Si bien no se pudo celebrar la clasificación en el estadio, gracias a una increíble reacción del Caracas ante el Magallanes, hoy se consumó un secreto a voces, la séptima clasificación consecutiva a semi final de los Tigres de Aragua, y en la que esperemos conquistemos nuestra séptima final y tercer título al hilo.
Aragua supo administrar la temporada, una zafra llena de rumores, de resultados que no llegaban… Por segundo año consecutivo tuvimos una pésima importación, donde sólo el nombre de Sam Fuld brilló y el de Kile Middletón no deslució. Un año de tristezas para el fanático, que vio partir a algunas figuras y que aun espera con ansias un milagro, que es ver a Miguel Cabrera vestido de Tigre reclamando su quinto campeonato como profesional.
Pero los felinos fueron gerentes de las dificultades. Se pudo obtener a un Pedro Liriano y a un Matt Tolbert que aportarán mucho al equipo, se hicieron cambios dolorosos, como la salida de Rubén Salazar y Wilfredo Romero, que serán para el bien de estos peloteros y de quienes hoy pueblan nuestra banca o juegan en la Liga de Desarrollo, y una vez más alcanzamos el mes de enero sin el aporte del “Muchacho de la Pedrera”.
Todo este éxito tiene muchos nombres, en primer lugar un Manager “Buddy” Bailey, quien dio cátedra en el manejo de sus lanzadores, en tal vez la temporada donde los lanzadores han recibido más castigo. De igual manera la Gerencia de los Tigres de Aragua hizo los movimientos necesarios y a tiempo para clasificar cómodos y antes de la llegada de la noche buena.
El trabajo no termina aquí. Una afición con sentido crítica y acostumbrada a ganar olvidará fácilmente la extraordinaria labor de Yorman Bazardo, Jesús Delgado, José Mijares y el sorprendente José Rada si no se alcanza la ronda definitiva, así como las tradicionales jugadas de feria de Luis Maza y Sam Fuld, y la explosión ofensiva de Héctor Giménez, Raúl Chávez y Wilson Ramos.
Aragua se enfrentará a unos Leones que lucen inspirados, y con seguridad romperán la marca de 41 victorias impuesta por los Tigres en las pasadas temporadas. También será difícil vencer a unos Cardenales que lucen profundos en su picheo y abundantes de talento. Por confirmar la clasificación de Tiburones y Águilas, quienes aun luchan con Magallanes los últimos dos cupos. Cualquiera de ellos se puede inspirar.
Sigamos adelante, optimistas y atentos, porque es en enero cuando la temporada empieza a tomar su verdadero color.
Aragua supo administrar la temporada, una zafra llena de rumores, de resultados que no llegaban… Por segundo año consecutivo tuvimos una pésima importación, donde sólo el nombre de Sam Fuld brilló y el de Kile Middletón no deslució. Un año de tristezas para el fanático, que vio partir a algunas figuras y que aun espera con ansias un milagro, que es ver a Miguel Cabrera vestido de Tigre reclamando su quinto campeonato como profesional.
Pero los felinos fueron gerentes de las dificultades. Se pudo obtener a un Pedro Liriano y a un Matt Tolbert que aportarán mucho al equipo, se hicieron cambios dolorosos, como la salida de Rubén Salazar y Wilfredo Romero, que serán para el bien de estos peloteros y de quienes hoy pueblan nuestra banca o juegan en la Liga de Desarrollo, y una vez más alcanzamos el mes de enero sin el aporte del “Muchacho de la Pedrera”.
Todo este éxito tiene muchos nombres, en primer lugar un Manager “Buddy” Bailey, quien dio cátedra en el manejo de sus lanzadores, en tal vez la temporada donde los lanzadores han recibido más castigo. De igual manera la Gerencia de los Tigres de Aragua hizo los movimientos necesarios y a tiempo para clasificar cómodos y antes de la llegada de la noche buena.
El trabajo no termina aquí. Una afición con sentido crítica y acostumbrada a ganar olvidará fácilmente la extraordinaria labor de Yorman Bazardo, Jesús Delgado, José Mijares y el sorprendente José Rada si no se alcanza la ronda definitiva, así como las tradicionales jugadas de feria de Luis Maza y Sam Fuld, y la explosión ofensiva de Héctor Giménez, Raúl Chávez y Wilson Ramos.
Aragua se enfrentará a unos Leones que lucen inspirados, y con seguridad romperán la marca de 41 victorias impuesta por los Tigres en las pasadas temporadas. También será difícil vencer a unos Cardenales que lucen profundos en su picheo y abundantes de talento. Por confirmar la clasificación de Tiburones y Águilas, quienes aun luchan con Magallanes los últimos dos cupos. Cualquiera de ellos se puede inspirar.
Sigamos adelante, optimistas y atentos, porque es en enero cuando la temporada empieza a tomar su verdadero color.
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