Lo más inteligente es mirar hacia el futuro y no estancarse
en las dudas de fraude, ya que más allá de las suposiciones, el resultado para
Capriles, la oposición y Venezuela es extraordinario. Por la escasa diferencia,
es justo el reclamo de reconteo de los votos y por supuesto que sumadas las
irregularidades del día de las elecciones, las inconsistencias del registro
electoral, la posibilidad de poder votar más de dos veces a pesar de las capta
huellas y todas las mesas en las que se intentaron robar las actas y expulsar a
los testigos de la oposición.
Pero asumiendo ese 1.7% de diferencia, que por el lado malo
significan 5 años de mal gobierno, existen varias cosas positivas en el
resultado que retomo en el texto.
1-
Ha muerto el liderazgo de Hugo Chávez. Si bien se
cumplió su última voluntad, el hecho que Nicolás Maduro haya perdido 20 puntos
de ventaja en las encuestas en dos semanas nos recuerda que este país tiene
memoria corta y que sin un liderazgo carismático será difícil sostener el
gobierno por tanto tiempo. Incluso una encuesta reciente dice que de ser las
elecciones el día de hoy, Capriles alcanzaría el 60% de las voluntades.
2-
No se puede gobernar a lo Chávez, sin Chávez y
sin pueblo. En las protestas –justas- de la oposición demostraron que el
gobierno perdió la calle. En ciudades como Maracay era evidente la molestia de
sectores populares con el gobierno y su simpatía por Capriles. Por muchos
gritos que peguen Maduro y Diosdado, la vía para gobernar es el diálogo,
afirmación hecha por José Vicente Rangel, quien además reconoce a Capriles como
interlocutor válido.
3-
La oposición tiene líder, el gobierno nada. Una
campaña muy bien asesorada y saber interpretar el sentimiento de la gente
coloca a Henrique Capriles como la figura más importante de la política
venezolana.
4-
Se ganó el corredor electoral. Por mucho o por
poco margen, quien gane el Distrito Capital, Miranda, Zulia, Carabobo, Lara,
Aragua, Anzoátegui y Bolívar, gana las elecciones. Solo Carabobo y Aragua
salieron de esa quiniela, pero se sumaron Táchira, Mérida y Nueva Esparta. En
el caso de Carabobo, la derrota fue mínima, mientras que en Aragua, la brecha
entre oposición y chavismo se ha cerrado progresivamente desde 18% en octubre,
a 10% en diciembre y 7% en abril.
5-
Se acaban los saltos de talanquera. Parte de los
abusos que realiza el gobierno son consecuencias de la seguridad que mantendrá
el poder. Hoy en día eso no es una certeza.
6-
Era previsible que Maduro no sacaría más votos
que Chávez y se presumía que la abstención sería mayor a la de diciembre. Para sorpresa
de todos solo un 2% de los que votaron en octubre no acudieron, y el 10% de los
chavistas se pasaron a la oposición. Ese capital político difícilmente lo
recuperará Maduro en 2, 3 o 5 años.
No fue el mejor resultado, pero por primera vez en 14 años
estamos muy lejos de una dictadura, por más que griten los enchufados y por más
amenazas, no tienen fuerza para hacer lo que les dé la gana y están obligados a
gobernar también para las clases media y media baja. La crisis política exigirá
a Maduro trabajar en la economía y la salida hoy de Jorge Giordani de finanzas
refleja esa posibilidad.
Y a la oposición, que la lucha no termina. A mi generación
le tocó echar para adelante ante semejante caos, pero las generaciones futuras
recordarán esta gesta. Si bien la historia habla sobre Bonaparte, la mejor
parte del cuento fue cuando Wellington lo derrotó. Igual con Hitler, ya que
nada es más motivador que el discurso “We will never surrender” (Nunca nos
rendiremos) de Winston Churchill. Keep calm and vote for Capriles.
Si la auditoría no refleja mayores irregularidades (cosa que
es imposible), el próximo paso será recuperar las alcaldías de capitales como
Maracay, Barinas y San Juan de los Morros este mismo año, y en 2015 arrasar en
la Asamblea Nacional.
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