domingo, 21 de agosto de 2016

Venezuela: Un Río estancado

Hoy terminan las olimpiadas de Río de Janeiro 2016. Venezuela finaliza con 3 medallas, una de plata y dos de bronce. De nuestros 86 atletas, solo 2 tenían oportunidades reales de obtener más que un diploma olímpico, así que las expectativas fueron superadas gracias al “Batacazo” de Yoel Finol.

Pero lo que parece un éxito, en realidad nos retrasa a la que había sido la mejor actuación venezolana en los juegos olímpicos. En los Ángeles 1984 (Sí, hace 32 años, suficientes para que mi uso de razón me impida recordarlo), nuestro país también alcanzó 3 medallas de bronce. El dato: 21 deportes y 221 especialidades se disputaron en 1984 mientras que en Río los atletas se confrontaron en 28 deportes y 306 especialidades.

Venezuela está en el lote de países que tiene menos medallas que Michael Phepls y en los últimos 16 años ha sido superada en el ámbito regional por su hermana Colombia. Entre Londres y Río, Colombia ha ganado 16 medallas, 4 de ellas de oro, frente a 4 de la delegación criolla, con una sola de oro.

Venezuela ganó su primera presea en Helsinki 1952 y vino a ser superada por Colombia en número de medallas en Londres 2012.

¿Por qué el estancamiento? ¿Vivimos una debacle deportiva? Para llegar a esas conclusiones, debemos responder a varias interrogantes.

¿Hay talento en Venezuela?

Sí. El problema radica en que nuestros principales atletas masculinos de alta competencia juegan béisbol, por el atractivo económico y el desarrollo técnico en este país de la disciplina.

¿Ha sido exitoso el convenio con Cuba?

No. Si bien la isla es una potencia regional y sus entrenadores la principal razón por la cual Carabobo es el eterno campeón de los Juegos Nacionales Juveniles desde el primer gobierno de Henrique Salas Römer, su actuación olímpica hoy dista mucho de aquella delegación que ganó los Panamericanos de 1991.

De las 31 medallas de Barcelona 92, 14 de ellas de Oro, bajó a 15 en Londres, de las cuales 5 fueron doradas. De destacar su actuación en Beijín 2008, donde solo pudo alcanzar dos doradas. En Río, Cuba es superada por Estados Unidos Brasil y Jamaica. Incluso Kenia tiene más medallas.

Sin embargo, Cuba tiene mucha sabiduría que aportar en disciplinas como atletismo y boxeo. Iván Pedroso es el entrenador de Yulimar Rojas, aunque lo haga desde Europa.

Que el talento regrese

Así como Yulimar entrena en Europa, Stefany Hernández vive en Suiza y Rubén Limardo creció como esgrimista en Polonia. Nuestros atletas tienen que medirse con los mejores, y en eso la afinidad política es un estorbo para el crecimiento de nuestros atletas.

Por eso debe iniciar un proceso de reconciliación con los venezolanos brillantes que se han ido del país. Los talentos de hoy serán los entrenadores del mañana. Por eso no podemos permitir que ellos pierdan el vínculo con la tierra que les vio nacer.

Esta reflexión es válida para todas las áreas del desarrollo del país.

Juicio al COV

Desde que yo recuerdo, Eduardo Álvarez es el presidente del Comité Olímpico Venezolano. Cuando un criollo gana medalla, siempre escuchamos frases como “Recuerden que solo 60 y tantos países llegan a ganar una medalla”, como si es un logro superar a países en guerra o paraísos fiscales.

Nuestra meta como país es ser potencia deportiva más allá de Sudamérica y considero que si bien en los últimos años se construyó valiosa infraestructura deportiva en estados como Guárico, Cojedes o Trujillo, como país debemos disponer de gimnasios de primer nivel, no solo en disciplinas donde podemos ser “autodidactas” como Boxeo o Tae-Kwon-do. El atleta venezolano necesita instalaciones donde pueda entrenar con dignidad.

Sobre los resultados, no veo al Potro Álvarez, Mervin Maldonado y la esgrimista Alejandra Benítez dando una argumentación distinta a las mediocres justificaciones de Álvarez. Recursos hubo durante los últimos 15 años y la única conclusión a la llegamos es que nuestros atletas tienen que irse del país para alcanzar un alto nivel de competencia. Y por supuesto, nadie reconocerá el error, sino que intentarán transformarlo en un éxito propagandístico.

No puede ser que el Brígido Iriarte haya sido utilizado durante meses para albergar damnificados. El deporte también es prioridad social.

Gracias


Por último, quisiera dar gracias a nuestros atletas. Aunque al canal Tves le interese más destacar que sus éxitos son gracias al presidente Maduro, ustedes llegaron allá porque hicieron unas “marcas”. Se midieron en una estructura “Meritocrática” y destacaron. El viernes me toca hacer cola para ver si por fin consigo aceite para cocinar, pero al menos me sentiré orgulloso por ser venezolano, tanto por sus éxitos como por sus fracasos.

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