lunes, 31 de julio de 2017

Esperando al Churchill de esta sociedad neurotizada




Para empezar, quisiera realizar tres preguntas:


¿Cómo coño vamos a ganar un proceso en el que no participamos?


¿Cómo evitar la legalidad de un proceso que solo necesitaba un solo voto?


¿Debemos culpar a los políticos? ¿A nosotros mismos? ¿O sentirnos orgullosos?


La Constituyente solo la podía evitar quien la convocó: Nicolás Maduro. Intentó hacerlo durante semanas, incluso días antes usando a Zapatero. Trató de cambiarla por los 33 magistrados e incluso extenderla en el tiempo para que la oposición (o parte de ella) participara.


Al final, la MUD escuchó a sus bases y no negoció un coño. Maduro debió jugar de nuevo al juego del Gallina (O como yo le llamo, al ver quién tiene el pipí más grande) y a partir de hoy tiene más limitaciones para hacer negocios y un gran Jarrón Chino, que no puede firmar ningún convenio o negocio internacional (Razón de ser de la ANC) y que solo sirve para meter más pánico a la población.


En resumen, la ANC está compuesta por 500 Katherine Haringhton.


Pero quisiera concentrar mi análisis en lo lamentable que me resulta hacer de psiquiatra cada vez que la oposición pierde. O peor aun, de convencer a la gente que no se deprima por una cifra que, pudo ser superior si al gobierno le hubiera dado la gana.


Nos guste o no, el CNE siempre tuvo un sistema auditable. En 2010, cuando el chavismo sacó el 60% de los diputados de la AN, Tiby no dijo que la Unidad sacó más votos. Minutos después de boletín, cualquier persona que le diera la gana podía meterse en la página del CNE y corroborarlo.


Tiby decía la verdad, porque Tiby era auditable por los ciudadanos, los sistemas de controles de un elector - un voto (Tinta indeleble y Capta Huellas), testigos opositores en cada centro, auditorías en caliente, posibilidad de conteo rápido y presencia de observadores internacionales.


En este momento, a la página del CNE "se le venció el dominio", los candidatos ganadores no saben cuántos votos sacaron y desde ayer llaman a todos los gerentes de la administración pública para saber quién coño votó. Ni siquiera eso pueden saber.


Por el contrario, Nelson Bocaranda anunció un resultado proveniente de las propias salas de totalización del CNE: Poco menos de 2.5 millones de votos. Lo único que tiene es su credibilidad, igual que Eugenio Martínez.


Bocaranda no es auditable, pero dio la noticia del siglo. Tiby siempre ha estado bajo sospecha y hoy no tiene nada con qué defenderse.


Pero más allá si crees en los 8 o en los 2.4 millones de votos del chavismo ¿Eso le da legitimidad a un proceso inconstitucional?


¿Podemos culpar a la oposición por no evitar algo que no solo no estaba en sus manos, sino que era ilegal? ¿Podemos culpar a quien marchó, trancó, a los líderes, a la OEA, a los gobiernos que desconocen la Constituyente?


El sábado, un día antes que se "acabara el mundo" fui a ver Dunkerque, película de Christopher Nolan, que trata sobre la huida de soldados ingleses de la Europa continental.


Finaliza (Es un spoiler tonto) con el discurso de Winston Churchill "We shall fight on the beaches" ante el inminente ataque de los alemanes a Inglaterra. Lo dio después de ejecutar la operación Dinamo, que tal vez para nuestros guerreros del teclado, habría sido una vergüenza.


Churchill reconoció como un logro el rescate de más de 330 mil soldados, cuando las proyecciones optimistas eran de 30 mil. Sí, una huída.


Yo hoy me siento orgulloso de todo aquel quien ha hecho todo lo que ha creído correcto para luchar en contra de una narcodictadura. También de quien, desde el extranjero, nos envía medicinas, fue a votar en el plebiscito y nos da aliento para seguir adelante. Me siento orgulloso de ser quien soy, de hacer lo que dice mi conciencia, de ser venezolano y saber que no soy el único. 

Tal vez hicimos lo único que estaba en nuestro alcance y lo hicimos bien.


Una vez Churchill fue a orinar y se encontró a un comunista. Terminó refiriéndose a su miembro y le dijo "Es que cada vez que un comunista ve algo grande y que funciona, lo quiere para él".


Churchill era anticomunista, y también era poeta. Tal vez a nuestra oposición -Que ya ha demostrado valor- necesita un cambio de narrativa y necesita comprenderla. Como el “Círculo de Oro de Sinek”.


Si quieren, crean en Tiby o en Bocaranda, pero por favor, no se rindan.


"Success is not final, failure is not fatal: it is the courage to continue that counts." - Winston Churchill

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