miércoles, 16 de julio de 2008

La insufrible capital


Caracas.- Dicen que sólo las cucarachas y los chivos podrían sobrevivir a un holocausto nuclear. Lo que sí es indiscutible es que los venezolanos podríamos adaptarnos y terminar echando chistes del asunto, si es que sobrevivimos.
Hoy salí prudentemente a las 4 de la mañana hacia la ciudad de Caracas, que en condiciones normales se encuentra a una hora y 15 minutos de camino –manejando como un loco hago esa distancia en 50 minutos- y un chofer a velocidad regulada no debe tardar más de hora y media en culminar el recorrido.
Llegamos a la “Bajada de Tazón” a las 5 y media de la mañana. La “Bajada de Tazón” es, para quienes no viven en Venezuela, un sector muy empinado de la autopista que conduce a Caracas y que es muy famosa por sus accidentes. Minutos antes que llegáramos al sitio, un autobús perdió los frenos y se llevó por delante a 5 automóviles y otro autobús, dejando un saldo de 22 heridos y una hora de paralización del tránsito automotor.
Al final, gracias a las maniobras de mi conductor, pude llegar a tiempo a mi reunión de trabajo. Cuento esta anécdota porque de adolescente me imaginaba trabajando en la ciudad capital, porque ahí se encuentran los cargos gerenciales de las empresas más importantes, además de la fama para quienes hicimos carrera con los medios de comunicación.
Hoy en día no quiero a Caracas ni regalada. En primer lugar, porque los sueldos en la provincia “rinden” más, no importa el cargo, y segundo porque no cambiaría la calidad de vida que tengo en Maracay ¿Cómo coño hacen los caraqueños para vivir en una ciudad cuyas avenidas en horas pico se convierten en un gran estacionamiento?
A finales de 2002 los venezolanos sobrevivimos a dos meses sin gasolina y cerveza, pero creo que es un momento para un estallido. En este país han ingresado en los últimos 4 años un millón de automóviles al parque automotor, y no se ha construido una sola avenida en las ciudades más importantes del país, y las autopistas que conducen a ellas no soportan el tráfico de las ciudades dormitorio.
Caracas necesita un alcalde. Con la aprobación de la constitución del año 1999, se creó un ayuntamiento metropolitano que, en vez de ser una “gran gobernación”, debió adecuarse a coordinar las labores de las 5 alcaldías que componen Caracas. Sus dos “burgomaestres”, han sido dos periodistas elegidos por el partido de gobierno y que demostraron una total incapacidad para gobernarla.
Finalizo diciendo que en el Este de la capital se han implementado estrategias para disminuir el tráfico, tales como la creación de “VAOS” en la autopista de Prados del Este o el polémico plan Pico y Placa, que a pesar de ser efectivo, fue eliminado por las quejas de una minoría de usuarios. Ojalá permitan a los venezolanos más capacitados al menos proponer sus nombres al electorado y competir con propuestas coherentes a la solución de los problemas de Caracas.

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