La diarrea y yo

Quienes me conocen saben que mis problemas de barriguita son más rudos que los del común de la gente. Siempre he tenido un estómago delicado.
Luego de 8 días de diarrea y 4 de tratamiento médico, el pasado viernes se cerró el grifo, para decirlo de una forma elegante.
Muchas cosas han pasado por mi cabeza en estos días, entre ellas:
1- Es una cagada que el gobierno no atienda las solicitudes de divisas de las medicinas. De los 5 medicamentos que me prescribieron, solo hay 3, por lo que tuve que comprar sus equivalentes. Yo algún día iba a parar de cagar, pero qué pasa con los enfermos de Sida, que no tienen medicinas en Aragua. Gran sensibilidad de quienes nos gobiernan, que no atienden esa necesidad humana solo por no bajar el nivel de nuestras reservas internacionales, parte de ella para seguir regalando plata.
2- Cualquier frase con la palabra “diarrea” da risa.
3- Al quinto día me puse sensible. Recordé lo momentos importantes de mi vida, como el primer juego de los Tigres al que fui, mis idas de putas, los campeonatos de los Tigres…
4- Por muy difícil que sea alguna situación de salud, decirle a un (os) amigo (s) que le (s) quieres es muy homosexual.
5- El domingo volví a ver la película “La milla verde”. Por un momento quise tener cerca de mí a un negro que me curara con solo acercar sus labios y luego botar por su boca mi enfermedad. Otro chinazo.
6- Por muy cómico que parezca nadie debe comentar sobre sus malestares estomacales en Facebook. Coño Javimar, usa el MSN, es un poquito más privado.
7- Que bonito es ver un pupú en tu poceta gordito, grueso, sano… Chinaaaazoooo.