domingo, 16 de mayo de 2010

El tío sin seguro. Día 57. Capítulo final. Carta al Oscar Figuera, presidente de la Sub Comisión de Seguridad Social de la Asamblea Nacional.

Saludos cordiales. La presente es, en primer lugar, para agradecer el interés que demostró para solucionar el problema de mi tío, quien pasó 57 días hospitalizado en el Seguro Social "José María Carabaño Tosta" de la ciudad de Maracay.

El día viernes 14 de mayo decidimos pedir que le dieran de alta en el centro de salud, solicitud que fue aprobada por los médicos tratantes. Dicha decisión fue tomada por las siguientes razones.

1- Cumplió 50 días con una tracción en su pierna izquierda, tratamiento para superar su fractura de fémur, que le mantiene postrado en una cama desde el día 19 de marzo de 2010.
2- Durante sus 57 días de hospitalización tuvo que ser cuidado las 24 horas del día por sus dos hermanas y por mi. Él es epiléptico y sufre de trastornos mentales. Mi tía tiene 67 años, uno menos que mi tío, padece de artritis. Mi mamá tiene 59 años y padece de problemas degenerativos en los huesos. Yo trabajo en horario de oficina y solo lo cuidaba por las noches y las madrugadas de los fines de semana. Los últimos días, mi tío se comportó de manera muy agresiva con los demás enfermos y acompañantes debido a su estado de salud mental.
3- El pasado 5 de abril nosotros entregamos al Servicio Social del Seguro Social la solicitud para una "Placa LCP Proximal para Fémur", para la cual la empresa capitalista +IPT -distribuidor exclusivo de la pieza y que negocia con el IVSS- me dio un precio "especial" de Bs. 16.500, supuestamente porque iba referido por un médico amigo, ya que en realidad ellos la venden en Bs. 30 mil -¿La comprarán con dólares preferenciales CADIVI?-. Fue imposible verificar el estatus de esa petición, debido a que la persona del IVSS encargada de validar esa información en Caracas se encontraba en una actividad fuera de la oficina y el personal del Servicio Social de Maracay celebró el día de la enfermera y el viernes participó en una bailoterapia realizada en el estacionamiento del centro asistencial, por lo cual no trabajaron en toda la semana.
4- Pedimos la opinión de un especialista en traumatología, quien dijo que por el estado mental y condición de epiléptico de mi tío no debía ser operado y que la mejor manera de tratar esa fractura era inmovilizándole la pierna por tres meses. Según su opinión, su caso pudo haber sido tratado desde su casa con un yeso inmovilizado, el cual no fue colocado por los médicos que le dieron de alta.
5- Pedí ayuda a otras instituciones, una de ellas el servicio social de la Gobernación de Aragua, dirigida por la Lic. Maritza Henríquez. Ella me dijo que el Seguro estaba en la obligación de asignar la pieza. Luego de 50 días sin respuesta, le pedí ayuda para averiguar el estatus de la solicitud ante el Servicio Social. Su recomendación fue "que fuera a echarles paja en el Diario El Siglo".

Para sacarlo de la institución solicitamos una ambulancia al servicio 171 de Aragua, el cual se ha deteriorado en los últimos años. Mi mamá fue personalmente a pedir el traslado a las oficinas ubicadas en la avenida Sucre a las 10 am. A las 4 tuve que llamar a un conocido para que agilizara la petición porque 6 horas después aun mi tío seguía en el Seguro Social. A las 5 pm ya se había ejecutado el traslado.

Los doctores del Seguro Social lo remitieron a una doctora que le realizará unas radiografías cada 15 días para ver el progreso de los "cayos" que se forman en los huesos por la inmovilización y que eventualmente le permitirán caminar en un futuro luego de meses de rehabilitación.

Él pasó este fin de semana muy mal, con fiebre entre 38.5 y 40 y en un estado de leve inconsciencia. Creemos que esto se debe a su gran cantidad de días hospitalizado. Diariamente hay que colocarle una inyección para la circulación que cuesta más de Bs. 100.

Según sus mensajes de texto, usted me sugirió que le enviara los documentos originales -informe médico, tratamiento...- para solicitar la pieza por medio de la Asamblea Nacional, pero primero debería suspender la petición por el Servicio Social del Seguro para evitar el uso no ético de la prótesis, una vez llegara a Maracay. Estoy completamente de acuerdo con ese planteamiento, pero lamentablemente entre las bailoterapias, fiestas y llegadas y el horario del personal de 10 am a 2 pm se me hace imposible formalizar ese requerimiento y hacer seguimiento.

Quisiera dejar las siguientes reflexiones sobre el sistema del Seguro Social para asignar prótesis a los enfermos, con el dinero que todos cotizamos mensualmente de nuestros sueldos para recibir una salud pública de calidad y una pensión de vejez.

1- Entiendo que la AN no puede hacerse responsable por el estatus de las solicitudes al servicio Social del IVSS, pero entonces ¿Ante quién reclamo esta irregularidad?
2- ¿Por qué el personal del Servicio Social del IVSS no entrega un recibo que compruebe la entrega de los documentos originales para la solicitud de prótesis?
3- ¿Cómo valido la llegada de la prótesis de mi tío a Maracay y su uso ético en el caso que los médicos residentes decidieran no operarlo?
4- ¿Por qué no se le dio una atención preferencial a mi tío por su estado de salud mental?

Estoy a su completa disposición para hacerle llegar originales o copias de todas sus radiografías, exámenes de sangre de azúcar, niveles de fenobarbital, epamín -que le fue suministrado en el Seguro Social- y un examen neurológico, el cual no fue ordenado por el Doctor Del Toro, jefe de la unidad de Traumatología, para evaluar si podía ser o no operado.

Como dato adicional, mi abuela murió el pasado 28 de agosto de 2009 en el pasillo de la emergencia de ese mismo centro asistencial. A pesar de estar inscrita en el IVSS, no se le atendió y se le remitió al Hospital Central de Maracay, en donde se le realizaron todos los exámenes ordenados y fue devuelta a ese centro asistencial, porque tampoco tenía camas disponibles. Luego de 11 horas acostada en una camilla en el pasillo del seguro, murió porque no fue atendido su problema de azúcar.

Otro dato: Una de las trabajadoras del Servicio Social, que visitaba a mi abuela para que pudiera recibir por el IVSS sus pastillas para el cáncer- sí envió a una neurólogo para hacer un examen a mi tío que certificara su estado de salud y permitirle heredar la pensión de vejez de mi abuela por su incapacidad mental. Pidió explícitamente que no informáramos a ningún doctor del Seguro Social que ella pidió esos exámenes para formalizar esa solicitud.

Agradecido por siempre por su interés en mi caso.

Jorge Montenegro.

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