domingo, 11 de julio de 2010
Especial Sudáfrica 2010: Los que se merecen un mundial
Si algo me quedó claro en este mes de fútbol, entre Vuvucelas, un pulpo vidente y atletas y entrenadores metrosexuales, es que la capacidad de los equipos ganadores los define su actitud.
África quedó en deuda, una vez más, por su incapacidad de jugar bien en conjunto, excepto en el caso de Ghana, selección a la cual la suerte le dio la espalda.
Asia demostró que no merece más cupos a una Copa del Mundo y que Oceanía debería eliminarse en una sola zona con ellos, a pesar que Nueva Zelanda cayó eliminada invicta.
Mi bronca es con Sudamérica. Según los análisis de los mexicanos que nos fastidian todas las noches en ESPN, Alemania y España, las mejores selecciones en el mundial, llegaron lejos porque tomaron al mejor equipo de sus ligas (Bayer y Barsa) para construir la base de su selección y lo reforzaron con otros elementos de equipos foráneos.
Bajo ese esquema, los equipos sudamericanos están fritos. Tan fritos por lo acertado que creemos el comentario. Incluso ese fue el argumento de Oscar Washington Tabárez, entrenador de Uruguay, antes del juego que perdió en semifinales ante Holanda.
El Sao Paolo jamás será más fuerte que la Juve. O peor ¿Cómo haremos nosotros en 2014 cuando intentemos armar una selección Vinotinto con la base del Caracas FC? Equipo incapaz de superar cuartos de final en Libertadores ante rivales mediocres de Brasil, Argentina, México o Chile, y más aun, si los 11 mejores jugadores venezolanos actualmente juegan en Europa. Pero el tema de nuestra Federación de Fútbol da para escribir páginas y esa no es mi intensión.
Lo triste de este mundial fue que los países participantes olvidaron que no se trata de averiguar cuál fútbol es mejor, sino cuál equipo puede ganar este torneo. Si la Vinotinto en 2014 le toca un grupo y una llave como la de Uruguay, con acomplejados mexicanos, africanos faltos de suerte y europeos con chismes de peluquería, llegaremos lejos, de eso no tengan duda.
En el deporte gana el que quiere, no el más poderoso o el que prediga el pulpo Paul.
En cuanto a la final de hoy, me alegraré por cualquiera de los dos que gane, pero sin duda el fútbol le debe más a los Países Bajos una Copa del Mundo que a España, porque los primeros han reinventado varias veces ese deporte, mientras que los otros solo tienen a dos de los equipos más ricos del mundo. España de mis ancestros, el fútbol no te debe nada, pero no por ello estás condenada al fracaso.
Que gane el que lo quiera más, no el que prediga el pulpo.
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