lunes, 10 de mayo de 2010

El tío sin seguro. Parte el 48 al 52. Malas paxis, ACV´s...


Sí, he echado el carro en mi narrativa de esta historia. Influye que mi ordenador se dañó por la presencia de incontables correos pornográficos. Pero aquí estoy, con muchas cosas qué hablar.

El Sr. Edmundo se fue del hospital. Se ganó la fama de llorón, ya que vimos sus lágrimas cuando le quitaron la férula, cuando lo colocaron en la camilla para sacarlo de la habitación y cuando le quitaron una sonda ¿Y quién coño no lloraría con la extracción de una sonda?

Su cama quedó sola el resto de la semana. La que tuvo una alta rotación fue la de “el gocho”, la 2-2. Primero metieron a un chamito malandro. Lo supimos cuando su madre dijo que su herida en la pierna la causó un tiro. Como a todo malandro, al día siguiente lo habían dado de alta sin necesidad de comprar algún material.

Inmediatamente ocuparon esa cama con un señor como de 40 y dele. Siempre anda de buen humor, a menos que esté su esposa.

Al gordito de la gorra roja lo operaron con éxito. No es malandro, parece que es albañil. Siempre está de buen humor, igual que su familia. Ingresó por una mala praxis médica durante una operación en el Hospital Central, que le dejará mal su rodilla por el resto de su vida.

Carlos, el hijo de la policía, y yo hemos hecho mayor amistad. Es la persona más conversadora de la habitación luego que le dieron de alta a Diego, quien de vez en cuando manda mensajes a mi y a mi mamá para saber cómo estamos. Carlos trabaja en un matadero de San Carlos, no tiene seguro y su padecimiento es en una pierna. Lo operarán mañana lunes, si no tiene los mismos retrasos que “el junkie”, quien tiene su historia particular.

Luego de haber sido operado el martes, padeció de una incómoda fiebre. El viernes, durante mi guardia madrugadora, su sexy internista decidió curarle la mano. Lo que vimos no fue normal. Ni siquiera los recuerdos de la antigua página web “Roten.com” se asemejan al aspecto de su mano.

Sus dedos están negros, una parte de su piel blanca y algunos de los alambres que le colocaron están afuera de su piel. La doctora utilizó yodo y otras sustancias para sacar todo el pus de su miembro. Las expresiones de dolor de “el junkie” eran tan horribles como la de quienes nos encontramos en esa habitación.

La mayor compañía que ha tenido en estos días hemos sido nosotros. Solo el domingo tuvo la visita de una enamorada, la cual hasta ahora yo no conocía. Su hermana, su mujer y su amante en drogas ya no aparecen. Gracias a Dios dice que después de la cura de su mano que le hicieron en viernes ya no tiene fiebre ni le duele tanto. Y eso que su doctora no hizo un “strepper” o un “blown job” para aliviar su dolor.

Luego de su tratamiento, le pregunté si era lanzador derecho o zurdo. Su mano, al borde de la gangrena, es su mano útil. Hablamos de Patt Vendite –el lanzador ambidiextro-, Jim Abbot –el landzador manco- y de un cerrador de Houston cuyo nombre olvidé pero que nació siendo derecho y luego de un accidente se convirtió en zurdo, alcanzando en su recta las 100 millas por hora.

Si esa historia le pareció cruel, nada se compara a la de Leonardo, quien el sábado en la noche sufrió un ACV. Aparentemente se disgustó mucho con su hermano por una discusión que tuvieron en la noche. Eso, sumado a sus problemas de tensión, provocó el accidente que le quitó el habla, al menos hasta este domingo.

La vida te pone pruebas, la vida suele ser cruel.

Ahhh, lo olvidaba. Ismael pasa algunas noches durmiendo bien y otras mal. A Raquel le preocupa que jode que la última vez que lo pincharon para hacerle una prueba de sangre, costó una bola para que saliera. Eso sumado a que en su último examen, el azúcar le salió alta. También continuaron los rumores que al final no será operado.-

Repito, la vida te pone pruebas, la vida suele ser cruel.

Fé de erratas: Eran 17 pacientes en el pasado post. Olvidé al Sr. Garzón.

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