrara, o que metió en el róster al “Potro” Álvarez, Robert Pérez y a “Tomasito” Pérez, excluyendo a Luís Rodríguez, Ronny Cedeño y Alex Cabrera, entre otros.
Pero quiero referirme al béisbol japonés. Al momento del primer Clásico, no tenía blog, y por tanto no tengo prueba alguna que en su momento di a Corea y a Japón de favoritos. En honor a la verdad, nunca di a los cubanos de finalistas. Pero así fue.
El béisbol japonés tiene el mismo nivel del norteamericano, con la diferencia que hay menos extranjeros. Los peloteros nos hacen recordar en su bateo a “Vitico” Davalillo, porque controlan su swing y tienen mucho contacto. Su fildeo no es comparable al de un Omar Vizquel, pero tienen mucha disciplina –como característica de su cultura- y tal vez por eso hacen tan pocos errores.
De los coreanos no sé mucho. Sólo sé que le han ganado un poco de juegos a Japón y que son campeones olímpicos, venciendo a los cubanos. De Taiwán que es una pelota muy sucia, manchada por las apuestas, pero eso sí, juegan.
De corazón quisiera equivocarme, o al menos que los resultados de este sábado y domingo se conviertan en argumentos para decir que soy un rolo de loco, pero objetivamente creo que ni el imperio del norte ni los colonizadores de Sudamérica tendrán (emos) vida con los equipos del sol naciente.

miércoles, 18 de marzo de 2009

El fin del viaje





Del fin del viaje no puedo hablar mucho. No conocí La Llovisna ni Guri, por tanto tengo que volver. Visité el parque Cachamay, donde observé unas cascadas hermosas y unos monos encima de la feria de comida. Tomé fotos al imponente río Orinoco y viví la situación de desabastecimiento de gasolina en el oriente del país. El resto del cuento fue la descarga que le hice a mi papá durante el viaje.

Las ánimas de Tocorón

Once fuimos los panas que estuvimos em la finca de un amigo, a quien llamaré “El Gordo” a pasar el último viaje en el cual estaríamos todos juntos. Era el mes de agosto, un mes después de habernos graduado del colegio, y decidimos pasar dos días juntos antes que cada quien partiera para la ciudad donde se encontraba su futura universidad.
Déjenme hacer un ejercicio mental para colocar apodos a los otros ocho. Perdón, siete, porque también estaba “Calabozo Dundie”, a quien ya he nombrado en mis crónicas. El Enano, El Chivo, Changó, el Colombiano, Remy, Wilson y las dos mujeres, de apellidos Áñez y Youseff.
Casi todos ellos pertenecían a una pastoral juvenil que organiza el colegio. Solo “El Chivo” y yo no pertenecíamos a ese grupo, ya que uno era completamente ateo y yo tenía –tengo- mis reservas con el cristianismo.
La primera noche fue una ladilla. Los mosquitos y los 3 cd´s de Maná que trajo el colombiano me tenían enfermo. Gracias a Dios había que jode comida y dos columnas de hierro para guindar mi chinchorro.
La segunda noche parecía ser aun más ladilla. Nos reunimos en el medio de la finca a hablar paja hasta pasada la media noche. El colombiano se acostó a dormir en mi chinchorro. Una hora más tarde se paró como alma que lleva el diablo y salió corriendo por el monte. El Chivo, Calabozo Dundie, Remy y yo salimos a buscarlo. Lo encontramos en la entrada de la finca abrasado del poste divisorio con la carretera. Remy lo levantó y al colocarlo sobre su hombro hizo una señal de silencio al Chivo y a mí para que le siguiéramos el juego.
Lo llevamos a donde estábamos durmiendo. Era una estructura metálica con un techo de zinc y luz eléctrica. La actitud de todos fue “Si quiere joder, vamos a joderlo”. El colombiano siempre fue el más payaso del grupo.
Le prendieron fuego en la mano para que reaccionara. Luego le apagaron un cigarro en un pezón, Calabozo Dundie le dio una lata –beso profundo- cualquier cantidad de cosas dolorosas y asquerosas le hicieron durante su trance. Luego de un rato jodiéndolo, la mayoría decidimos acostarnos a dormir. Changó y el enano no estaban del todo convencidos de la travesura –hasta donde tenemos entendido, el colombiano no es un “Fakir” para aguantar el dolor- prendieron las luces y el pana estaba pálido, y todos entraron en pánico.
Youseff es una chama que nos contaba las experiencias espiritistas que vivía en su casa. Puertas que se cierran, luces que se apagan, cuadros que se caen, voces desconocidad… cuando ella entró en pánico todos se cagaron, excepto el Gordo, el Chivo y yo, tal vez por incredulidad.
Durante el momento de confusión –era 1997 y era una raya llevar un celular al colegio- Áñez se llevó a Youseff para orar. Minutos más tarde la chama bajó su nivel de histeria y entró en lo que parecía el efecto de un alucinante. En ese momento asumió el liderazgo en el grupo.
Nos agrupó a todos, hicimos un círculo y pidió a todos que oráramos como supiéramos hacerlo. El Chivo y yo accedimos, ya que era la única cosa “lógica” que podíamos hacer para sacar al pana de su trance. Poco a poco empezó a volver en sí, y luego Youseff se desmayó. Ambos dicen no acordarse de nada, ni siquiera el colombiano lleno de cicatrices.
¿Cómo lo viví? Confieso no haber verificado la veracidad de las pruebas que hicieron los muchachos para demostrar la inconciencia del colombiano –excepto lo del beso, eso sí lo observé y lo lamento- y por eso pudo haber sido una triquiñuela de unos niños fanáticos de la religión para convencer a los dos ateos del grupo a incorporarse a la iglesia católica. Pero yo sí sentí un ambiente distinto al momento del “exorcismo”. Lo único que puedo decir es que los únicos que no lloramos ante la desesperante situación fuimos el chivo, el gordo y yo.

lunes, 16 de marzo de 2009

Atentado a Kacito





A pocas semanas de cumplirse el lapso del Seniat para poder vender mi carro sin devolver el IVA al gobierno, fue víctima de la inseguridad de este país. Afortunadamente lo hicieron mientras no estuve en el carro, por lo cual ni me encañonaron ni me golpearon. Es desagradable dejar tu carro en un estacionamiento privado del Centro Comercial Parque Aragua y que igualito te roben. Gracias a Dios estaba asegurado el reproductor.
Para los interesados, Malyanito -Mini Tio- sobrevivió al atentado, igual que el Puf, la banderita de los Tigres, las moneditas chinas y todas las mariqueras que usualmente decoran mi carro.

domingo, 15 de marzo de 2009

Porque “David” me lo dijo

Un amigo, a quien llamo por este medio “Orteguita”, es mi mejor amigo en la universidad. También comenté por este medio una historia sobre su casa en Paracotos. En este cuento no hay principios de violaciones o demás, pero el relato es real y fue cagante.
Orteguita, su primo, un compañero de estudios a quien llamaremos “Dicado” y yo fuimos a su casa en Paracotos para hacer unas tomas de apoyo para un documental para la universidad. Nosotros nos fuimos adelante porque supuestamente habíamos cuadrado unos culos, pero nos dejaron embarcados, y esperamos al día siguiente que llegaran otros panas de la universidad para empezar la grabación, beber caña y joder.
Llegamos a la casa, empezamos a jugar dominó y nos tomamos unos “cubatas”. “Dicado” siempre nos decía que él no bebía, pero no le paramos bolas. Al pana le reventó la mamá de las peas y empezó a hacer desastres en la casa.
Orteguita, su primo y yo, en vista que no cuadramos los culos, quisimos acostarnos temprano, pero no podíamos con el escándalo. Tratamos de mediar con el pana, pero se puso muy agresivo “Es que tú me subestimas”, “No me quiero acostar un coño de madre” y demás frases.
“Dicado” era un “comegato”, es decir, escucha Iron Maiden, se viste de negro y era baterista de una banda de rock. También es muy alto. Tenía una novia a quien llamaremos “Gelida”, bonitica, se vestía de negro pero ella era chiquitica. Parecían una pareja estable, hasta que a mediados de carrera terminaron.
A eso de la 1am las cosas se calentaron más. Orteguita –ya arrecho- le pidió en la cocina que por favor no le destrozara la casa. “Dicado” miró que en la cocina había un cuchillo y un vaso de vidrio. Gracias a Dios tomó el vaso de vidrio y se lo reventó en la cara a Orteguita.
Orteguita era en aquel momento extra de novelas de RCTV. Pensó que su carrera había terminado porque vio sangre en su nariz e inmediatamente le dio a Dicado la coñaza de su vida. Orteguita mide poco más de 1.60, pero está en forma. Luego de dos minutos echándole coñazo, al punto de desmayarlo –y gracias a mis súplicas- detuvo los golpes a su ya inconciente rival.
Ese momento lo aprovechamos para amarrarlo, grabamos un video y cada quien tomó un palo para volverlo a noquear de ser necesario. Cuando despertó empezó a decir disparates. Habló con la nevera y nos dijo que “ella” le había dicho que en la mañana empezaría a hacer hielo. Pero eso no es todo. En la universidad a mi me gustaba mucho una chica que no me paraba bolas. El pana se dirigió a mí para decirme que ella sí quería tener algo conmigo. “¿Y tú cómo lo sabes? Y me respondió “Porque David me lo dijo”. “¿David? ¿Quién coño es David?” y en ese momento empezó a pegarse en la cara con sus propias manos, al punto de sacarse más sangre.
En la mañana lo acompañé a bañarse, claro, yo armado. El chamo se disculpó y prometió no denunciar a nadie –en efecto no lo hizo y eso fue hace 7 años-. Se fue de la casa. Nosotros llamamos a los panas que iban a ir a la casa para que no vinieran y nosotros regresamos a nuestros hogares.
“Dicado” pasó dos semanas sin ir a la universidad, sometido a exámenes médicos. Todo el mundo se enteró del cuento real –nosotros dijimos que nos iban a atracar, pero que él había llevado la pero parte- y lo tomaron a chiste. Otro pana, al que llamo “Calabozo Dundie” dijo “Si Orteguita hizo eso, yo también hubiera jodido a Dicado con facilidad”. Cada quien con su ridiculez.
Una de las personas que el frecuentaba se nos acercó para contarnos que él ataba a su novia en una cama para caerle a coñazos, y por eso terminaron. También nos echaron otros cuentos por el estilo.
Pero yo pasé una de las peores noches de mi vida. Y con respecto a la chama, nunca me paró bolas, durante los años de la universidad se la raspó un conocido cantante de salsa y actualmente es casada con un tipo normal y tiene dos hijos.

jueves, 12 de marzo de 2009

La razón del viaje



Este post está dedicado a quienes tienen la razón, pero no saben comunicarla.

Siempre hablo sobre mi jefe. Él es huérfano desde niño. Vivía en un barrio de Maracaibo con sus hermanas y sus vecinos decían que en esa casa crecerían dos putas y un marico. Su sueño era tener una familia y atender a sus hijos, y lo logró.
Las veces que hemos hablado sobre mi le he explicado sobre mi situación familiar. Yo le digo que no le tengo rencor a mi papá, pero el siempre responde con su acento “Sí se la tenés”.

Hasta el día de hoy nunca reclamé a mi papá sobre su ausencia –o su poca presencia- durante mi niñez y adolescencia. En primer lugar porque no me hizo falta, ya que soy un hombre de bien casi sin su ayuda ni apellido. También porque el ritmo de vida del ser humano hoy en día impide que los niños pasen tiempo con sus padres.
Pero la razón principal es por el carácter de mi mamá. Ella nunca le perdonará haberla dejado sola conmigo. Yo fui el receptor de ese odio que formó mi carácter, ese mismo que me hace ser cruel, principalmente conmigo mismo. También aprendí a convivir con ella, lo cual ha sido muy útil para soportar las cosas malas que trae la vida.
En este viaje quise asumir la posición de quien siempre tuvo la razón, pero que no supo comunicarla. Si algo he aprendido con mi sobrina es que los niños necesitan atención, escucharlos, pasar tiempo con ellos, estar en sus momentos claves y hacerles saber que ellos son importantes para ti.
El primer recuerdo de mi papá fue cuando tuve 5 años. Existen fotografías que corroboran que me conoció mucho antes. Me enseñó a leer, me regaló 4 tomos del libro gordo de Petete, un Mazinger, un carrito de esos que estaban de moda en los ochenta, me pagó mi educación primaria y secundaria, y recuerdo que me llevó al Safari Carabobo.
En mi adolescencia tuve un mayor contacto con él. Lo visitaba en La Victoria y cada vez que le pedí un consejo me lo dio. Pero era evidente que era yo quien estaba más pendiente de él.
Han pasado 28 años de mi nacimiento y todavía recuerdo las mentadas de madre que le daba mi madre. “Ese no se ocupa de ti”, “Le importa más su familia”, “Es un miserable”, “No te va a dejar nada”. “Cuando naciste dijo que eras negro” –haciendo referencia al papá de mi hermana-. También recuerdo momentos claves en los cuales no me ayudó económicamente y que nunca me visitó cuando llegué a enfermar.
En lo personal tengo muchas observaciones a su comportamiento conmigo. Cuando hablo sobre algún logro dice que soy un hablador de guevonadas, me trata con una agresividad con la cual no se refiere hacia mis primos, le molesta que le enseñe algo que no sabe, le da arrechera que me haya graduado en un colegio de curas y, al verse acosado por las acusaciones que le hice, entra en desespero, se pone a la defensiva y hiere con sus palabras. Toda una mala referencia para un psicólogo.
Mi jefe tenía razón, en el fondo le tengo arrechera. Le tengo rabia a su cobardía, a su actitud escapista ante los problemas que son de él –en este caso yo-, y que he recibido por casi 3 décadas todos los reproches que él justamente se ganó. No había tenido la oportunidad de decirle que la cagó, que la culpa es de él, que le tengo arrechera porque nuca me dio la atención que merecí, porque siempre faltó un padre que me enseñara –entre otras cosas- a tirar coñazos, a caerle a una mujer con el único propósito de cojerla. Pero siempre tuve tiempo de decirle que el tema no importaba, para hablar de política, jugar damas chinas y conseguirle las entradas para la final Tigres contra cualquier rival.
Un amigo, a quien llamo Leopoldo, me dijo “No seas cruel, mira que él te enseñó a venir a los juegos”. Error, quien me llevó a los juegos de pelota y me regaló mi primer guante fue el papá de mi hermana, 7mo venezolano en llegar a las Grandes Ligas.
Hace dos años fui a consulta con una psicóloga. Me dijo que de mi personalidad tome mucho de la agresividad y repulsión de mi mamá, y hacia la pareja adquirí la actitud escapista e irresponsable de mi papá. Tal vez el sincerarme en este aspecto me ayude a ser feliz en el futuro.
Coño, creo que es el post más profundo que he escrito.

La sabana no quiso ser descubierta






(Especial de vacaciones parte IV)

LA sabana no quiso ser descubierta porque cayó un palo de agua arrechísimo. Sólo pude conocer dos cascadas, la de El Jaspe y la otra grandota. Manejé que jode. En el kilómetro 88 observé cómo taparon en una Land Rover el surtidor de gasolina con una botella de plástico. "Solo en Venezuela".

La Calabresa y Matombo








(Especial de vacaciones parte III)

Nos levantamos un poco más tarde el tercer día de nuestro viaje. La misión era llegar al Brasil, específicamente a Boa Vista, capital del estado Roraima, al sur de Venezuela.
El objetivo tuvo dos serios reveses. Primero que mi papá no llevó su pasaporte porque “no le convenció” el viaje a Brasil, y segundo porque no nos iba a prestar la camioneta a mi primo y a mi, dejándonos a expensas de los taxistas que nos iban a cobrar la carrera a precio de gasolina internacional.
Esos fueron los primeros encontronazos con mi papá. En una oportunidad se quejó fuertemente porque le regañé, ya que ya vía a Brasil olvidó entregar las llaves de la habitación del hotel. Dijo “Con ese carácter no debes tener amigos”. Por un momento mi mamá entró en mi consciencia y me dijo “Y quién se cree ese guevón, si ni siquiera conoce a tus amigos”. Al final de viaje se lo dije, pero quisiera dedicar el último post al por qué decidí hacer este viaje con mi papá y no con un culo.
En Santa Elena de Uairén existen graves problemas con la gasolina. Si bien hay dos estaciones internacionales que venden la gasolina mucho más alta para nuestros visitantes del Brasil, muchos lugareños se prestan para traficar con gasolina. Ejemplo, un Corsa de un habitante de esta ciudad venezolana carga 200 litros de gasolina. Sin embargo, basta con decir a los militares que custodian las bombas que eres turista y te permiten echar gasolina sin cola.
Santa Elena también es Duty Free. En los comercios del pueblo y tiendas especializadas venden mucho alcohol a buen precio. Ropa Tommy y lentes de marca se pueden conseguir en una tienda a pocos metros de la línea divisoria, y en los pequeños comercios se encuentran electrodomésticos pero de marcas no tan famosas, así que es más atractivo viajar a Punto Fijo o a Margarita para comprar buenos artefactos de marca.
Ya en plena frontera, del lado de Venezuela, no se piden muchos documentos a los venezolanos, y tampoco en Brasil. Son los “canariños” los que necesitan pasar por varios puntos de control para entrar a Venezuela, donde además de la gasolina, los precios del puerto libre son atractivos para ellos. Pocos metros después de los monolitos, un policía brasilero te dice que puedes estar en Pacaraima –conocida por nosotros como La Línea- sin presentar pasaporte.
Pacaraima es un pueblito de 4 calles, pero muy identificado con Brasil. En sus calles la gente es alegre como los venezolanos, pero hablan portugués, y en vez de regaettón, escuchan samba a todo volumen. Los recuerditos son caros, y por eso sólo compré chocolates y unas botellas de vino brasilero a 20 mil de los viejos –aceptan bolívares-.
Lo mejor de este pueblito son sus churrasquerías. Tienen un “All you can eat” que por 25 mil –de los viejos- comes toda la carne que puedas. Salimos reventados de la “hartazón”, y mi primo y yo reímos cuando nos dieron de probar una calabresa, que es un chorizo condimentado a lo brasilero. Inmediatamente recordamos a Matombo.
Hay una calle en el pueblo que rodea la línea divisoria. Viven en Brasil, pero el terreno baldío que tienen al frente de su casa es Venezuela. Nos tomamos unas fotos en los monumentos de Bolívar y Pedro I, leímos las placas de inauguración de la carretera y de la línea divisoria, hecha en una primera etapa por los Presidentes Collor de Melo y Carlos Andrés Pérez –ambos enjuiciados por corrupción- y de los Presidentes enrique Cardoso y Caldera –mucho más honestos que sus predecesores-.
Por último fotografié un monumento a los soldados de selva brasileros, que según la gráfica domesticaron Tigres –y después hablan paja de los argentinos- y por supuesto un anuncio de Carmelo Style. Su franquicia es más arrecha que Mc Donalds y su ego más grande que el de nuestro actual Presidente.
Volvimos a Venezuela. Visitamos un pueblito indígena llamado San Antonio, reservamos en una posada atendida por un muchacho fanático de los Tigres de Aragua –no le tomé foto- y nos bañamos en unos pozos ubicados cerca del aeropuerto internacional de Santa Elena. Dos cosas me llamaron la atención, primero que el aeropuerto está decorado como las “churuatas” de los pemones, y segundo que el gobierno actual ha hecho casas bonitas para los aborígenes e incluso les ha dotado de transporte, pero ellos siguen fabricando sus “churuatas” para hacer vida social.

miércoles, 11 de marzo de 2009

Meeting Gran Sabana. Eating Lapa





(Especial de vacaciones parte II)

Nos levantamos no tan temprano el segundo día de viaje. Desayunamos en una arepera de la urbanización “Los Olivos” –En Puerto Ordaz así se llama una urbanización bonita-. Comí una arepa de pernil y arrancamos rumbo a Santa Elena de Uairén.
El primer poblado que transitamos fue San Félix. Mucha gente dice “Puerto Ordaz es bonita”. De bolas, Puerto Ordaz es a San Félix lo que es Las Delicias a Caña de Azúcar, o Chacao a Petare o La Isabelica a Guataparo. Son una misma ciudad, pero la gente pobre está arrimada a un lado del río Caroní. Las ganas que me dieron de salir tan rápido de ese pueblo fueron satisfechas gracias a las grandes avenidas que tiene el lado feo de Ciudad Guayana.
Mi primo manejó en la mañana mientras yo dormía. Cruzamos Upata Guasipati y El Callao. Solo escuchamos que había problemas con la gasolina por esa zona tan inhóspita del país. Tomé el automóvil en Tumeremo y manejé hasta el “Kilómetro 88”, población más al sur de Las Claritas. Hicimos una parada en el río Cuyuní, cercano a la cárcel de El Dorado, para tomarnos unas fotos, como la que está publicada.
Ya en el “Kilómetro 88” hicimos una parada para almorzar. Ya teníamos 6 horas de camino. Decidimos comer una ración de Lapa para cada uno y una adicional de venado para compartir. Nos clavaron 170 mil bolos, ya que nos cobraron a 40 mil cada plato. Ciertamente la Lapa y el Venado son animales de cacería y no tan comunes de comer como el pollo. Como dato importante, en ese sitio es obligatorio echar gasolina.
Solté el volante y tomé mi cámara para tomar fotos al entrar a la Gran Sabana. Primero iniciamos una subida como la de Ocumare, tanto por sus curvas como por su clima. Allí se encuentra una piedra con una virgen, pero no nos detuvimos porque dicen que es un sitio peligroso con la inseguridad.
Al alcanzar los 1.440 metros inició la planicie. Todo un espectáculo. Subimos a un monumento para “El soldado pionero”, supongo que las primeras expediciones las realizaron militares venezolanos. Desde ese lugar se puede divisar Guyana, o mejor dicho, la selva en reclamación.
Luego de hora y media de camino llegamos a unas posaditas que nos llamaron la atención. Preguntamos por habitaciones y nos dijeron que valían BsF 60 con tres camas, pero sin aire acondicionado y con electricidad a partir de las 6pm. Ahí pude ver un salto de agua impresionante –en la gráfica-, al cual se puede llegar bajando 70 metros.
En ese lugar conocimos a una pareja de finlandeses, quienes a su vez estaban acompañados por una gorda colombiana. Hablaban perfectamente español, porque actualmente viven en España. En su viaje a Venezuela también visitaron la isla de Margarita. Comentaron que pasaron por Caracas, pero no les gustó para nada.
Continuamos nuestro camino a Santa Elena, población a la que llegamos a las 6 y media de la tarde. Un amable empleado de una tienda que vende cortadoras de grama nos dio un tour por todas las posadas turísticas desde su bicicleta. Conseguimos una habitación con 3 camas por BsF 140, con cable y agua caliente, creo que un poco más cómodo que quedarse en plena selva por BsF. 80 menos.
Comentario final. La carne de Lapa es exquisita, pero la cagada que echamos los tres al día siguiente no fue normal.

You'll never walk alone (Liverpool vs. Real Madrid, 10 de marzo de 2009)

Así se clavaron al Madrid. Porque si caminas con esperanza en el corazón, nunca caminarás solo.

martes, 10 de marzo de 2009

Post 200

Poco a poco este blog se ha convertido en mi adicción. Ya no se trata de mis historias, sino de buenos artículos publicados por mis amigos, reflexiones políticas, béisbol, mensajes al vacío y muchas cosas más. Doy gracias a la persona que hizo que empezara a escribir de nuevo, aunque ya no lea mi blog, pero sobre todo a quienes se han enganchado a esta dirección para al menos saber de mí. Prometo seguir echando cuentos e incluir a nuevas plumas –bolígrafos, escritores…- para tener siempre algo corto, pero interesante, que leer.

¿Quién vigila a los vigilantes?



“Watchman no es tan buena como Batman, pero toca un tema más profundo”. Así me describió un amigo, a quien llamaré Leopoldo, la película recién estrenada. Incluso el primero de marzo de este año el diario El Nacional abrió su primera página con un artículo sobre la obra. Hoy fui a verla y me encantó.
Sin City, V de Venganza, El Caballero Oscuro y Watchman forman parte de un selecto grupo de cómics, entiendo que fueron escritos en los años 80´s, que desnudan las perversiones y las motivaciones reales de los superhéroes. Un hombre nuclear con problemas conyugales, un humorista sádico y violador, una especie de “Batman” buho quemado y con problemas de impotencia, un hombre enmascarado que castiga el crimen con asesinatos y un superhéroe inteligente pero indudablemente homosexual, viven en un año 1985 bizarro, en el cual Estados Unidos sobrevive las consecuencias de haber ganado la guerra de Vietnam y afronta el tercer período presidencial de Richard Nixon.
Como película tiene muchos defectos. Entre ellas un casting bastante deficiente –ya que los superhéroes tienen 60 años pero ninguno aparenta más de 40- mal maquillaje, efectos de voz y malos actores, pero con una historia perfectamente narrada visualmente por el director de 300 Zack Snyder, permiten disfrutar por 3 horas en la sala de cine una película de superhéroes clase “C”.
¿Y cómo no disfrutar la historia de un (os) superhéroe (s) que tiene (n) los mismos defectos de cualquier persona que transite por tu propia calle?

lunes, 9 de marzo de 2009

Grande Orinokia




Especial de vacaciones (Parte I)

Durante la pasada final del béisbol propuse a mi papá, tíos y primos realizar un viaje a la Gran Sabana. En primer lugar porque no conocía el estado Bolívar, segundo porque era una alternativa de viaje largo y económico, tercero porque no tenía que viajar en avión y cuarto porque tal vez por Brasil se podían realizar algunos ilícitos cambiarios –es broma, yo nuuuuunca haría eso-.
Salimos de La Victoria el día jueves en horas de la madrugada. Tomamos la vía de los Valles del Tuy para evitar la cola de Caracas, decisión positiva porque tampoco conocía esa zona. En varios trayectos de la vía hay muchos derrumbes. Habitantes de la zona se dedican a limpiarla y reciben de los conductores un pequeño pago por peaje.
Almorzamos en El Guapo. Comimos cochino –light, por supuesto-, cachapa, tostones y plátano. Nos clavaron con BsF. 110. A partir de ahí tomé el volante de la camioneta 4Runner de mi papá.
La siguiente parada fue en el distribuidor que conduce a Barcelona y a El Tigre. A pocos metros antes de lo que alguna vez fue un Peaje, nos paramos a comprar hielo y papel sanitario. El calor era impresionante y pensé en lo que me esperaba en Puerto Ordaz.
Cruzamos de norte a sur al estado Anzoátegui. Luego de mucho trayecto llegamos a El Tigre, ciudad que se encuentra en el medio de este estado. Si bien es un pueblo grande, tiene muchas cosas curiosas, entre ellas los semáforos poseen un indicador en segundos para saber en cuánto tiempo va a cambiar de color. También hay mucho movimiento de construcción de centros comerciales.
Seguidamente transitamos otra laaaaarga carretera que nos llevó al sur del estado Monagas, donde se hace la conexión hacia el segundo puente sobre el Orinoco. La carretera, que tiene un canal y hombrillo, no posee ningún hueco y a los lados se puede divisar un sembradío de pinos que por momentos te hace olvidar que te encuentras en Venezuela.
Luego de 10 horas de carretera llegamos al puente Orinokia. Sencillamente es imponente, tanto como el río al cual atraviesa. Una obra de ingeniería que hay que agradecer al actual gobierno nacional.
Pocos minutos después llegamos a Puerto Ordaz. Sin duda la ciudad más moderna de Venezuela. Amplias avenidas, grandes islas arborizadas, distribuidores que llevan a las sedes de las empresas básicas y señores ¡NO HAY COLA! Un gran proyecto de ciudad desarrollado por la Cuarta República.
Ya en la ciudad fui al Centro Comercial Orinokia. Es largo, pero no más grande que la mayoría de los Sambil o Las Américas, pero con mucho lujo y con las mismas tiendas que puedes encontrar en cualquier edificación de la familia Cohen. Nos quedamos en una posada que nos recomendó una gran amiga, la cual resultó ser limpia, confortable y agradable.
En la noche disfruté de un tour turístico que me dio mi amiga por la ciudad guayanesa. En las discotecas pude observar algo similar a lo que había visto en el Orinokia: Muchos hombres rumbeando con hombres, pocas mujeres en las calles y nadie les “caía”. Repito, me encontraba en Puerto Ordaz, no en Valencia. Cuando le expliqué a mi amiga que los hombres en Maracay son palos de agua, ella me dijo que le interesaría darse un “paseíto” por mi ciudad. Conclusión: En Puerto Ordaz hay más maricos que mujeres bonitas.
Finalmente, nunca pude corroborar el calor de esa ciudad. Cayó un palo de agua tan impresionante que en la noche que pernocte hizo mucho frío. Hasta el momento creo que la ciudad más calurosa de Venezuela es Maracaibo, y en segundo lugar Maracay.

miércoles, 4 de marzo de 2009

Suspendido hasta nuevo aviso

Siguiendo con el tema familiar, me voy de trip con mi papá por el sur de Venezuela, y aspiro llegar al norte de Brasil. Si encuentro un Tepui con Wi-Fi prometo escribir, claro, siempre y cuando a alguien le de la gana comentar alguna verga que haya escrito.

martes, 3 de marzo de 2009

Abuelito




Rafael Ramón Montenegro, la elefanta Lucky y Jorge Montenegro. La foto más maracayera que encontré.

“En Maracay hay más llaneros que en San Fernando de Apure”
Luciano Cordero, ex gobernador de Aragua.

Yo no hablo mucho sobre mis orígenes familiares, tal vez porque lo considero irrelevante para mis lectores. Solo hablo de mi sobrinita, de quien me siento profundamente orgulloso.
Mi abuelo se llamó Rafael Ramón Montenegro Utrera. Nació en Lezama, estado Guárico, un 31 de enero de 1912. Tuvo 3 hermanos y 7 hermanastros, de los cuales dos murieron muy jóvenes.
Era hijo de Pedro Rafael Montenegro y Natalia Dolores Utrera de Montenegro, ambos nativos de esa zona de Guárico, según pude interpretar en algunos documentos que leí del registro principal de San Juan de los Morros.
De joven administró la fortuna de la familia compuesta por varias tierras, entre ellas “La peña del naranjo” y “Las Lajitas”. En ella tenía ganado y en los años 40 las alquiló para perforación y búsqueda de petróleo.
Según me cuenta mi familia, él tuvo que repartir toda esa fortuna entre sus hermanos al morir su padre en 1936. Fue copeyano, masón, era blanco, tenía cabello oscuro, ojos “aguarapados” y medía 167 cm según su registro militar. Siempre pagó sus deudas.
En los años 50 se mudó con su esposa y 4 hijos a Maracay. Solo mi mamá le dio dos nietos. Trabajó como transportista y empleado de la gobernación. Pasó sus últimos días cuidando las plantas del patio de su casa en La Barraca.
Murió el 3 de noviembre de 1997, un día antes de inscribirme para comenzar la universidad, luego de 50 años con Mal de Chagas, enfermedad que le obligó a desentenderse de su función de criador.
De mis antepasados no conozco más. Tendría que ir al registro civil de Altagracia de Orituco, donde se encuentran partidas de nacimiento realizadas por sacerdotes. Mi bisabuelo nació en 1877 y dos personas pudieron ser sus padres: Rafael Montenegro ó Cayetano Montenegro. Finalmente encontré un documento que data de agosto de 1857, firmado por Carmelo Montenegro, el posible padre de mis tatarabuelos.

lunes, 2 de marzo de 2009

Sí, lo robaron en los Oscar



Especial del Oscar IV

No podía culminar estos post especiales sin referirme a lo más polémico de la noche de la entrega de los premios Oscar, la entrega a Sean Penn como mejor actor, venciendo a Mickey Rourke.
...No podía culminar estos post especiales sin referirme a lo más polémico de la noche de la entrega de los premios Oscar, la entrega a Sean Penn como mejor actor, venciendo a Mickey Rourke.
En primer lugar, no creo que una actuación tan brillante como la que tuvo el actor que hizo de Marv en Sin City, pueda ocurrir sin el liderazgo de un gran director. Darren Aronofsky es sin duda un artista a quien prometo incluir en mi lista de culto. Los planos detalles de las heridas, los planos secuencia desde la espalda de Rourke, el juego con el sonido, es sin duda es un maestro, un Scorsese en potencia –como dijo un amigo a quien llamaré Leopoldo-.
La historia es muy fuerte y confieso casi me hizo llorar. Devela a un luchador de la lucha libre en sus últimas, y que al darse cuenta que destruyó su vida y que no tiene ningún tipo de afectos en este mundo, decide entregarse a las masas, a cosas que por ridículas o peligrosas que parezcan, eres parte de ellas, y es a ellas a quien perteneces.
Si bien los Globos de Oro hicieron justicia a este actor, que supo meterse en un papel rico en drama, basado en un fuerte sufrimiento humano, es el premio Oscar el que debe hacer justicia. Como dijo un ganador de la noche, cualquier persona sueña estar en el podio del Miss Universo, la Casa Blanca o en la entrega de los Oscar.
Todo es culpa de las maricas de la academia que se sintieron identificados en lo más profundo de su ano con el personaje de Sean Penn. Y lo peor, tuvimos que calarnos sus comentarios estúpidos desde ese soñado podio.

domingo, 1 de marzo de 2009

Demasiado gay, demasiado real




Especial del Oscar III

Conocí a Gus Van Sant por video clips que realizó para los Red Hot Chilli Peppers y David Bowie. También recuerdo a Good Will Hunting –que no tengo en mi colección pirata- como una de las grandes películas que he visto. Tal vez por eso en las promociones de la película Milk aparece primero su nombre que la cara de Sean Penn.
No hay que ser morboso ni malintencionado para entender por qué a los directores de Hollywood se les hace tan fácil ambientar el mundo gay. Pero sin duda este director norteamericano lo hizo de una manera brillante.
Pero el premiado fue el actor. No sé todavía si lo hizo mejor que Mikey Rourke, pero Penn me pareció brillante como marico. Más allá de su mierda política y de su tono pedante al hablar cuando no está actuando, merece un reconocimiento. No debe ser fácil para un heterosexual interpretar a un marico de una manera tan perfecta, a menos que…
Comentario aparte merece Diego Luna, quien fue la diva de la pelúcula.

Una hermosa historia de amor de una vieja verde




Especial del Oscar II


Hace 12 años observé a Kate Winslet desnuda en Titanic. Cuando me percaté que The Reader estaba entre las películas que compró mi hermana –pirata, como tu película- no pensé que durante 30 minutos iba a observar con morbo sus pechos ya caídos, sino una actuación digna de un Oscar.
Es más, si sobre la historia hubiera leído un Plot como éste: “La historia de una vieja de 30 y dele que se coje a un quinceañero en la Alemania de los años 50” sencillamente hubiera preferido ver cualquier reallity show de VH1 o reabierto el Facebook. Pero al pasar los minutos las imágenes develaron una historia de amor hermosa, contextualizada en una lamentable tragedia.
La protagonista de Titanic actuó muy bien. No sé si mejor que las demás nominadas, o fue un Oscar por “trayectoria”, pero les invito a verla trabajar en esta encantadora historia teutona, donde se están produciendo películas tan buenas como “La Caida”.

Encantadora, pero no fue mejor que Batman



Especial del Oscar I

Mi hermana es cinéfila, y al igual que yo odia la publicidad de “Papá, me saqué un 20, pirata, como tu película”. Por ello este sábado por la noche compró más de 10 películas quemadas en las ballenas, la mitad para mi sobrina.
Rechacé una invitación a joder con mis panas del AFTA para ver 3 películas ganadoras de Oscar, y “Peluquería para perros” de mi sobrinita. La primera que coloqué en mi DVD fue “Slumdog Millionaire” de Danny Boyle, quien es para Leopoldo y para mi “Papá Dios escocés”, aunque según Wikipedia nació en Manchester, tan británico como los Red Devils y los hermanos Gallagher.
El director de tres de mis películas favoritas, como son Shallow Grave, Trainspotting y La Playa, apostó por una historia positiva, ambientada en la miseria que vive el pueblo indio, y específicamente sus musulmanes.
Se parece que jode a Ciudad de Dios, incluso encuentro similitudes entre el hermano de Jamal –el protagonista- con “Ze Pequeño”, el villano de la mejor película latinoamericana de todos los tiempos –hecha por Miramax-.
Boyle hizo maravillas visuales como con sus películas con Ewan McGregor, supo meterse en la realidad del tercer mundo indio, que al igual que el chino y tal vez el mexicano, viven un crecimiento acelerado y tiene un contraste entre la marginalidad y el progreso, el lujo y el ganarse la vida como un vagabundo, no sin antes disfrutar de la belleza del Taj Mahal.
Gracias al Facebook –que volví a cerrar en estos días- pude hacerle el comentario a una compañera de estudios que no veo desde que se mudó para España, pero que sabe que jode de cine. Ella argumenta que “Slumdog Millionaire” merece el Oscar más que Batman por la historia humana que hay detrás de ella. Yo creo que no existe nada más humano que el bien y el mal, y en eso El Caballero Oscuro dio cátedra.
Pero sin duda la fantasía india fue mejor película que “El extraño caso de Benjamin Button”.