domingo, 21 de abril de 2013

No es la que queremos, pero es una nueva Venezuela

No es fácil hacer un análisis objetivo de unas elecciones que culminaron con una diferencia de 280 mil votos (1.7%) y que luego de ser sumados los sufragios de venezolanos en el extranjero será menor a 230 mil. En mi pasado análisis dije que la ventaja podía ser menor. Sin duda hubiera ganado dinero en un Parey.
Lo más inteligente es mirar hacia el futuro y no estancarse en las dudas de fraude, ya que más allá de las suposiciones, el resultado para Capriles, la oposición y Venezuela es extraordinario. Por la escasa diferencia, es justo el reclamo de reconteo de los votos y por supuesto que sumadas las irregularidades del día de las elecciones, las inconsistencias del registro electoral, la posibilidad de poder votar más de dos veces a pesar de las capta huellas y todas las mesas en las que se intentaron robar las actas y expulsar a los testigos de la oposición.
Pero asumiendo ese 1.7% de diferencia, que por el lado malo significan 5 años de mal gobierno, existen varias cosas positivas en el resultado que retomo en el texto.
1-      Ha muerto el liderazgo de Hugo Chávez. Si bien se cumplió su última voluntad, el hecho que Nicolás Maduro haya perdido 20 puntos de ventaja en las encuestas en dos semanas nos recuerda que este país tiene memoria corta y que sin un liderazgo carismático será difícil sostener el gobierno por tanto tiempo. Incluso una encuesta reciente dice que de ser las elecciones el día de hoy, Capriles alcanzaría el 60% de las voluntades.
2-      No se puede gobernar a lo Chávez, sin Chávez y sin pueblo. En las protestas –justas- de la oposición demostraron que el gobierno perdió la calle. En ciudades como Maracay era evidente la molestia de sectores populares con el gobierno y su simpatía por Capriles. Por muchos gritos que peguen Maduro y Diosdado, la vía para gobernar es el diálogo, afirmación hecha por José Vicente Rangel, quien además reconoce a Capriles como interlocutor válido.
3-      La oposición tiene líder, el gobierno nada. Una campaña muy bien asesorada y saber interpretar el sentimiento de la gente coloca a Henrique Capriles como la figura más importante de la política venezolana.
4-      Se ganó el corredor electoral. Por mucho o por poco margen, quien gane el Distrito Capital, Miranda, Zulia, Carabobo, Lara, Aragua, Anzoátegui y Bolívar, gana las elecciones. Solo Carabobo y Aragua salieron de esa quiniela, pero se sumaron Táchira, Mérida y Nueva Esparta. En el caso de Carabobo, la derrota fue mínima, mientras que en Aragua, la brecha entre oposición y chavismo se ha cerrado progresivamente desde 18% en octubre, a 10% en diciembre y 7% en abril.
5-      Se acaban los saltos de talanquera. Parte de los abusos que realiza el gobierno son consecuencias de la seguridad que mantendrá el poder. Hoy en día eso no es una certeza.
6-      Era previsible que Maduro no sacaría más votos que Chávez y se presumía que la abstención sería mayor a la de diciembre. Para sorpresa de todos solo un 2% de los que votaron en octubre no acudieron, y el 10% de los chavistas se pasaron a la oposición. Ese capital político difícilmente lo recuperará Maduro en 2, 3 o 5 años.
No fue el mejor resultado, pero por primera vez en 14 años estamos muy lejos de una dictadura, por más que griten los enchufados y por más amenazas, no tienen fuerza para hacer lo que les dé la gana y están obligados a gobernar también para las clases media y media baja. La crisis política exigirá a Maduro trabajar en la economía y la salida hoy de Jorge Giordani de finanzas refleja esa posibilidad.
Y a la oposición, que la lucha no termina. A mi generación le tocó echar para adelante ante semejante caos, pero las generaciones futuras recordarán esta gesta. Si bien la historia habla sobre Bonaparte, la mejor parte del cuento fue cuando Wellington lo derrotó. Igual con Hitler, ya que nada es más motivador que el discurso “We will never surrender” (Nunca nos rendiremos) de Winston Churchill. Keep calm and vote for Capriles.
Si la auditoría no refleja mayores irregularidades (cosa que es imposible), el próximo paso será recuperar las alcaldías de capitales como Maracay, Barinas y San Juan de los Morros este mismo año, y en 2015 arrasar en la Asamblea Nacional.


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