Leí de dos de mis grandes amigos dos críticas sobre la película más taquillera de este año y que paradójicamente es hasta ahora la mejor.
Ambos escritos tenían como coincidencia la arrogancia de quienes le escribieron. La diferencia estuvo en que uno de ellos sabía de qué coño estaba escribiendo y el otro no.
Por ello decidí asumir este compromiso y colocar un nuevo punto de vista, ya no lleno de euforia por ver cómo un buen director llamado Christopher Nolan arrasa con la taquilla mundial, al igual que lo hizo Tarantino con Kill Bill. Las obras primas de ambos directores fueron “Memento” y “Pulp Fiction” –aunque vi Revervoir Dogs y es de tetas-, ganaron plata luego de haber hecho sus mejores películas.
Pero eso no quiere decir que Batman o Kill Bill estén lejos de ser películas extraordinarias, sencillamente ya ambos realizadores habían sorprendido al mundo y para nadie fue noticia la calidad de ambas producciones.
Comentario aparte merece los elementos que promocionaron más la película, como la trágica muerte de Heath Ledger y la coñaza que supuestamente dio Christian Bale a su familia el día de ayer ¿Será que Nolan los volvió locos?
La primera obra que recuerdo haber visto de este director fue “Insomnia”. Me parece lógico que una película de alguien que tiene sueño sea una ladilla. Según Wikipedia –es decir, puede ser un dato errado- esa fue la tercera película y la realizó en 2002, por lo cual no se justifica una obra tan mala sobre un libro de Stephen King y protagonizada por Al Pacino –Dato de nuevo tomado por Wikipedia, pero insisto, sí la vi en el cine-.
Luego vi Memento, gracias al amigo que hizo la buena crítica de Batman y quien comparó a la película con el libro de Frank Miller. Extraordinaria sería un adjetivo que no haría justicia lo “Maradoniana” de película que fue. Su narrativa, la psiquiatría del personaje principal, coherente utilización del blanco y negro y la narrativa en espiral –dícese de las tramas en las cuales el bueno resulta ser malo, luego un personaje complementario, tal vez un extra y finalmente vuelve a ser protagonista, pero quizás con un diferente antagonista- le hicieron una de las tres mejores películas que he visto en mi vida.
Memento me obsesionó con Nolan y corrí a buscar algo más de él. Conseguí Following, su primera película. Esta fue toda en blanco y negro, y como siempre el antagonista parece tener el control de todas las acciones de la trama. Aún no sabía que Nolan dirigió Insomnia y por ello creía que él era incapaz de desilusionarme.
En esos días me enteré que este director iba a hacer la nueva secuela de Batman. Como siempre, Nolan lo hizo a su manera y nos dio un paseo por la psicología del personaje, convirtiendo a “Batman Inicia” en una producción a la altura de las versiones de Tim Burton. En ella, el antagonista fue siempre el mismo Batman, y al final apareció un chino –o tibetano- contra el cual nunca vi pelear a Adam West en las tardes por RCTV.
En la espera de la secuela de Batman apareció “The Prestige”, película que vi el mismo día que “El ilusionista”, la cual también fue extraordinaria. En ella Christian Bale fue un protagonista lleno de secretos en una época donde los avances tecnológicos por más pendejos que hoy parezcan eran de alto impacto, concepto muy bien relacionado. En “The Prestige”, comprendes que los protagonistas de Nolan siempre tienen algo de maldad -excepto el dormilón Pacino- y que solo un mínimo de lógica y humanidad permiten que protagonistas, antagonistas y simples personajes coños de madre intenten caminar en una trama repleta de una que otra buena intensión.
En el Caballero de la Noche o Caballero Oscuro, Nolan muestra a un Batman que desea encontrar un final al camino que escogió, y así vivir una vida normal con su amada, que no es Robin. Necesita un sustituto, y cree encontrarlo en Harvey Dent, quien termina siendo el malvado “Dos Caras”. Por su parte, el Guasón es un villano digno de un héroe como Batman, megalomaníaco, psicópata y no interesado en el dinero o el poder –y sí, el antiguo vaquero de ambiente hizo un mejor personaje que mi admirado Jack Nicholson-. Alfred, Gordon y Lucius Fox mantienen sus buenos perfiles de actuación de la primera entrega de la secuela de Nolan.
Esta Batman mantuvo la constante de las películas de este director, entre ellas sus narrativas en espiral –aunque en esta entrega sabemos que Batman siempre será el bueno- y cómo de una manera tan fácil la trama se traslada entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo de la naturaleza humana. The Dark Knight es sin duda la mejor película sobre un cómic, sobre un súper héroe y sus enemigos, y por supuesto coincido con mi amigo, es una película sobre Batman.
Ambos escritos tenían como coincidencia la arrogancia de quienes le escribieron. La diferencia estuvo en que uno de ellos sabía de qué coño estaba escribiendo y el otro no.
Por ello decidí asumir este compromiso y colocar un nuevo punto de vista, ya no lleno de euforia por ver cómo un buen director llamado Christopher Nolan arrasa con la taquilla mundial, al igual que lo hizo Tarantino con Kill Bill. Las obras primas de ambos directores fueron “Memento” y “Pulp Fiction” –aunque vi Revervoir Dogs y es de tetas-, ganaron plata luego de haber hecho sus mejores películas.
Pero eso no quiere decir que Batman o Kill Bill estén lejos de ser películas extraordinarias, sencillamente ya ambos realizadores habían sorprendido al mundo y para nadie fue noticia la calidad de ambas producciones.
Comentario aparte merece los elementos que promocionaron más la película, como la trágica muerte de Heath Ledger y la coñaza que supuestamente dio Christian Bale a su familia el día de ayer ¿Será que Nolan los volvió locos?
La primera obra que recuerdo haber visto de este director fue “Insomnia”. Me parece lógico que una película de alguien que tiene sueño sea una ladilla. Según Wikipedia –es decir, puede ser un dato errado- esa fue la tercera película y la realizó en 2002, por lo cual no se justifica una obra tan mala sobre un libro de Stephen King y protagonizada por Al Pacino –Dato de nuevo tomado por Wikipedia, pero insisto, sí la vi en el cine-.
Luego vi Memento, gracias al amigo que hizo la buena crítica de Batman y quien comparó a la película con el libro de Frank Miller. Extraordinaria sería un adjetivo que no haría justicia lo “Maradoniana” de película que fue. Su narrativa, la psiquiatría del personaje principal, coherente utilización del blanco y negro y la narrativa en espiral –dícese de las tramas en las cuales el bueno resulta ser malo, luego un personaje complementario, tal vez un extra y finalmente vuelve a ser protagonista, pero quizás con un diferente antagonista- le hicieron una de las tres mejores películas que he visto en mi vida.
Memento me obsesionó con Nolan y corrí a buscar algo más de él. Conseguí Following, su primera película. Esta fue toda en blanco y negro, y como siempre el antagonista parece tener el control de todas las acciones de la trama. Aún no sabía que Nolan dirigió Insomnia y por ello creía que él era incapaz de desilusionarme.
En esos días me enteré que este director iba a hacer la nueva secuela de Batman. Como siempre, Nolan lo hizo a su manera y nos dio un paseo por la psicología del personaje, convirtiendo a “Batman Inicia” en una producción a la altura de las versiones de Tim Burton. En ella, el antagonista fue siempre el mismo Batman, y al final apareció un chino –o tibetano- contra el cual nunca vi pelear a Adam West en las tardes por RCTV.
En la espera de la secuela de Batman apareció “The Prestige”, película que vi el mismo día que “El ilusionista”, la cual también fue extraordinaria. En ella Christian Bale fue un protagonista lleno de secretos en una época donde los avances tecnológicos por más pendejos que hoy parezcan eran de alto impacto, concepto muy bien relacionado. En “The Prestige”, comprendes que los protagonistas de Nolan siempre tienen algo de maldad -excepto el dormilón Pacino- y que solo un mínimo de lógica y humanidad permiten que protagonistas, antagonistas y simples personajes coños de madre intenten caminar en una trama repleta de una que otra buena intensión.
En el Caballero de la Noche o Caballero Oscuro, Nolan muestra a un Batman que desea encontrar un final al camino que escogió, y así vivir una vida normal con su amada, que no es Robin. Necesita un sustituto, y cree encontrarlo en Harvey Dent, quien termina siendo el malvado “Dos Caras”. Por su parte, el Guasón es un villano digno de un héroe como Batman, megalomaníaco, psicópata y no interesado en el dinero o el poder –y sí, el antiguo vaquero de ambiente hizo un mejor personaje que mi admirado Jack Nicholson-. Alfred, Gordon y Lucius Fox mantienen sus buenos perfiles de actuación de la primera entrega de la secuela de Nolan.
Esta Batman mantuvo la constante de las películas de este director, entre ellas sus narrativas en espiral –aunque en esta entrega sabemos que Batman siempre será el bueno- y cómo de una manera tan fácil la trama se traslada entre el bien y el mal, lo bueno y lo malo de la naturaleza humana. The Dark Knight es sin duda la mejor película sobre un cómic, sobre un súper héroe y sus enemigos, y por supuesto coincido con mi amigo, es una película sobre Batman.
2 comentarios:
arrogancia es cuando no se conoce de lo que se esta hablando...
por cierto, reservoir dogs fue la pelicula mejor criticada de 1992
chupenme la verga
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