Una de las pocas películas que confieso me ha hecho llorar fue “La Vida es Bella” de Roberto Benigni. Trata sobre la vida de un padre e hijo que terminan en un campo de exterminio durante la segunda guerra mundial. Para evitar mayores traumas, “Guido” miente a su hijo sobre su realidad, diciéndole que todo era parte de un juego, y quien lo ganara se llevaría un tanque.
La estrategia “comunicacional” de Guido tenía un objetivo: Ganar tiempo, así sea en un contexto donde no existía fecha ni garantía de de la derrota alemana en la segunda guerra mundial.
La publicidad, la propagada y la mentira en una situación como la venezolana solo sirven para eso, para ganar tiempo mientras en paralelo se ejecuta un plan factible que te permita salir de una crisis. Escenarios planteados por George Orwell en su novela 1984 (Publicada por primera vez el día de mi cumpleaños, pero en 1949) parecen imposibles, claro, a menos que no exista el Internet y el control militar del país lo tenga el ejército y no unos “Trenes” y sus “Pranes”.
“Ganar tiempo” para llegar a un año 4, que según la Constitución Nacional dejaría encargado al vicepresidente por el resto del período mientras no haces absolutamente nada para garantizarle el alimento a la gente, es, sencillamente, una gran estupidez. “Raspar la olla” donde ya no hay nada que raspar, o esperar que en abril la estafa de la empresa Derwick con las termoeléctricas inconclusas termine de bajarle los “breakers” a la Revolución.
Hoy hubo protestas por comida en Sabana de Parra y Yaritagua, estado Yaracuy, donde en diciembre el Psuv logró ganar 3 de 5 diputados gracias a 3 mil votos de ventaja sobre la MUD (2,62%). En Cojedes, donde salió electa por lista la “Primera Combatiente”, saquearon un camión que traía pollo. En las ciudades queman cauchos por el aumento del pasaje, falta de agua, apagones eléctricos… El pueblo (Sí, ese que votó por el comandante con poderes especiales e inmune a la kriptonita) sabe que quien les engañó no gobernará para siempre.
Solo un llamado a la cordura para los que toman las decisiones. Dentro de su inteligencia maquiavélica, el chavismo no ha demostrado ser bruto. Ya saben que no volverán a ganar elecciones más nunca y que un estallido social, deseado por sectores radicales de la oposición, así como no tiene fecha de inicio, tampoco tiene de culminación.
Guido “venció” con su particular estrategia al nazismo, al lograr que su hijo sobreviviera a un campo de concentración. Pero los problemas de economía, infraestructura, seguridad, masacres a mineros entre otras cosas, no se solucionan con mentiras de patas cortas que solo te dejan en mayor evidencia.
miércoles, 16 de marzo de 2016
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