miércoles, 16 de septiembre de 2015

La implosión



El pasado lunes, un grupo de personas de Guasimal visitó la empresa para la cual trabajo. Para ponerles en contexto, cuando visitamos la Misión Vivienda más peligrosa del área metropolitana de la ciudad, lo hacemos en compañía de efectivos de la Guardia Nacional, cualquiera de las Policías o sencillamente vamos en cayapa y huimos por la derecha. Allí hay tres grupos en conflicto: Los damnificados caraqueños, los de La Guaira y los de Aragua, cada uno con sus Pranes, que dejan 9 muertos promedio entre sus enfrentamientos los fines de semana.

Los vecinos pedían que les vendieran unos televisores LED entre 39 y 28 pulgadas, cuyo valor “Justo” oscila entre los 5 y los 8 mil bolívares, algo así como un mercado semanal. El electrodoméstico tiene 4 entradas HDMI, conexión a internet… Su argumento: Queremos que se nos reivindique nuestro derecho humano a ver televisión.

La persona que les atendió, identificada con uno de los movimientos más radicales del chavismo, les explicó que los últimos aparatos importados de Argentina se repartieron el mes pasado y que los inventarios está completamente agotados (Cosa que es verdad, yo visité el almacén no hace mucho).

Luego de la “pataleta” respectiva y amenazar a los empleados públicos no solo con no votar por el proceso, sino además de echarles plomo, ya en medio de la discusión les entromparon “¿Qué derecho humano ni qué carajo? Ni que ese televisor incluyera una arepa. Esta regaladera de vainas para que ustedes las metan en Mercado Libre tiene que acabarse de una buena vez”.

Al día siguiente, el presidente de dicha empresa se reunió con los trabajadores de todo el país. Lo que parecía el anuncio de aumentos de sueldo –ya las empresas privadas están pagando entre Bs. 60 y 90 mil más beneficios - o al menos de los cesta ticket, se convirtió en una catarsis política. Luego de repasar su versión del peo con Colombia, con Guyana y el Fracking, sentenció: “Es que 5 horas de cola quiebra a cualquiera”… “Estamos frente a un problema que no podemos resolver”.

Estas elecciones las perdió el gobierno más o menos por abril, una vez que se desinfló el reimpulso que consiguió con el llamado “Decreto Obama”, que llevó a Maduro a un pico de 30% de popularidad, para luego bajar a 20% en los actuales momentos. Y me remito a los argumentos esgrimidos por el famoso “Che” caraqueño, quien según ha sido amenazado de muerte por dar entrevistas a La Patilla y a El Pitazo, pero según él, ni Valentín Santana (jefe del colectivo La Piedrita), ni de un Roberto Longa (del colectivo Alexis Vive), le han expresado alguna molestia, sencillamente porque están de acuerdo con él.

Humberto López –su nombre real-, ya abraza ideas de la derecha para aumentar la producción nacional y ha pedido que se condecore a Lorenzo Mendoza por mantenerse produciendo en el país. Ya no se define como “socialista”, sino como un “realista” que asumió en algún momento las ideas de igualdad de Marx, Mao Zadong yTrotski.

En su primera entrevista polémica puso como ejemplo el costo de la Lenteja, que hace dos meses la conseguía en Bs. 800 el kilo. El domingo, el señor que me vende el jugo de papelón con limón cuando bajo el cerro del Hotel Maracay, me dijo que le pidieron Bs. 2 mil.

¿Se imaginan cómo va a estar esto en noviembre? ¿Creen ustedes que con unas tabletas Samsung –que volarían ante el gigantesco poder adquisitivo- revertirían una ventaja que hoy oscila entre los 17 y los 34 puntos? Hoy se está pagando el precio de no tomar a tiempo las decisiones correctas en materia económica.

Hoy la idea de un socialismo posible ya no existe, hizo implosión –es decir, se rompió de afuera hacia adentro- con un barril de petróleo a $ 40, cuando Caldera, con un modelo económico mixto, sobrevivió con el crudo venezolano en 6 dólares el barril.

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