Ayer vimos a la cara a una Venezuela repleta de personas capaces, que no necesitan de máquinas, militares ni Ley Seca, para montar unas elecciones limpias. Incluso se demostró que es posible colocar propaganda electoral en centros de votación, sin que eso influya en la honestidad del escrutinio.
Sin embargo, quiero recordar un artículo que escribí días antes de la "Consulta Popular" (no "Plebiscito", basta de repetir códigos del adversario), en el cual sentencié que si no se alcanzaba los 10 millones de participantes, sería por problemas de logística, no por falta de voluntades. En ese momento, desconocía que en Venezuela solo había material para poco más de 9 millones de votantes y que apenas se abrirían 15 mil centros de votación. En una elección normal, se emplean más de 45 mil.
Es en ese momento cuando debemos reflexionar: ¿Cuál era el objetivo de la consulta de ayer? ¿Ver una cola gigante en Catia (donde entiendo solo se abrieron dos centros) o demostrar que hay una mayoría absoluta de venezolanos que rechazan la Constituyente?
Allí está lo que considero una primera victoria: No importa cuántas vueltas le de el gobierno al discurso, ni bajo la extorsión del Carnet de la Patria, las Cajas Clap y amenazas a empleados públicos, pueden lograr 7,5 millones de votantes.
Hay una segunda victoria: Con contadas excepciones como Catia y San Agustín en Caracas, y Boconó en Trujillo, el gobierno no tiene capacidad de fuego para sabotear a la oposición. Pudiendo incluso utilizando el TSJ y la GN. Y sí, ellos también sabían que la Unidad tenía su Plan República paralelo y que si se atrevían a atacar los centros, no solo les iban a quemar las motos.
El tercer aspecto que quiero destacar no es una victoria, sino una realidad. Tenemos que dejar de vender la "inmigración" como la solución a nuestros problemas. Tanto que se ha dicho que tenemos 3 millones de venezolanos en el extranjero. No solo votaron poco más de 600 mil, es que solo en Panamá, Santiago y algunas zonas de Florida se acabó el material. Todo el mundo se ve feliz en Instagram, pero nadie publica cuando tuvo que regresarse porque estaba pelando bolas.
Considero que el mayor error de la oposición ayer fue no pensar en grande. El número en política es lo más importante y se desperdició una gran oportunidad. Les coloco un ejemplo: En mi centro de votación la MUD logró 2.100 votos el 6D. Ayer más de 4.400 personas expresaron su voluntad, incluyendo los votos NO y NULO. Sobró material electoral.
En paralelo, me consta que en el Sur de Maracay y Valencia, o en el Oeste de Caracas y Barquisimeto, hubo zonas sin centros, que no se abrieron por culillo. Allí no solo hay muchos opositores, sino que la Unidad ganó en las parlamentarias. Ni hablar de los pueblos del interior adentro.
Sobre los siguientes pasos que debe ejercer la Asamblea Nacional, yo sugiero cautela. Luego de cada elección, es necesario un proceso de reflexión. Pero soy partidario de decisiones firmes. Se debe entender que el resultado de la consulta es vinculante para quien convoca. Y sí, los chavistas y los pesimistas de la MUD se llevaron un culazo ayer, ya que no creían que participarían 5 millones de personas. Sus pronósticos para el 30J serán más alejados de la realidad.
Finalizo contento, por la capacidad de organización del pueblo venezolano, triste por aquellos miserables que no participaron, porque no creen en el poder de las consultas populares, o peor, por miedo. La única forma que te joda el gobierno por votar, no votar o votar en contra, es que alguien en la administración pública se enamore de ti y dejes rastro en tus redes sociales. El resto es paja, que se los digo yo.
Quien quiere el poder vende esperanza, quien quiere sostenerse en él, el miedo ¿Hacia cuál lado estás remando?
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