martes, 23 de febrero de 2016

Mi carta para Capriles y La Causa R



Saludos para mis amigos de Primero Justicia y La Causa R, al menos para quienes me puedan leer.

Soy un joven opositor que cumplió 18 años en 1998 y orgullosamente puedo decir que jamás voté por esta mierda que arruinó a país. Puedo levantarme, mirarme al espejo –aunque trabajo para el Estado porque mi empresa fue nacionalizada- y decir con orgullo que he formado parte de todas las luchas en contra de estos sinvergüenzas, desde las marchas en el año 2002, las recolecciones de firmas en 2004 (cuando mi hogar fue asaltado por venganza política), y luego he aportado mi capital intelectual y mi humilde esfuerzo para ayudar desde las sombras al rotundo éxito de las  elecciones parlamentarias del 6 de diciembre.

Ojo, no estuve de acuerdo ni participé en La Salida. Supe desde el principio que eso solo traería más desesperanza y miedo a los jóvenes menores que yo. Tristemente admito que la mayoría de mis amigos está en otras tierras haciendo nada y otros gracias a Dios, les ha ido mejor.

Agradezco a mi madre por su rígida formación que evitó que me convirtiera en drogo o vago, a mi padre por sus apoyos puntuales y sus genes que me hicieron lo suficientemente inteligente para no dejarme convencer por esta raza de manipuladores que se aprovechan de las mentes débiles, aquellas que no son capaces de sobreponerse a su resentimiento, a entender que si uno está jodido es por las decisiones que uno mismo toma.

Quisiera culminar esta justificación con las palabras de Luis Alberto Machado, quien tristemente hoy nos abandonó de este plano físico. “Si usted agarra toda la riqueza del mundo y la reparte equitativamente, al poco tiempo los ricos serán mucho más ricos, y los pobre mucho más pobres”.

II

Reafirmo mi confesa admiración para Henrique Capriles. Ha sido él quien desde un principio impulsó la ruta era electoral y si bien puedo reprocharle que no le haya dicho con claridad que perdió por 200 mil votos ante Nicolás Maduro en abril de 2013, tuvo la fortaleza para levantarse y tomar la decisión que solo los héroes pueden tomar: La correcta.

Y estas elecciones las ganamos como los Tigres de Aragua: De visitante y con los medios de comunicación y los árbitros en contra.

Sin embargo, los pueblos no deben tener a los líderes que merecen sino a los que necesitan.

Y con respecto a los amigos de la Causa R, les reconozco el haberse separado de la cuerda de vagabundos que resultaron ser los señores del PPT, quienes fueron los operadores políticos del gobierno más corrupto de la historia del mundo. También les concedo que deseen construir una opción de izquierda que este país va a necesitar los años por venir.

Pero me encuentro tremendamente consternado porque ya en marzo de 2016, con una Asamblea Nacional con 2 meses en el poder, descubro que no había agenda política para salir de la crisis. Entiendo que la MUD es plural, que ese es el precio de la democracia y que las propuestas tienen que ser debatidas con el pueblo, pero el escenario más probable es que “el peo” explote antes que podamos dar un rumbo institucional a la salida que el pueblo venezolano, chavista y opositor, exigen al liderazgo político.

Entiendo también que el fracaso político del 2002 y 2006 nos enseñó a hacer las cosas bien, pero hay que ser oportunos con los tiempos. No porque los chavistas puedan regresar, esa gente ya no gana ni en los pueblos de Portuguesa que se mantuvieron comunistas hasta los años 80, sino por amenazas más grandes, como las cárceles, los trenes, las armas en la calle, es decir, un escenario de anarquía total muy probable en este momento. Lo sabemos los "aragüeños petencia".

III

Capriles, no estoy de acuerdo con el revocatorio. Si por mala suerte este instrumento se materializa luego del año 4 de Maduro en el poder, el período lo completaría el vicepresidente de turno. Además hay que recoger firmas, actividad en la que no podremos participar los empleados públicos. El revocatorio, como método de hacer política, murió con la lista de Tascón.

Amigos de la Causa R, las leyes no son retroactivas. Tendrá mucha razón el TSJ si alega que Nicolás Maduro fue electo para 6 años, no para 4. Una reforma estaría sometida a las opiniones de la Sala Constitucional del TSJ, la constituyente no y es un mecanismo previsto en la constitución vigente.

Todos los caminos de solución política institucional nos conducirán a la convocatoria a una Asamblea Nacional Constituyente. La idea no es salir de Maduro, sino de todos aquellos personajes que, usando los símbolos del chavismo, acabaron con este país y enriquecieron a los paraísos fiscales.

Además, la CRBV ha demostrado tener muchas sombras, las cuales son la excusa perfecta para la existencia de una “Sala” con poderes supraconstitucionales.

Allí les dejo esta idea. Y por favor, no le tengan miedo al pueblo, esta mayoría dejó de ser circunstancial desde que rompimos el mito de la invencibilidad del chavismo.

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