viernes, 27 de noviembre de 2015

Sobre la muerte del adeco en Altagracia

Muchas frases célebres quedaron de la actuación de Heath Ledger en “Batman el caballero oscuro”, pero creo que una encaja perfectamente para describir la conveniencia del presunto sicariato político de Luis Manuel Díaz, dirigente adeco de Altagracia de Orituco, quien compartía tarima con Lilian Tintori esta semana en un acto político que, para ser de la oposición, no tenía precedentes en ese pueblo.

“I tell the press that, like, a gang banger will get shot, or a truckload of soldiers will be blown up, nobody panics, because it’s all “part of the plan.” But when I say that one little old mayor will die, well then everyone loses their minds!”, The Jocker en The Dark Knight.

Palabras más o palabras menos, el guasón nos explica que si un soldado muere en una guerra –o en nuestra realidad matan a alguien por quitarle el celular- nadie entra en pánico porque es “parte del plan”, pero si dices que un alcalde morirá, la gente enloquece.

De ser una gran mentira –que nada de raro tiene- la versión inicial de los chavistas 2.0 que Díaz tenía una culebra con la Banda El Picure (o los Juvenales), no sería la primera vez que el chavismo recurre a estas “técnicas” para causar pánico o desmotivación. El primero fue el caso de João de Gouveia, pistolero de la Plaza Altamira –que según las malas lenguas fue pagado por la actual pareja presidencial- quien se llevó la vida de 3 personas que esa noche estaban “literalmente” rezando.

Pagarle a un loquito para que eche plomo es una técnica de miedo muy a la cubana. Claro, ese es un pueblo de esclavos que paradójicamente debe su libertad a los Yankees tanto como el estado de la Florida. No solo la Plaza Altamira sigue siendo un territorio libre de chavismo, también intentaron replicar esa táctica durante las guarimbas, extendiendo a más de 2 meses un conflicto que, sin muertos, hubiera acabado a los pocos días. Y sin el desgaste político para ambos bandos.

En lo estrictamente personal debería tener un gran cariño por Altagracia, porque es la tierra natal de mi mamá, pero no es así. Una vez fui pero de paso, a San José Guaribe, donde nació otra tía. Me pareció un pueblo bonito. Con respecto al adeco, cualquier “abstracto” creado para odiar a ese partido político ha sido erradicado de mi corazón, como algún día espero hacer con el chavismo.

La verdad es que Luis Manuel Díaz es un muerto más, así de crudo y simple ¿No es acaso una de las mayores razones para salir a votar –como único instrumento del hombre libre- el acabar con los absurdos niveles de delincuencia de este país? Por cada muerto político durante el proceso revolucionario, más de 5 mil han caído por hampa común.

Supongamos que al dirigente adeco lo asesinó la banda El Picure –o los Juvenales- ¿No está admitiendo el gobierno que al norte de Guárico y sur de Aragua existe un “Pranato”? ¿Qué los Sukhoi que aún no se han caído no sirven para solucionar el problema del hampa y las cárceles? ¿No es una gran verdad que los “tenienticos” –calificados así por el ex rector de la UCV Luis Fuenmayor- están desnudos con una tropa sin preparación técnica militar, incapaz de tomar una cárcel, como pasó en La Planta)?


Vienen días peores, pero que el miedo nos quite la esperanza. A veces la vida se trata de darle sentido y para ser valientes primero debemos sentir y vencer el miedo.

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