jueves, 27 de abril de 2017

Los hijos de la “generación de oro”



Dentro de la línea discursiva del chavismo, sus signos, símbolos y epopeyas, se encuentran los conceptos como “hombre nuevo” que fue una interpretación muy particular -y hasta jocosa- que hizo Chávez sobre el pensamiento de Nietzsche. También crearon el de la “generación de oro”, para hacer referencia a los deportistas clasificados en las recientes olimpiadas, que si bien en número de medallas hemos sido desplazados vergonzosamente por países similares como Colombia, ciertamente se ha aumentado la delegación criolla en ese evento deportivo.

“La generación de oro” nació en el chavismo. Mi sobrina, por ejemplo, tiene 20 años. Si bien vino al mundo en democracia, nunca ha visto a un presidente con un discurso de crecimiento y progreso en Miraflores.

Ayer Yibraim Saab, hijo del defensor del Pueblo Tarek William Saab, hizo un pronunciamiento público, en el cual no solo quedó desnudo como guarimbero, también hizo una exigencia moral a su padre, conocido por algunos por ser poeta. Yibraim dejó al desnudo una realidad: La inmensa mayoría de los hijos de los chavistas son escuálidos o se han ido del país.

Este proceso de desconexión del chavismo no solo con la gente, sino con su propio futuro, ha sido advertido dentro de las instituciones públicas. Recientemente asistí a una charla nacional sobre el discurso y el mensaje del Estado, en el cual la moderadora advertía del discurso equivocado del gobierno. Hoy, el PSUV no tiene absolutamente nada que ofrecerle a los jóvenes distinto a una caja CLAP.

La política del “bulliying” hacia los opositores, ha sido posicionada por el gobierno para estimular la inmigración de los venezolanos, especialmente para desmotivar a la clase media que, en teoría, puede irse del país, así sea en condiciones absurdas, al punto de desmejorar su calidad de vida (ya que en Venezuela tienen casa, negocios…), pero ¿Qué pasa cuando el pobre empieza a creer que en el país no hay futuro? ¿Por qué abrazarse a liderazgos viejos y fracasados? ¿Por qué no entender que su discurso ya no llega a nadie?

Si algo bueno ha tenido esta versión 2017 de “La Salida”, es que ha demostrado que no solo la MUD ya puede prender Guarimbas en La Isabelica, El Valle y El Guarataro, sino que los policías y Guardias Nacionales salen heridos de bala. Tantos años privilegiando un control de cambio para hacerse increíblemente ricos, en detrimento del hambre y la salud de ricos y pobres, ha sellado la muerte del chavismo y de Chávez en los sectores populares. Mantenerla solo nos conducirá a escenarios como el de Rumania en 1989: La epopeya de la “bajada de los cerros” en contra del movimiento que los reivindicó en su discurso. Es evidente que lo que fue “su” gente, hoy los odia.

Llegó el momento de entender que descalificar al mensajero no desmerita el mensaje. Tal vez el hijo del defensor del pueblo goza de una educación y nivel de vida gracias a dinero mal habido -su padre fue gobernador de Anzoátegui y su gestión fue tan desastrosa que no fue a la reelección-, pero el reclamo moral a su padre nos convence de algo: El chavismo no tiene nada que ofrecer ni a sus propios hijos.

Y con respecto a la fidelidad de los militares, en lo personal desde hace años no me llegan cadenas de amigos milicos ofreciéndome electrodomésticos chinos. También les recomendaría que vieran algunos de los mítines que diputadas como Delsa Solórzano y Melva Paredes les dan a los Guardias Nacionales. El rico es igual al pobre si la medicina no existe.

No hay comentarios: