Esta película de Kubrick sinceramente me fastidió en sus primeros 30 minutos, donde solo salen unos changos pegando gritos. Pero estaba tan bien hecha que decidí verla.
Sus actos II, III y IV, fueron tan profundos que me niego a hacer algún comentario estúpido. Coño, que arrecha es esta película. Lo único que agregaría es que todas esas imágenes del viaje en el cuarto acto fueron hechas bajo los efectos de algún psicotrópico que espero no tomar en mi vida. Sin duda Kubrick te hace pensar con los ojos.
domingo, 11 de mayo de 2008
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