Saludos para mis amigos de Primero Justicia y La Causa R, al
menos para quienes me puedan leer.
Soy un joven opositor que cumplió 18 años en 1998 y
orgullosamente puedo decir que jamás voté por esta mierda que arruinó a país. Puedo
levantarme, mirarme al espejo –aunque trabajo para el Estado porque mi empresa fue
nacionalizada- y decir con orgullo que he formado parte de todas las luchas en
contra de estos sinvergüenzas, desde las marchas en el año 2002, las
recolecciones de firmas en 2004 (cuando mi hogar fue asaltado por venganza
política), y luego he aportado mi capital intelectual y mi humilde esfuerzo para
ayudar desde las sombras al rotundo éxito de las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.
Ojo, no estuve de acuerdo ni participé en La Salida. Supe
desde el principio que eso solo traería más desesperanza y miedo a los jóvenes menores
que yo. Tristemente admito que la mayoría de mis amigos está en otras tierras
haciendo nada y otros gracias a Dios, les ha ido mejor.
Agradezco a mi madre por su rígida formación que evitó que
me convirtiera en drogo o vago, a mi padre por sus apoyos puntuales y sus genes
que me hicieron lo suficientemente inteligente para no dejarme convencer por
esta raza de manipuladores que se aprovechan de las mentes débiles, aquellas
que no son capaces de sobreponerse a su resentimiento, a entender que si uno
está jodido es por las decisiones que uno mismo toma.
Quisiera culminar esta justificación con las palabras de
Luis Alberto Machado, quien tristemente hoy nos abandonó de este plano físico. “Si
usted agarra toda la riqueza del mundo y la reparte equitativamente, al poco
tiempo los ricos serán mucho más ricos, y los pobre mucho más pobres”.
II
Reafirmo mi confesa admiración para Henrique Capriles. Ha
sido él quien desde un principio impulsó la ruta era electoral y si bien puedo
reprocharle que no le haya dicho con claridad que perdió por 200 mil votos ante
Nicolás Maduro en abril de 2013, tuvo la fortaleza para levantarse y tomar la
decisión que solo los héroes pueden tomar: La correcta.
Y estas elecciones las ganamos como los Tigres de Aragua: De
visitante y con los medios de comunicación y los árbitros en contra.
Sin embargo, los pueblos no deben tener a los líderes que
merecen sino a los que necesitan.
Y con respecto a los amigos de la Causa R, les reconozco el
haberse separado de la cuerda de vagabundos que resultaron ser los señores del
PPT, quienes fueron los operadores políticos del gobierno más corrupto de la
historia del mundo. También les concedo que deseen construir una opción de
izquierda que este país va a necesitar los años por venir.
Pero me encuentro tremendamente consternado porque ya en
marzo de 2016, con una Asamblea Nacional con 2 meses en el poder, descubro que
no había agenda política para salir de la crisis. Entiendo que la MUD es
plural, que ese es el precio de la democracia y que las propuestas tienen que
ser debatidas con el pueblo, pero el escenario más probable es que “el peo”
explote antes que podamos dar un rumbo institucional a la salida que el pueblo
venezolano, chavista y opositor, exigen al liderazgo político.
Entiendo también que el fracaso político del 2002 y 2006 nos
enseñó a hacer las cosas bien, pero hay que ser oportunos con los tiempos. No
porque los chavistas puedan regresar, esa gente ya no gana ni en los pueblos de
Portuguesa que se mantuvieron comunistas hasta los años 80, sino por amenazas
más grandes, como las cárceles, los trenes, las armas en la calle, es decir, un
escenario de anarquía total muy probable en este momento. Lo sabemos los
"aragüeños petencia".
III
Capriles, no estoy de acuerdo con el revocatorio. Si por
mala suerte este instrumento se materializa luego del año 4 de Maduro en el
poder, el período lo completaría el vicepresidente de turno. Además hay que
recoger firmas, actividad en la que no podremos participar los empleados públicos.
El revocatorio, como método de hacer política, murió con la lista de Tascón.
Amigos de la Causa R, las leyes no son retroactivas. Tendrá
mucha razón el TSJ si alega que Nicolás Maduro fue electo para 6 años, no para
4. Una reforma estaría sometida a las opiniones de la Sala Constitucional del
TSJ, la constituyente no y es un mecanismo previsto en la constitución vigente.
Todos los caminos de solución política institucional nos
conducirán a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. La idea no
es salir de Maduro, sino de todos aquellos personajes que, usando los símbolos
del chavismo, acabaron con este país y enriquecieron a los paraísos fiscales.
Además, la CRBV ha demostrado tener muchas sombras, las
cuales son la excusa perfecta para la existencia de una “Sala” con poderes
supraconstitucionales.
Allí les dejo esta idea. Y por favor, no le tengan miedo al
pueblo, esta mayoría dejó de ser circunstancial desde que rompimos el mito de
la invencibilidad del chavismo.
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