jueves, 30 de agosto de 2007

2007 el año de Chávez con Ingrid Betancourt como comodín


Cuando escuché el discurso del actual presidente cuando ganó en diciembre de 1998 las elecciones presidenciales, reconocí su madurez política y su capacidad para ser “diplomático”. Al escuchar su discurso luego de su victoria en diciembre de 2006, entendí que las reformas que pretendería implantar en los próximos años son duras, y por tanto le sería muy difícil aplicarlas. Más aun, ante el inteligente discurso de reconocimiento de la derrota por parte de Rosales, que dejó a la oposición del país muy bien parada.
Lo cierto es que luego de 7 años de gobierno la situación ha cambiado. Chávez pretende imponer algunas reformas sociales, que lamentablemente pasan desapercibidas por la politiquería y las ya claras tendencias autoritarias del gobierno. Eso solo ha llevado al Presidente a una retahíla de errores que le llevaría, por el camino que va, a un inesperado e inocultable fracaso electoral que hoy encuestas chavistas y opositoras reflejan.
Sin embargo Chávez ha sabido manejar bien la política nacional. Ganó las elecciones del 98 cuando un año antes ni aparecía en las encuestas, cambió la constitución, renovó sus fuerzas en el congreso, puso a su compadre como candidato de la oposición, sobrevivió a un golpe de estado, a la paralización petrolera, ganó un referendo en el cual los “exit pool” no coincidieron con el sistema de “Conteo Rápido” y trituró a la oposición, dejándola sin representación en el esquema de gobierno ¿Será que está tan sobrado que por ello no le importa meter la pata tan seguido?
La lista de errores es extensa. Comenzó su mandato con un discurso radical y ofensivo, luego cerró (perdón, no renovó la concesión) a RCTV, culminó 9 estadios mundialistas para que la gente gritara en su contra en todos los juegos de la Copa América, defiende a los ejecutivos de Pdvsa horas antes que se descubriera que efectivamente estaban hasta el cuello en el zaperoco del maletín e incluso se ve obligado por el Presidente argentino a botar a un gerente de la petrolera, dejando en claro que si no es por la presión internacional aquí no se habría investigado nada, ni siquiera por ser un evidente ilícito cambiario (caso del maletín).
Tal descalabro le ha obligado a meterse en el problema político colombiano y utilizar a la político Ingrid Betancourt, secuestrada desde hace 6 años, como un “Wild Card” o “Comodín” que le ayude a remontar la cuesta al menos internacionalmente. Si la liberan, Chávez habrá obtenido una victoria importante ante la opinión pública internacional, y en el caso de no lograrlo, habrá demostrado que es un hombre de buena voluntad.
En los últimos días he tenido la oportunidad de compartir con el pueblo chavista, o por qué no decirlo, con las personas que no tienen nada en este país. Todos estaban felices porque les regalaron un celular que en la calle vale Bs. 30 mil. Además les vi motivadísimos por sus labores en los Consejos Comunales y las mejoras que pueden dar a sus comunidades. A ellos no les importa que se roben 800 mil dólares impunemente o que el Presidente quiera obtener más poder que el que tiene e incluso que se quede de por vida en Miraflores.
En algún momento la Oposición tendrá que decir algo acerca de la Reforma Constitucional. En mi opinión gana más quedándose callada en el aspecto político, porque sencillamente la Reforma no tiene nada que Chávez no pueda hacer por decreto excepto la reelección indefinida. Su discurso debe estar orientado a darle una esperanza a esa gente, o al menos a aquellos que viven en los sitios más humildes y no les agrada el color rojo. Les garantizo que a más de uno le gustará escuchar otras promesas, al igual que una mujer coqueta.

viernes, 24 de agosto de 2007

Homenaje al Flaco Mague


David Ismael Concepción Benítez nació el 17 de junio de 1948 en Ocumare de la Costa, estado Aragua. Como aragüeño tuve la oportunidad de escuchar muchos comentarios acerca de sus años mozos, más aun por haberme criado en la Urbanización La Barraca, cercana al Barrio Belén, donde David vivió sus primeros años en Maracay, lugar al cual se mudó de joven, ya que su hermana Nelly quería estudiar en la ciudad.
David era conocido como “El Flaco Mague”. Muchos apodos le dijeron en su juventud, pero sin duda ese fue el más famoso. Al punto que decidió colocar ese nombre a su empresa de transporte.
Cualquier persona tiene una anécdota de Concepción. Quien fuera mi profesor de Geografía, Julio Palma, en una oportunidad me comentó que David en sus inicios era malo jugando pelota, al punto que en algunas oportunidades no lo seleccionaban para jugar, y él en venganza se llevaba la pelota. Otra más fantástica me la contó mi tío Héctor Seijas, quien jugó con él en alguna oportunidad. Él sí destacaba sus habilidades con el guante y con el bate. “Una vez lo vi nadar desde Cata hasta Catica”. Dios sabe cuánto fue verdad o mentira.
David no fue el novato estrella de los Tigres. En su lugar la gente comentaba sobre Virgilio Mata, quien poco tiempo después fue un desconocido para la afición aragüeña. Sin embargo, Wilfredo Calviño, scout cubano y responsable de su firma, se expresó de él con las siguientes palabras.
“Tenía muy buenas manos y brazo. Se veía agresivo, corría bien y hacía contacto con la bola. Para mí no fue una sorpresa en lo absoluto lo que él hizo en Grandes Ligas. Lo vi jugando en Clase A y ya era superior a los demás”.
Trabajó como Office Boy, tenía que doblarse cuando le tocaba irse a pie en los autobuses y siempre fue mejor como basquetbolista, toda una curiosidad en alguien quien fue jugador Más Valioso en un Juego de estrellas, ganó 5 Guantes de Oro, fue Campeón Mundial, una importante pieza en la Big Red Machine de Cincinnati en los años 70 y por sobre todas las cosas acabó a punta de calidad con la pava del número 13 en los Estados Unidos, un país que en esa década aun sufría algunos signos de racismo.
Todas las personas tienen un mal momento. En la temporada 1967-68, Los Tigres de Aragua clasificaron a su primera semifinal, última etapa del campeonato local según las reglas vigentes. A los Tigres solo les bastaba ganar el último juego a los Industriales de Valencia en Maracay para obtener su primer título, mientras los Leones esperaban una derrota para ir a un juego extra que posteriormente les dio ese campeonato. En el cierre del noveno Aragua ganaba 1 a 0, cuando el lanzador Dick Whitby botó la bola ante dos toques. Una de esas pelotas fue recogida por el sustituto David Concepción, quien en un intento desesperado por lanzar a tercera la metió en las gradas y dio al Valencia Industriales una victoria en su último juego de pelota rentada, antes de convertirse en “Llaneros de Portuguesa”.
Sin embargo, David no se amilanó. Dio tres títulos a los Tigres, Coronó a Cincinnati y se convirtió en el mejor atleta que hasta ahora ha parido la tierra aragüeña. Es un ejemplo a seguir, un hombre que salió de abajo y hoy en día es una persona próspera.
David también fue chequeado por un Scout muy particular. Mi prima Dilia Montenegro era pretendida por el Flaco Mague. Mi abuela, cuya senilidad no le permitiría volver a contar la anécdota, le preguntó en una oportunidad a Dilia si iba a hacerle caso a las pretensiones del personaje. Ella contestó “A mí no me importa quién es, sino quien será”. Tal sentencia decretaron décadas de feliz matrimonio y el nacimiento de mis primos David Alejandro, David Eduardo y Daneska.
En el plano personal, es difícil tener a tu ídolo todos los días de elecciones en tu casa hablando de política y regalándote una siembra de topochos. La última vez que hablé con él fue en Valencia, cuando trabajaba en El Carabobeño. Esperé mi turno para entrevistarle y cuando le dije de quién era nieto me abrazó con la ternura de un hombre que se acerca a la tercera edad. Me preguntó si ya me había casado y si vivía en Valencia, y luego le dijo a tres periodistas que yo era su sobrino. Este año será su última oportunidad de ingresar en el Salón de la fama, y seguramente no lo logrará. Ojalá Dios le de vida para ver brillar su placa en Cooperstown por medio del Comité de Veteranos.

domingo, 15 de julio de 2007

Por ELANO, o por el Orto

El año pasado durante el mundial de Alemania 2007, los venezolanos vieron con asombro cómo el viejito Zidane mató a los siempre preferidos de nuestro país: Brasil. Los seguidores de la moda del mundial se dieron cuenta que lo que pasó en la final de Francia 98 no fue una compra o consecuencia de un ataque de epilepsia de Ronaldo, sencillamente Francia fue mejor y punto. El favorito no siempre gana, por eso el deporte es emocionante.
En esta Copa América ocurrió lo inesperado: La afición nacional aplaudió de principio fin a la selección Argentina. El pato, el ratón, el apache, la pulga e incluso la brujita, que ya no debería formar parte del zoológico, igual que el piojo y el burrito, le dieron gala a la Copa América, al punto que nos pareció ver un mundial de fútbol cuando se enfrentaron a Paraguay, Méjico o Brasil, esta última selección que con desprecio trajo a la banca para “perrear” al fútbol latinoamericano.
Brasil siempre fue claro en su inferioridad en la final. Con humildad acabó a “patada y coñazos” la creatividad Argentina, y la suerte les dio un autogol, unos postes de Riquelme y un gol “ilegalmente” anulado a Messi. Con humildad “O país o mais grande do mundo” se fijó un objetivo y ganó.
Me pregunto ¿Querrá Dunga afrontar unas eliminatorias con este equipo “B”? ¿También el mundial? ¿Robinho seguirá siendo “perreado” en el Real Madrid? ¿Qué tan útiles se sentirán Kaká y Ronaldiño?
Me da dolor que esa selección, a la cual los venezolanos apoyan con tanta insensatez durante los mundiales, ya que puede meter 7 de visitante a la Vinotinto si le da la gana, mientras que la selección Albiceleste siempre respeta a sus rivales, haya obtenido nuestra Copa, sobre todo si es verdad que esta copa fue de todos. Ojalá mucha gente tomaran la lección de Brasil, que es la misma que le dio hace unos años Detroit a los Lakers, los Leones a los Tigres, y todos los fines de semana cualquier equipo de segunda división al poderoso Real Madrid “Saberse inferior no es saberse perdedor”.

lunes, 2 de julio de 2007

El fútbol no es un aló Presidente


Seguro estoy de haberme ganado el adjetivo de chavista por el post “Guaky es Rojo Rojito”, cuando me he ganado a pulso todos los antónimos posibles. En este post recuperaré la confianza de mis amigos más radicales de la oposición.
Fui al estadio Pueblo Nuevo de San Cristóbal. De niño siempre me llamó la atención una instalación deportiva tan grande en una ciudad relativamente pequeña. Más aun, la enorme afición por el fútbol que existe ahí. Siempre recordaré las imágenes de archivo cuando Venezuela perdió 3 a 2 frente a la Argentina de Maradona, o el gol de Dudamel en tiro libre.
San Cristóbal es una ciudad de personas amables y mujeres exquisitas, aunque la rapidez del Tour me impidió comprobarlo profundamente. Luego de comer en el Centro Sambil de esta ciudad, fui al estadio. Mis primeros partidos de fútbol profesional los viví en Maracay y Valencia, por lo cual mis expectativas ante un partido en una ciudad de fútbol eran enormes.
Y los gochos no me defraudaron ¡Que grande San Cristóbal! Gritaron los 90 minutos y algo más desde las gradas, a pesar del inclemente palo de agua. Mis amigos tigreros y yo nos adaptamos a ese ambiente contagioso, y solo comparo la emoción de un gol Vinotinto en esta ciudad con el jonrón de Miguel ante el Kid o el famoso doble de Alex Romero. Por supuesto, mis recuerdos tigreros superan con creces la emoción vivida el sábado pasado.
Pero más allá de mi fanatismo, viví un gran capítulo para nuestro deporte, ya que presencié la primera victoria venezolana en Copa América en 40 años. Yo en San Cristóbal y Chávez en Bielorrusia ¿Tendrá esto que ver con las declaraciones de Richard Páez cuando afirmó que el día inaugural la afición no apoyó lo suficiente a la selección? Páez no es santo de mi devoción, pero sin duda encontró en el Presidente su perfecto chivo expiatorio.
Ciertamente durante el primer juego no se sintió un apoyo a nuestra selección de parte de los miles de empleados públicos que llenaron el graderío tachirense, o en la por demás desubicada barra humana, que en una muestra asquerosa de culto a la personalidad y de la más común jaladera criolla, colocaron su nombre durante el discurso, y de resto, fueron un grande e inútil adorno para las tribunas.
Durante el juego del sábado se demostró que la homogenia afición al fútbol venezolano, lejos de estar agradecida con el Presidente, prefirió mentarle la madre durante el juego de primera hora, el Bolivia Uruguay. Durante el segundo se dedicó a su trabajo: Apoyar incondicionalmente al once local ¿Dónde mejor que en Pueblo Nuevo?
La lección para nuestro Presi es que el Fútbol no es un Aló Presidente, donde la gente aplaude como focas, sino una pasión. Cualquier semiólogo de la revolución diría que los medios golpistas, al difundir esa realidad que yo viví, quieren connotar que el chavismo está lleno de personas fracasadas que son incapaces de apoyar una causa solo por amor, y que todo lo hacen por amor a los reales. Si lo dijeran, créanme que cuentan con mi apoyo.
Finalmente ¿Cuál era la necesidad del Presidente de montar semejante Show en la inauguración? Si los intereses del imperio y de la oposición golpista llegaran a triunfar, 20 años después tendríamos que decir que Chávez dejó en Venezuela 7 estadios de categoría mundialista, dos a medio camino y un viaducto en 9 años de gobierno; pero no, él solito tuvo que matarse y de paso quedar como un pavoso. Como dice mi ex jefe Teodoro Petkoff, el sexto motor de la Revolución, “El Chacumbele”, va a paso de vencedores.

miércoles, 20 de junio de 2007

Un ángel en San Jacinto


Si digo que en Venezuela vivimos una época de odio, promovida por un discurso político, sería estúpido quien no me creyera. Si afirmo que en estos días algún venezolano amó más a su prójimo que a sí mismo, sería yo el estúpido si espero que alguien me crea.
Todo ocurrió el pasado domingo en Maracay, cuando un motorizado, de nombre José Luis Fernández, transitaba por las calles de la ciudad jardín. En ese instante ocurrió un grave accidente en San Jacinto, zona ubicada en el Este de Maracay. Sin pensarlo dos veces socorrió a los ocupantes de una Trail Blazer, donde viajaban 5 niños.
En el momento en el cual se disponía a sacar a la última persona, el automóvil explotó, provocándole quemaduras en el 90% de su cuerpo. El desenlace no pudo ser más cruel: A las 9:50 de la mañana del martes dejó de existir. El diario El Siglo tituló su primera página del martes con sus proféticas palabras: “Moriré tranquilo porque salvé la vida de 5 niños”.
Su cuerpo fue velado entre honores de bombero, de manos de Mauricio Sánchez, comandante de los bomberos de Aragua y persona a quien le tengo gran aprecio. José Luis deja a una viuda y 8 hijos.
Su esposa pidió al Presidente Chávez que le ayudara al traslado del cadáver a Maracaibo, pero no faltó quien colaborara con esa causa. Corposalud, institución del estado Aragua los asumió todos. También exige responsabilidades civiles para el conductor de la Trail Blazer, quien aparentemente manejaba en estado de ebriedad y ocasionó la muerte de los otros conductores involucrados en el accidente.
Pero hagamos un paréntesis en este caso. Las pasiones desbordadas en este país me han permitido escuchar frases como “Debemos defender a los pobres de los ricos” o “esos actores de RCTV cuando lloran se ven bonitos”. Me he puesto a pensar cuál habría sido el desenlace de esta tragedia si nuestro héroe maracucho hubiera tenido en mente las palabras de nuestro Presidente en el momento menos apropiado. Ciertamente sus 8 niños hoy tendrían un padre, total, los otros 5 estaban en una Trail Blazer, por tanto deben ser ricos.
Lamentablemente el amor a los reales ha hecho perder la cabeza a muchas personas que conozco, y se han dejado envenenar, o en su defecto apoyan, el discurso del odio. José Luis nos dio una muestra de verdadero cristianismo, ya que dio lo más valioso que tiene un ser humano por sincero amor al prójimo: La vida.
Otra reflexión. Muchas de estas organizaciones religiosas del Brasil que han invadido a nuestro país, y que cobraban hace 4 años 50 mil bolívares –ahora debe ser mucho más- a sus seguidores para sacarles el “espíritu maligno”, reciben subsidios del gobierno nacional.
Además es evidente el sello religioso que tienen muchas medidas ministeriales del gobierno, como lo son la prohibición del alcohol en vacaciones e incluso se habla de multar a las señoritas que usen un hilo dental. Lamento pasar de lo político a lo religioso, pero señores, esas ridiculeces no sirven para amar a Dios. Sigamos el ejemplo de José Luis, lo demás son pendejadas.

lunes, 18 de junio de 2007

Guaky es rojo rojito


Desde joven admiré la figura de Rafael Caldera. Es para mí el Winston Churchil venezolano, por su capacidad de conducir a un país en tiempos difíciles.
Me contaron que en su primer gobierno promovió la pacificación del país, así como el inicio de grandes obras como el Metro de Caracas. Sin embargo, cuando viví su segundo gobierno, padeció del pecado de la inacción, es decir, que a pesar de haber culminado obras como Las Macaguas, la Autopista Rafael Caldera, el templo de nuestra señora de la Coromoto, el puerto fluvial de los Monjes y otras obras que nunca se le reconocerán, hizo muy poco.
Siendo su abogado del diablo, hay que colocar a su gobierno en un justo contexto. Venezuela vivía los efectos de dos golpes de estado y 10 años sostenidos de crisis económica que tuvieron su punto máximo en la crisis bancaria del 1994. A propósito, uno de sus protagonistas, Orlando Castro, es hoy en día un chavista confeso.
Hago esta reflexión porque he escuchado a muchas personas que hay que boicotear la Copa América, cosa que no estoy dispuesto a apoyar más allá de alguna manifestación pacífica e inteligente que se le ocurra a algunos estudiantes.
Sí, lo sé, será un momento de gloria para el comandante, ya que por primera vez en 9 años se sentirá todo un Marcos Pérez Jiménez, ya que dejará 10 obras faraónicas –los 9 estadios más el viaducto- y más allá de la corrupción, la mayor parte de la plata se invirtió en obras. No llegaré al extremo de decir “Viva Chávez”, pero este round lo va a ganar, por no padecer del pecado de la inacción.
También podremos evaluar a 8 gobernadores y a un alcalde rojos rojitos, quienes se echaron el trabajo al hombro. Aparentemente el gobernador de Bolívar cumplió con las metas, igual que los de Mérida y Táchira, estado que hasta tiene el estadio de béisbol más moderno de Venezuela –aunque no tiene Bulpen-. Di Martino, el único jefe municipal de esta banda, también hizo lo necesario para no dejar al país en ridículo.
Lamentablemente el ejemplo no entra por casa, y parece ser Barinas el estado que saldrá peor parado, ya que anunciaron que una de sus tribunas no será concluida. Además de su padre, su compadre del estado Lara tiene “crudísimo” al único estadio estilo inglés del país, es decir únicamente construido para el fútbol. El poeta de la Revolución, que ha visto como en Anzoátegui le salió padrote en la figura de un ex presidente del extinto congreso nacional, parece que también pondrá la misma que puso el TSJ con la decisión del 11 de abril, y luego se irá de vacaciones.
Señores, no deseemos el fracaso o el ridículo a nuestro país ante este evento. Desde 1983, cuando se realizaron los Panamericanos de Caracas –en el gobierno de Luis Herrera-, Venezuela no es sede de un evento de semejante importancia. Vamos a verlo de una manera sencilla, las plumas de Guaky, la mascota, son roja rojitas, y aunque la Federación Venezolana de Fútbol tiene la mayor parte del logro en la realización de este evento, sin ayuda del ejecutivo nacional no se habría logrado nada.
Finalizo con la siguiente reflexión ¿Qué se va a hacer con los estadios después de la Copa América? Los equipos no podrán mantenerlos, ya que es un hecho público y notorio que en cada torneo quiebran 2 franquicias de primera división. Espero que no tenga el triste final del Brígido Iriarte, como depósito de médicos cubanos.

viernes, 15 de junio de 2007

El Teatro de los sueños


Como todo joven de clase media, sigo las incidencias del fútbol europeo. Como pueden comprobar en el título de esta crónica, son fanático del Manchester United, cuyo estadio, de nombre Old Trafford, tiene como sobrenombre o NickName "El Teatro de los Sueños".

Sin embargo, el mayor sueño logrado por el Manchester fue en el Camp Nou de Barcelona 1999 con un equipo liderado por David Beckham. Los diablos Rojos remontaron en tiempo de descuento un uno a cero ante el Bayern München y se coronaron campeones de Europa.

Emoción similar viví un 18 de noviembre, día de la chinita, cuando Venezuela remontó ante Bolivia el mismo marcador y en el mismo tiempo. Vaya suerte la mía ver semejantes hazañas al menos dos veces en la vida. Pero la verdad, lo hecho por los Tigres el domingo "no tiene padrote", porque más allá del descontrol de los lanzadores turcos se impuso la paciencia, inteligencia y ganas de ganar de los felinos locales.

Coincidí al terminar el encuentro con el comentarista más reconocido de los Tigres ¿Cómo deberían sentirse aquellos que se fueron del estadio antes del noveno inning? ¿Cómo deberían sentirse aquellos que no creyeron en los Tigres, a pesar de haber regresado gracias a la algarabía de quienes sí creyeron lo imposible? Un día después agregué en mi mente otra pregunta ¿Cómo deben sentirse aquellos que se sintieron derrotados cuando en el peor de los casos Tigres tenía al menos dos juegos por delante para ganar la serie y contra un bullpen destrozado?

Sólo nos encontramos alrededor de 3.000 verdaderos fanáticos de los Tigres en ese noveno inning, los que siempre esperaron estos años de gloria, poquitos, pacientes y siempre ilusionados. Yo como analista di el juego por perdido en el sexto inning. Más aun en el noveno: 4 errores, 13 hombres dejados en base... Pero como fanático me decía a mi mismo: Todos los innings los Tigres han atacado y han producido gran cantidad de hits. Hay hambre y eso puede ser bueno.

Rogué por cada inatrapable de Romero, Maza y Núñez sentado en la silla 94 de la fila 14, sector 8. pedí al creador que le diera paciencia a Blanco, Rodríguez, Cabrera, Hernández y Simón, y finalmente esperé el batazo con Ronnie y Alex, quien antes del juego me reclamó que no me puse la camisa 17. Yo le contesté: Traje la camisa del campeonato ante Caracas para apoyarlos a todos ustedes.

Luego del batazo, corrí por las tribunas gritando la palabra "Campeones". Nunca vi a Gollito anotar. Sentí como unos impotentes Tigres, llenos de juventud y talento, no podían surgir por culpa de un tirano lleno de gente potencialmente incapaz llamado Magallanes, que nos ofrecía un futuro negro en Valencia ¿Les parece similar a otro aspecto de nuestras vidas?

La hazaña de los Tigres no pertenece a Aragua, sino a la historia del deporte en Venezuela. Quienes se hayan calado este testamento, les quiero proponer que luego de aquel ponche a Bob Abreu hace dos años, el todavía increíble cabezazo de un short stop Dominicano a un Fly de Henry Blanco, y la noche de las 8 carreras, adoptemos el nombre de Old Trafford "El Teatro de los Sueños" para referirnos al José Pérez Colmenares.

La Serie Mundial del Caribe


Una declaración aparecida en la prensa nacional de Buddy Bailey me llamó mucho la atención, al igual que a muchos foristas. En las reseñas, Bailey criticaba el formato de la competencia, que impide entre otras cosas las prácticas de bateo. También fustigó la entrega de los peloteros criollos, ya que deberían tomerse esta competencia como la Serie Mundial del Caribe. Finalizó diciendo que extrañaba a ese equipo que ganó 41 juegos este año. Omitiendo el detalle que seguramente fue él mismo quien no incluyó a Rubén Salazar en ese line up por razones que no quiero profundizar, Bailey tiene razón. Cuando se escriba la historia de las Series del Caribe aparecerán los nombres de las Águilas, Magallanes y Leones. Nosotros sólo seremos referencia por haber sido el equipo de Carew, Concepción y Miguel Cabrera. Esperé 15 años para ver a los Tigres coronarse, y he gozado un mundo las recientes victorias, pero creo que es momento de pensar un poco más allá. Por ello hago las siguientes consideraciones. A la Directiva: Sé por fuentes confiables que se movieron lo suficiente para conseguir mejores jugadores. Sin embargo creo que existe un problema de planificación de metas. Es un hecho que la fórmula de línea central Delgado, Rodríguez, Cedeño y un refuerzo en el centro, es exitosa en esta liga, pero mirando más allá, y comparando con los rosters que ofrece Dominicana (Capaz de poner a Furcal, Castillo, Tejada y Offerman en los 4 primeros turnos) la verdad no tenemos nada que buscar. Por eso critiqué en su momento el cambio de Rivera, porque tener en un line up a Miguel y al Back Up de Vladimir Guerrero de verdad causa respeto en cualquier liga. Sin embargo, la entrega de Cedeño me conmovió. Por el amor de DIOS, hagan lo posible por conservar a Enrique Brito. A los jugadores: Yo entiendo que Miguel Cabrera y Oswaldo Sosa, por lo valiosos que son para sus organizaciones, se les impida jugar, pero ¿Qué excusa tienen Rodríguez, Romero y Prado? Ninguna. Rodríguez necesita demostrar lo que vale, más aun por la escogencia de Alejandro Machado en Waivers por Minnesota, que lo obliga a estar todo el año arriba. Romero (Alex) tiene una dura tarea para demostrar que tiene el mismo nivel que Carlos González y la Serie del Caribe es una buena tribuna. Finalmente no creo que los números que dejó Prado en Venezuela le aseguren ser el sustituto de Marcus Giles en Atlanta. Ramón Hernández y Luís Rodríguez: Me dolió como fanático ver que les faltó la entrega y la garra que sí tuvieron con el Caracas el año pasado. Castillo, Salazar, Simón y el resto del equipo: Gracias. No quiero hacer leña del árbol caído porque sería una injusticia criticar los errores de Blanco, Maza, el mismo Castillo, porque de verdad sentí que dieron lo mejor de sí. A la organización entera: A seguir trabajando. Recuerden lo que pasó con los Bravos de Atlanta, tantas series mundiales perdidas hicieron que los últimos años de su dictadura en la división Este de la Nacional se convirtiera en algo aburrido, al punto que dejaron de llenar el estadio en el final de esa dinastía. Olvidémonos de las propagandas políticas, de las posiciones intransigentes con las figuras del pasado y trabajemos en conjunto en un proyecto para convertir a este equipo en Campeón del Caribe. Es la única meta que nos falta.

La generación boba


La escuela de Comunicación Social de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) nació a finales de la década de los noventa. Yo entré a estudiar en lo que fue “La cuarta” promoción, días antes que finalizara el gobierno de Rafael Caldera.
Eran tiempos difíciles. Vivíamos en una sociedad hastiada por la ineficiencia de las instituciones elegidas por nuestra democracia “Representativa”, modelo que debía ser suplantado por otro “Participativo y Protagónico”, con el cual la gente, o “el pueblo”, pudiera llevar una contraloría social que mejorara nuestra forma de participación política. Al menos así se nos vendió el paquete. Desde un primer momento, yo no lo compré.
Paralelamente en el mundo de la UBA había cuatro generaciones de comunicadores. Los primeros fueron los “Forma Peo”, liderados por Orlando Conde, célebre profesor que pagó con su trabajo su inconformidad con las modalidades de pago de la Universidad. La segunda y la tercera fueron más intelectuales, pero la cuarta, la más numerosa, no era nada participativa, además receptiva a las nuevas ideas políticas.
Al graduarnos 118 de más de 600 de los que inicialmente comenzamos la carrera, encontramos un país sin posibilidades de empleo, destrozado por las luchas políticas y definitivamente polarizado, entre quienes tenían la acertada idea de la lucha contra la pobreza -o un papá en el gobierno- y quienes entendimos, muchos desde un principio, el peligro del mensaje del odio, y su utilización para la manipulación política.
Cinco años después encontramos a un país en vías de progreso, gracias a un gobierno norteamericano manejado por los Zares del petróleo en dicho país, llamados Dick Chenney y George Walker Bush, y a quienes les interesa conservar unos precios altos para hacer más rentables sus negocios en Texas. Muchos de mis compañeros consiguieron trabajo en el gobierno gracias a la importancia que le da el Estado a las políticas comunicacionales. Sin duda, de no haber ocurrido la ruptura política de años pasados, siendo optimistas solo 18 habrían podido ejercer la profesión, algo así como un 1%.
Pero hoy el millón y algo, más cesta tickets a 0.5 unidades tributarias que debe ganar la mayoría de quienes ejercen la Comunicación Social para el Estado –tal vez más del doble en ciertos casos- no debe hacernos perder los estribos. Si bien el estado es dueño del espacio radioeléctrico nacional en sus frecuencias VHF y UHF, las razones para “Cerrar” Radio Caracas Televisión (RCTV) son políticas, sin juicio previo y respondiendo a una voluntad presidencial y discriminatorias, si consideramos que Venevisión y Televen participaron en el Golpe, o “Vacío de Poder” que determinó el único tribunal que ha dictado sentencia alguna sobre el caso de Abril de 2002. Y por favor, no se hagan eco de los resentidos, porque son solo un arma de manipulación más del régimen, y como comunicadores debemos saber de eso.
Pero ver hoy a chamitos de cuarto semestre organizando movilizaciones, no en Las Delicias, sino en la avenida Intercomunal y la Autopista Regional del Centro, recuperando espacios y aliándose con los célebres “Forma Peo” de la Universidad de Carabobo, Agronomía de La Central y el Pedagógico, para formar una manifestación con todas las de la Ley ¿Por qué hoy no soy un estudiante de Comunicación de la UBA y pelear por mis sueños? ¿Por qué formé parte de una generación “Boba”, de un millón y dele más cesta ticket?
Quisiera finalizar pidiendo disculpas a mis amigos de la cuarta y de la quinta, tanto en promociones como en política, por decirles Bobos, aunque saben que en mi usual verbo les diría por lo menos “Pendejos” o “Guevones”. Sé que vivimos tiempos distintos, pero la verdadera Ley Mordaza la tiene la gente, quien es quien decide si cambia el control remoto, coloca otra emisora o deja de comprar un periódico. Mis recordados profesores de la UBA, que hoy protestan en la calle, deben saber que en algo se equivocaron al formar a aquellos muchachos.
Tal vez yo soy un “superdotado”, porque pude ver hacia el futuro, un futuro que ya se hizo presente, aunque ustedes no lo quieran ver todavía. Bueno, efectivamente soy clarividente, sí me recuerdan, soy astrólogo.