En mi condición de católico “de nombre”, “agnóstico” en la
práctica o “budista” en espíritu, he sido un enemigo de las verdades absolutas.
Por ejemplo, la ciencia no admite nunca una “verdad absoluta”, debido a que
cada certeza científicamente comprobada con una investigación seria te conduce
a varias interrogantes. Un ejemplo de verdad absoluta es: “El sol, la tierra y
todo lo que existe es creación de Dios”. Es la respuesta más sencilla, filosóficamente
cierta, pero en el fondo se sabe que eso no es verdad.
También soy enemigo de dar consejos. Primero porque a mis 34
años no he cumplido dos metas clásicas en la vida, como ser papá o al menos
vivir solo. A pesar de eso, soy creyente que cada persona enfrenta su “juego de
la vida” de la manera correcta. Es decir, cuando alguien la caga, es porque
necesitaba aprender algo. Y si la vuelve a cagar, es porque no aprendió bien la
lección.
En la vida no hay verdades absolutas y el mejor consejo que
se puede dar es el ejemplo propio. Tal vez esa es una de mis frases favoritas –y
creada por mí-, pero hay otras que he leído en libros, internet, televisión y
afines que me parece que todos los seres humanos deben aplicarlas en sus vidas.
- “No vivas la vida de los demás”, Steve Jobs.
- “ Locura es hacer lo mismo una vez tras otra y esperar resultados diferentes", Albert Einstein.
- “Para que un amor pasado no te lastime de por vida, consérvalo como un recuerdo hermoso, mas nunca como una posibilidad, porque si lo haces nunca podrás ser feliz. Nunca te aferres a nadie, vive, disfruta y se feliz”, Alessandro Mazariegos.
- “Si te vas del país y no dejas la viveza criolla, ya fracasaste”, anónimo venezolano.
- “Lo único que no se recupera nunca en la vida cuando se pierde es el tiempo transcurrido”, Confucio.
- “Dejar de fumar es fácil, yo he dejado varias veces”, Mark Twain.
- “Los sueños son las únicas mentiras que pueden dejar de serlo”, Anónimo.
Emigrar de un país que está jodido y llevar en la maleta los
vicios, las mañas y las malas juntas, es seguir estando jodido, porque en el
fondo lo que cambian no son los países, lo que cambia es la gente y su forma de
afrontar su vida.
Pero como dije, tarde o temprano la gente lo entiende por su
cuenta.
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