En el siguiente artículo demuestro que los hombres en muchas oportunidades pensamos como mujeres, pero siempre encontramos la respuesta más simple siendo básicos.
Los egresados del Colegio San José Promoción 1997 fijamos el día sábado 5 de julio de 2008 como la fecha para realizar un primer reencuentro. Lo denominamos primero, porque solo participaríamos aquellos que vivimos o mantenemos alguna conexión con la ciudad de Maracay. Para el mes de diciembre acordamos otra reunión para todos en la sede de los Hermanos Maristas de Maracay.
El día anterior trabajé hasta tarde, debido a que la empresa para la cual laboro organizó en horas de la noche del viernes un homenaje para los trabajadores que cumplen 10, 20, 25, 30 o más años de servicio. Aun así desperté muy temprano el sábado y fui al gimnasio –que abre los fines de semana- a bajar la panza.
Ejercicios en bicicleta, trotadora y algo de bíceps generalmente me dejan un tanto cansado. Sin embargo, a las dos de la tarde fui a mi primer juego con un equipo de softbol que estamos organizando en la empresa para la cual trabajo. Me fui de 4-2 con una empujada y un ponche, y como siempre, brillé a la defensiva, con saltos felinos. Al final del juego, y como es tradicional, me caí a curdas con mis compañeros de equipo.
Ya bastante agotado porque jugué campo corto –la posición más exigente del infield- durante diez innings, me llamaron dos amigos. A una la llamaremos “La hetero de clóset” y al otro “Calabozo Dundie”. Me dijeron que fuera a jugar pool, pero estaba completamente mamado.
A pesar de todo, mi nobleza me impidió sacarles el culo. Me di un baño y salí a buscares en un local de la avenida 19 de abril. Para mi desagradable sorpresa tuve que calarme una cola de 40 minutos, ya que las avenidas Sucre y Delicias, que unen al norte de Maracay con el centro, estaban colapsadas.
Legué al local y me encontré con otra amiga, a la cual denominaremos “Ballenato Princess”. Los tres expresaron su deseo de ir al reencuentro, más aun cuando “Calabozo Dundie” estudió con esa promoción del Colegio. Decidimos, con cola de por medio, ir a cada una de las casas de nosotros cuatro a bañarnos y vestirnos.
Durante todo el trayecto, en el cual invertimos desde las 7 hasta las 11 de la noche, dos amigos, a quien denominaremos “Pinky” y “Leopoldo”, nos pidieron que compráramos latas de Red Bull y Aguaquina. Ahí vino una gran polémica, en el sentido que la Aguaquina no es muy cara, pero el Red Bull sí lo es. Diez latas de Red Bull cuestan más de 100 Bolívares Fuertes, que es el costo de una botella de whiskey Etiqueta Negra en puerto libre, lo cual causó mi rabia.
Más aun, las personas que me pidieron que me gastara esa cantidad de dinero, el primero es un botarata irresponsable que gasta el dinero del banco para “pantallar”, y digo dinero del banco porque es incapaz de ahorrar 100 BsF en seis meses. Para colmo, Banesco le dio dos tarjetas de crédito, cada una por 8 “palos”, que siempre las tiene hasta el límite. El otro tiene su empresa propia con negocios en Panamá ¿Van a mandar al más pelabolas a gastar un realero en una vaina para mezclar con vodka? –Vodka con Red Bull sabe del carajo, pero el Add Rush con Smirnoff es aun mejor-.
Luego volví a hablar con mis amigos y me aclararon que solo eran 4 latas de Red Bull y el mismo número de Aguaquina. Fui con mi combo a buscar la fulana Aguaquina pero no había en ninguna licorería que estuviera abierta clandestinamente, porque gracias a decreto presidencial, en este país hay restricciones para vender caña los días feriados.
Después nos dio el ratón moral por llegar a la fiesta sin alcohol. Pensamos en posibles soluciones al problema, pero un momento revelador llegó a mi mente. Le pregunté a Calabozo Dundie “Marico, además de Pinky y Leopoldo ¿Existe alguna otra persona en esa reunión a la cual quisiéramos verle la cara? La respuesta fue terminar jugando dominó en el Bar de Freddy, todos vestidos de gala para el fulano reencuentro.
Moraleja: Si una situación agobia tu mente, y no representa una posibilidad real de tener sexo, pues mándala a la mierda.
Los egresados del Colegio San José Promoción 1997 fijamos el día sábado 5 de julio de 2008 como la fecha para realizar un primer reencuentro. Lo denominamos primero, porque solo participaríamos aquellos que vivimos o mantenemos alguna conexión con la ciudad de Maracay. Para el mes de diciembre acordamos otra reunión para todos en la sede de los Hermanos Maristas de Maracay.
El día anterior trabajé hasta tarde, debido a que la empresa para la cual laboro organizó en horas de la noche del viernes un homenaje para los trabajadores que cumplen 10, 20, 25, 30 o más años de servicio. Aun así desperté muy temprano el sábado y fui al gimnasio –que abre los fines de semana- a bajar la panza.
Ejercicios en bicicleta, trotadora y algo de bíceps generalmente me dejan un tanto cansado. Sin embargo, a las dos de la tarde fui a mi primer juego con un equipo de softbol que estamos organizando en la empresa para la cual trabajo. Me fui de 4-2 con una empujada y un ponche, y como siempre, brillé a la defensiva, con saltos felinos. Al final del juego, y como es tradicional, me caí a curdas con mis compañeros de equipo.
Ya bastante agotado porque jugué campo corto –la posición más exigente del infield- durante diez innings, me llamaron dos amigos. A una la llamaremos “La hetero de clóset” y al otro “Calabozo Dundie”. Me dijeron que fuera a jugar pool, pero estaba completamente mamado.
A pesar de todo, mi nobleza me impidió sacarles el culo. Me di un baño y salí a buscares en un local de la avenida 19 de abril. Para mi desagradable sorpresa tuve que calarme una cola de 40 minutos, ya que las avenidas Sucre y Delicias, que unen al norte de Maracay con el centro, estaban colapsadas.
Legué al local y me encontré con otra amiga, a la cual denominaremos “Ballenato Princess”. Los tres expresaron su deseo de ir al reencuentro, más aun cuando “Calabozo Dundie” estudió con esa promoción del Colegio. Decidimos, con cola de por medio, ir a cada una de las casas de nosotros cuatro a bañarnos y vestirnos.
Durante todo el trayecto, en el cual invertimos desde las 7 hasta las 11 de la noche, dos amigos, a quien denominaremos “Pinky” y “Leopoldo”, nos pidieron que compráramos latas de Red Bull y Aguaquina. Ahí vino una gran polémica, en el sentido que la Aguaquina no es muy cara, pero el Red Bull sí lo es. Diez latas de Red Bull cuestan más de 100 Bolívares Fuertes, que es el costo de una botella de whiskey Etiqueta Negra en puerto libre, lo cual causó mi rabia.
Más aun, las personas que me pidieron que me gastara esa cantidad de dinero, el primero es un botarata irresponsable que gasta el dinero del banco para “pantallar”, y digo dinero del banco porque es incapaz de ahorrar 100 BsF en seis meses. Para colmo, Banesco le dio dos tarjetas de crédito, cada una por 8 “palos”, que siempre las tiene hasta el límite. El otro tiene su empresa propia con negocios en Panamá ¿Van a mandar al más pelabolas a gastar un realero en una vaina para mezclar con vodka? –Vodka con Red Bull sabe del carajo, pero el Add Rush con Smirnoff es aun mejor-.
Luego volví a hablar con mis amigos y me aclararon que solo eran 4 latas de Red Bull y el mismo número de Aguaquina. Fui con mi combo a buscar la fulana Aguaquina pero no había en ninguna licorería que estuviera abierta clandestinamente, porque gracias a decreto presidencial, en este país hay restricciones para vender caña los días feriados.
Después nos dio el ratón moral por llegar a la fiesta sin alcohol. Pensamos en posibles soluciones al problema, pero un momento revelador llegó a mi mente. Le pregunté a Calabozo Dundie “Marico, además de Pinky y Leopoldo ¿Existe alguna otra persona en esa reunión a la cual quisiéramos verle la cara? La respuesta fue terminar jugando dominó en el Bar de Freddy, todos vestidos de gala para el fulano reencuentro.
Moraleja: Si una situación agobia tu mente, y no representa una posibilidad real de tener sexo, pues mándala a la mierda.
2 comentarios:
papito el miercoles te llame para decirte lo del red bull asi que deja la vaina, ademas al final me lleve la botella intacta para mi casa...
papito el miercoles te llame para decirte lo del red bull asi que deja la vaina, ademas al final me lleve la botella intacta para mi casa...
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