El domingo Ismael amaneció con fiebre. Tenía su boca cerrada y el "gorgogeo" de la gente que está muriendo. Mi mamá me llamó para que buscáramos una solución con un médico en casa. Llamé a la empresa Global Care para ver si podía pagar el servicio y me dijeron que no trabajan para particulares sino con aseguradoras.
Fui a comer a la casa de mi tía, donde vive con Ismael. Ubicamos su cama clínica en el comedor, por recomendación de los paramédicos en el caso que se presentara una emergencia. Podemos decir que compartimos sus dos últimos almuerzos con él.
En la tarde hablé con mi mamá para llamar al *1 de Movilnet y pedir servicio de paramédicos. Ella me respondió que no lo hiciéramos para ahorrarle una última noche de perros como la que vivió mi abuela -también sin seguro- antes de morir. Ella fue a la casa y yo salí al Centro Comercial Hiperjumbo a despejar la mente. Luego pasé por la casa a ver a Ismael, pero encontré a mi mamá entrando a su carro. Me dijo que ya la fiebre había bajado.
El resto de la tarde pedimos presupuestos a funerarias.
A eso de las 7 de la noche decidí ir a la calle 12 de San José con mi mamá, donde venden unas super arepas en 20 bolívares. Recibí la llamada de una de mis tías. Creían que Ismael había muerto.
Llegamos a la casa y su cuerpo todavía estaba caliente. Sus brazos se desplomaban sobre la cama, sus labios estaban adentro de su boca y sus dedos de la mano izquierda parecían morados. Llamamos a una prima que es médico para que certificara lo evidente. A las 7 de la noche del 16 de mayo de 2010, 21 años exactos de la muerte de su hermana Elba, falleció Angel Ismael Montenegro, mi tío sin seguro, de un paro respiratorio.
Salí a la calle a tomar un respiro y en ese momento cayó una breve lluvia.
Durante su hospitalización le nebulizaban para mejorar su respiración y entre mi mamá y yo le dimos palmadas en la espalda todas las noches, a recomendación de la neumonólogo del seguro.
Mi prima vio las radiografías de tórax que le hicieron y dijo que el estado de sus pulmones no era nada bueno. Él era fumador conpulsivo ¿Por qué carajo insistían en operarlo si su estado de salud era muy delicado?
Esa noche a la funeraria acudieron dos de mis más fervientes lectores, "el colombiano" y "ramón alberto". Hablamos esa noche sobre películas, música y lo difícil que resulta conseguir una ayuda por medio de una institución del Estado. "Yo trabajé para la Alcaldía de Guasdualito. Cuando pedían dinero para comprar franelas para entregarlas en las marcha, llovían los reales, pero para ayudas médicas se exigían cualquier cantidad de documentos originales a la gente", comentó Ramón Alberto.
Mi mamá y mis tías salieron a saludar al par de amigos. Cuando Raquel abrazó a "el colombiano", se fue en llanto. Él fue uno de los donantes de sangre para la operación de Ismael. Recuerdo hace 4 años, me encontraba con unos amigos en casa bebiendo unas cervezas y Raquel los corrió porque supuestamente éramos una banda de alcohólicos. "el colombiano" y yo somos abstemios.
Más tarde me visitaron 3 compañeros de trabajo. A una de ellas le llamaré "Nube negra". Retomaré su historia al final del relato.
Al día siguiente me visitaron "el chivo", "Yepes" -su hermano me llamó-, Moralinda y "el colombiano". "emiliano", otro de los donantes de sangre, no llegó a tiempo. La noche anterior pedí a nube negra que no informara en la medida de lo posible sobre el trágico suceso en el trabajo, por si acaso a alguno se le ocurría llevar a la Coral o al Grupo de Parrandas para figurar en las revistas que redacto en la empresa, luego de dos meses de indiferencia de las personas con las que comparto mi puesto de trabajo. De verdad no quería un circo.
También aparecieron los enfermos que compartieron habitación con mi tío, entre ellos "el gocho" -a quien tampoco operaron el viernes porque la empresa Señalca no llevó el material adecuado para su operación- y los familiares de Leonardo y Diego, incluyendo a su presunta tía, quien no es más que una gestora de operaciones en el Seguro Social. Ella me mostró el acuse de recibo que le dieron en Caracas cuando entregó las solicitudes de prótesis, el pasado 20 de abril.
También aparecieron las amigas de toda la vida de mi abuelita y unos cuantos primos viejitos. Entre "el chivo", "el colombiano", tres señores más y yo cargamos la urna.
Entierros de malandros
Una vez llegamos al cementerio, visualizamos un camión lleno de policías. Eso ocurre cuando muere un malechor en Venezuela, ya que frecuentemente ocurren tiroteos en los cementerios porque estos eventos son propicios para los ajustes de cuentas con los familiares o compinches de los malandros.
Esa tarde no hubo uno, sino dos entierros de ese tipo. Los asistentes alquilan autobuses o camiones 350 para trasladarse, si es que no van montados en el parachoque de las carrozas fúnebres y cargan la urna desde la entrada del cementerio hasta la fosa.
Esa tarde también cayó una ligera lluvia. "el final perfecto para tu novela", dijo con un acertado humor negro "el chivo".
Estructura corrupta
La novela debió terminar en el pasado párrafo, pero hay espacio para unas últimas reflexiones, debido a una última noticia: La pieza llegó al seguro este martes.
Durante mi camino fallido por la salud de mi tío, hubo hechos irregulares que comprobé.
1- El proveedor de la pieza es exclusivo para Venezuela.
2- El proveedor solo acepta pago en efectivo de particulares.
3- El proveedor entrega directamente la pieza al seguro el día pautado para la operación, sin que el proceso pueda ser auditado.
4- Los "gestores" de operaciones existen.
5- La pieza llegó un día después que la "tía de Diego" comprobó la muerte de mi tío, lo que corresponde una duda razonable para mi mamá.
6- Las órdenes de compra de las piezas tienen fecha de caducidad. Si la pieza llega y el paciente fue dado de alta o murió, esta puede ser asignada a otro paciente "gratuitamente".
7- En la lista de peticiones de piezas de mi tío habían 8 casos más, entre ellos el de Diego, el Sr. Edmundo, "el Junkie" y Leonardo el marinero, el único que sigue en el hospital. De estos casos 6 ya habían dado de alta porque compraron o consiguieron por Corposalud la pieza terapéutica. Los otros dos también consiguieron el material por otra vía.
8- El Seguro Social no tiene un sistema electrónico para automatizar el proceso de envío de recaudos del Servicio Social.
Lo que se dice y pudiera ser comprobado.
1- La empresa pudiera doble facturar las piezas, es decir, si el médico dice que el paciente fue operado con la pieza del seguro, se la cobran al Estado y se la facturan "en efectivo" a otro comprador particular.
2- Los gestores cobran por el redireccionamiento de las piezas que inicialmente se consiguieron a los pacientes dados de alta o fallecidos.
Es un buen material para un reportaje periodístico o para la investigación de un diputado.
Las respuestas que no da mi religión
Yo trato de no llorar en público, pero no oculto mi tristeza por el desenlace.
En sus primeros días de hospitalización, mi tío escuchaba la historia de "el gocho" con la empresa Señalca que no quería honrar su accidente laboral. Él decía: Lo que se hace en esta vida, se paga.
Su frase no puede ser más errada ¿Qué coño hizo él para vivir casi crucificado y atado en una cama sus dos últimos meses de vida? Una vida, por demás, que la pasó drogado con fenobarbital, pero en la cual pudo trabajar limpiando carros y aprendió a leer.
Es el mismo caso de los niños que nacen enfermos, ciegos, mochos... ¿Qué hicieron ellos?
Las empleadas del Servicio Social, que tenían el visto buenopara la operación desde el 20 de abril pero que la pasada semana celebraron el día de la enfermera hasta con una bailoterapia, o los médicos que nos presionaron con 2 meses de tortura para comprar una pieza y operar a alguien que no podría soportar una anestesia ¿Tendrán un castigo divino?
Josef Rudolf Mengele, apodado el Ángel de la Muerte de Auschwitz, fue un médico y criminal de guerra nazi que asesinaba judíos con experimentos químicos. El carajo huyó a Bertioga, Brasil, luego de la derrota alemana, donde vivió feliz hasta 1979, cuando murió de un paro cardíaco fulminante. A él nadie lo castigó por lo que hizo.
Mi historia personal
Semanas antes yo compré una entrada para el concierto de Aerosmith. De las personas consultadas, todos me aconsejaron que fuera a despejar la mente. Hasta Moralinda se ofreció a llevarme para que no manejara a Caracas con solo dos horas de sueño. Solo "Nube negra" me dijo que ya habían suficientes señales místicas para no acudir.
Le llamaré "Nube negra", porque siempre que hablamos se queja por algo que le ocurre y luego a mi me pasa algo peor. Ejemplo, recientemente me comentó que tuvo que colaborar para el velorio de su abuela. Dos semanas después, a mi me tocó pagar solito el servicio funerario de mi tío.
Esa noche me tripié mi concierto, canté todas las canciones -me las sé al pelo- y me hice pana de un grupo de jodedores que se divirtieron con mis chistes.
Las dos razones para ir:
Cuando los Ingleses estaban siendo invadidos por los alemanes, ellos procuraron continuar con sus actividades diarias, como el teatro y el fútbol. El mensaje a los alemanes y a sus propios habitantes era inequívoco: Nos pueden bombardear, pero seguimos trabajando y estamos vivos.
La segunda razón son las palabras de mi amigo José Aníbal Manzo, narrador de los Tigres y que murió en diciembre de 2009 "¿Qué puede ser superior al hecho de estar vivo y disfrutar de todo lo que Dios nos permite apreciar? ¡Nada!". La vida es para vivirla, y aunque a veces nos vence la corrupción del IVSS, la maldad o los Leones del Caracas, el que quiere, siempre puede.
Dedicado a Ángel Ismael Montenegro Hernández
Mi tío sin seguro
Lezama 17-6-1941
Maracay 16-5-2010
FIN
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