Yo no soy adeco, mi familia tampoco lo es ni lo fue. Jamás he
utilizado una camisa con los símbolos del partido del pueblo por simpatía, pero
sí he empleado el escudo de “Pan, Tierra y Trabajo”, cuando la solidaridad por
un muerto político me ha obligado a rescatar el ícono del partido más ganador
de la democracia venezolana.
Es por eso que yo no estuve de acuerdo con la figura de
Ramos Allup como presidente de la Asamblea Nacional. Incluso me atreví a decir
que Tamara Adrián (Excelente economista y ahora primer diputado transgénero de Latinoamérica)
resultaría mejor candidato para ser el
segundo “hombre” más poderoso del país. Lamentablemente ese día me di cuenta
que mis amigos “Cristianos” tienen criterios dignos del siglo XIV para juzgar
las aptitudes de los seres humanos.
Pero a mí no me molestó que el adeco más representativo en
la actualidad retirara la imagen de Chávez del antiguo congreso y menos el del “Bolívar
mulato”, que en nada se parece a los cuadros que, a juicio del otrora niño
mantuano, eran su viva imagen. A pesar de la lloradera de los fanáticos del “comandante
eterno”, la respuesta que dio Allup ante el propio maduro fue magistral: Aquí
solo los símbolos patrios: La bandera, el escudo, el himno nacional y (a juicio
del propio Simón Bolívar) la imagen del
Libertador.
La lentitud de los procesos iniciados por la AN es
denunciada por todos los líderes de opinión. Primero que no debieron sacar la
imagen del ex presidente del hemiciclo (Como si se tratara de un retrato de Iván
Drago en Rocky IV), que Allup fue grosero, que legislan como si el país se
estuviera hundiendo y, recientemente, que no se han avocado a sacar a Maduro.
Ya allí hay un primer punto positivo: La comprensión del problema político por
parte de la opinión pública.
Pero los resultados de las muy acertadas encuestas de
Venebarómetro y Datanálisis, que han estado muy acertadas en sus resultados al
menos desde octubre de 2012 hasta hoy, demuestran datos muy interesantes. La
consultora propiedad de Carlos Croes y dirigida por Edgar Gutiérrez, plantea
que el chavismo no llegaría en un escenario de polarización a un 30%, en parte
porque ya no tienen el dinero para movilizarlo, y que de ellos, el 60% está
dispuesto a votar para revocar a Maduro.
Por su parte, la empresa conducida por Luis Vicente León,
asegura que de las leyes propuestas por la AN, como la de los cestaticket para
los jubilados, la propiedad para la Misión Vivienda y la de producción nacional
tienen el apoyo de más del 85% de los venezolanos. De hecho, la más polémica,
la de amnistía cuenta con el respaldo del 68% del país y el rechazo de solo
17%. Este último dato representaría el chavismo duro hoy, que en un 50%
respalda las demás proyectos de leyes de carácter social.
La inmensa mayoría de los venezolanos apoya a la oposición y
sus acciones. La mayoría que se tiene no es transitoria, ni lo será mientras el
gobierno se atrinchere en los tribunales para seguir robando.
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