miércoles, 31 de agosto de 2016

La culpa es de los caraquistas



El hoy se conoció la noticia que el humorista George Harris, quien se dio a conocer por la obra “Mi país, tu país” que hizo junto a Led Valera y José Rafael Briceño, debió suspender su próxima presentación en Panamá, ya que ciudadanos de ese país hicieron una solicitud a la Dirección de Migración para que no lo dejaran entrar.


La rabia de los panameños con el humorista es consecuencia de un chiste, cuando comparó a la capital del país centroamericano -que en algún momento fue parte de la Gran Colombia y por tanto de Venezuela- como una Maturín con real. Es decir, unos edificios bonitos y lo demás en ruinas.


Me parece exagerada la reacción de los panameños. De hecho, considero que donde deberían prohibirle la entrada a Harris es en Maturín. La expresión de desprecio del humorista hacia una capital de un estado petrolero, que es más poblada que Cleveland y que con su producción mantiene el gasto del Estado en la capital político-administrativa de Venezuela, es un ejemplo del mojón mental que tiene el caraqueño.


Durante las guarimbas, más de uno dijo que “Si los gochos vinieran a Caracas otra sería la historia”. Más allá de un chiste de El Chigüire Bipolar, la historia nos cuenta que cada vez que sale un tachirense hacia la capital, se queda gobernando un coñazo de tiempo. Uno de ellos lo hizo desde Maracay durante 27 años.


Históricamente las capitales no son las grandes sedes militares ni donde se libran épicas batallas. Las capitales son, como las damas, para ser conquistadas. Tal vez por eso según la retórica política de esta semana, los provincianos van a Caracas a resolverles su peo.


La imagen que tenemos del caraqueño del Este es la de un hater de redes sociales. El del Oeste es un pobre güebón que permitió a Freddy Bernal armar y dar reconocimiento oficial a los colectivos, que no son más que organizaciones paramilitares. Lucen sus armas largas para infringir miedo, aunque se caguen si les sale un “Picurito” de El Sombrero o Valle de la Pascua.


El caraqueño es un cagado, un ciudadano que no es dueño de su destino.


Y para destruir más su moral, aquí tengo varios argumentos, muchos de ellos son joda, pero se lo merecen por mamagüebos:


- Arquitectónicamente, Caracas dejó de ser una ciudad moderna desde los años 90.


- Al priorizar el suministro de energía eléctrica para la capital durante los racionamientos, sufrió la producción de alimentos. La lógica indica que se tiene que garantizar la energía a los sectores productivos, ejemplo los pueblos que tienen silos. Parte de la crisis alimentaria fue para alimentar el mito mediático de “Si se va la luz, el caraqueño enloquece y tumba gobierno”.


- Es el sitio donde se toman las decisiones, pero no se produce nada.


- Ningún turista tiene algo que ver en la capital, más allá de una casa vieja donde Bolívar vivió alguna parte de su infancia.


- Urbanísticamente Barquisimeto y Puerto Ordaz son mejores ciudades.


- En algún momento la capital se sentía orgullosa de tener más muertos un fin de semana que cualquier país en guerra. Hoy los Valles del Tuy, Aragua y Guárico son testigos de los crímenes más atroces del continente, dejando a Colombia y México como ejemplos de paz.


- Hace 30 años, uno de cada 3 venezolanos vivía en la capital. Hoy solo alberga solo al 18% de la población.


- Distrito Capital elige la misma cantidad de diputados a la AN que Aragua, Lara o Anzoátegui.


- Es -Tal vez junto a La Paz- la capital más sucia del continente.


- Los Leones han comprado más títulos que los que ha ganado en los últimos 20 años, al adjudicarse los 3 de Cervecería.


- Hollywood ni les para bolas. En Arrival, los extraterrestres llegarán a Maracay, franquicias como Quiznos prefirieron abrir primero en Valencia, Major Lazer fue a Barquisimeto en plena crisis, Maracaibo tuvo su Live Snap y el viejito de UP aterrizó en el Salto Ángel.


El caraqueño no es más que un pobre güebón que desde su miseria mira con desprecio al 82% de los venezolanos. Yo viví en Caracas hace 14 años y ya a las 6 de la tarde tenías que encerrarte en un centro comercial o en tu casa, ya que no puedes disfrutar de un parque como Las Ballenas en Maracay. Tal vez sí tengas alguna propuesta cultural, pero una ciudad sin ciudadanos en las calles es un miserable centro poblado.


Caracas es hoy un león dormido, o en su defecto, un león capado.



Ojalá mañana me sienta orgulloso de mi capital, ya que confieso fui muy feliz durante los 8 meses que me tocó vivir allí. O en su defecto, quedará demostrado una vez más que la Patria es la Provincia.

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