jueves, 8 de septiembre de 2016

Hablando paja

I: La inconformidad


Hace un tiempo Gabriel Cedeño me dijo que yo soy muy bueno exponiendo sobre un tema cualquiera, pero que he perdido el tino al hablar de mí mismo.

Intentaré en los siguientes días abordar varios temas de interés general, pero desde mi historia de vida, derrumbando algunos paradigmas sociales, o al menos colocando argumentos sobre la mesa para que la gente “hable paja”.

La “inconformidad” o las “aspiraciones”, suelen ser el motor que le dan movimiento a nuestras vidas. Siempre querer más o algo mejor nos invita a progresar, pero a veces nos cierra las puertas y las oportunidades que tenemos al frente, solo por la esperanza de esperar algo mejor de la vida.

En estos días compartí una imagen en Facebook que invitaba a confesar las cosas que tú te dirás a ti mismo de hace 5 años. A mí me gustaría darme algunos consejos, pero una década atrás.

Hace diez años compré mi primer y hasta ahora único automóvil, y fue de agencia. Gracias a él, empezó una época muy social y aventurera, iba todos los fines de semana a la playa o algún lugar que saliera entre palos y alegrías. Decíamos que todo estaba mal porque Venezuela tenía los mismos problemas de hoy, pero había dólares baratos hasta para viajar.

Recuerdo que incluso cenaba una vez a la semana sushi y bien acompañado. Si no ocurría nada esa noche me iba tranquilo, ya que al menos había pasado un rato diferente fuera de mi casa y había comido bien. Hoy estoy que le pido papo a la primera que sugiera compartir un café conmigo. Coño, un con leche grande muy barato cuesta 400 bolos.

A pesar de este chiste machista, creo que una de los consejos que daría a mi yo del pasado es que tomara más en serio a las chicas que te aceptaran una salida. Todos tenemos pasado, lo importante es construir algo positivo con quienes tienes a tu alrededor en el presente.

Tengo 36 años y soy soltero, es decir, soy candidato a morir solo y es muy posible que la mayor parte de mi vida la haya vivido en esta condición.

No se puede ser exigente o inconforme con lo que no se ha vivido. Tu vida no será maravillosa si no empiezas a construirla desde la imperfección. Habla la voz de la experiencia.

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