Con relación a la nueva política cambiara para viajes al exterior, aprobada por Cencoex a partir de su publicación en Gaceta el 10-4-2015, me tomé la libertad de enviar los detalles de la medida vía Whatsapp a mis amigos dentro y fuera de Venezuela.
Las reacciones no se hicieron esperar, tanto en mi teléfono como en redes sociales. En uno de esos envíos me puse a conversar con la hermana de una chica que siempre me ha gustado. Ella me preguntó que cómo iba a hacer el venezolano para poder viajar al extranjero con esas limitaciones. Le dije lo siguiente:
Supongamos que tu hermana me hubiera parado bolas y eligiéramos un destino en común como Cancún para pasar nuestra luna de miel. En un país normal, eso implicaría invertir mis ahorros en ese viaje, ya que las normas de cortesía indican que la fiesta del matrimonio debe pagarla la familia de la novia.
Pero en Venezuela, eso significa lo siguiente:
• Ir a fin de mes para poder sacar 600 dólares en efectivo cada uno por los cajeros automáticos.
• Pedir a una tienda que nos pase las tarjetas por el monto que queda para que nos den el efectivo a una tasa no mayor a 20%.
• Darnos la menor cantidad de lujos posibles.
• Llevarnos a los suegros –sí, a la Luna de Miel- para sacar sus cupos.
• Si nadie nos quiere “raspar” la tarjeta, comprar Iphones, S5, Ipads… cualquier vaina que se venda en Venezuela a precios absurdos (Y me consta que hay gente que las compra a más de Bs. 100 mil, porque no hay).
• Vender todo al mercado negro y así salir de deudas o amoblar la casa.
Mi pregunta: Si los “viajeros Cadivi”, somos personas con cierto nivel de educación ¿Por qué nos cuesta entender que el “Cupo viajero” es una aberración del Socialismo del siglo XXI? Si usted quiere un viaje de placer, páguelo a Simadi o a negro.
Pero ampliemos un poco el espectro y no nos quedemos con el tema de los cupos, ya que algún “político”, dirá que esta situación solo afecta a la clase media opositora, cuando en Facebook hay millones de fotos de chavistas que se dieron el lujo de conocer medio mundo a precios de ganga.
Llevemos este sistema económico a los “Bachaqueros”, que según clichés clasistas, xenofóbicos y racistas –de lado y lado- son chavistas. Ellos son unos criminales, porque están jugando a la economía ficticia con los alimentos y los productos de primera necesidad. El hecho que en Venezuela hoy no se consiga carne de res porque el gobierno quiere que se venda a Bs. 215 cuando su precio real –si incluir intermediarios y colocando un 30% de ganancia justa- debería ser Bs. 260, no es más que el reflejo de un estado que premia la vagancia y la flojera.
Eso sin incluir que con su voto han apoyado a los verdaderos “Raspa cupo” (a Bs.6.30) de Andorra, Liechtenstein, Panamá, Mónaco y a los 7 patriotas, entre ellos 6 militares, cuyas cuentas en los Estados Unidos han provocado toda una alharaca internacional, solo para tapar el hecho que quienes nos gobiernan son unos corruptos. Se estima, según fuentes medianamente serias, que hay 300 mil millones de dólares mal habidos fuera del país. Una partecita (algo así como 14 mil millones) ya se comprobó que estaba en Suiza (HSBC).
Finalmente, este mensaje se lo envié a varias chicas (que tampoco me pararon bolas). Una de ellas me preguntó ¿Y aun así quieres quedarte? “Y si la gente como yo se va ¿Quién coño va a sacar a este país del abismo?” La patria no es un trapo sucio que se usa y se bota a la basura y menos un hotel de paso, donde hay cualquier cosa, menos amor.
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