Por Jorge Montenegro
Werner
Herzog llegó a mi cultura general cuando estudié alemán. Mein Lehrer Margot me prestó
varias películas para familiarizarme con la pronunciación, entre ellas Fitzcarraldo,
Nosferatu y Aguirre, en las cuales pude ver las gigantescas diferencias en la tecnología
entre el cine americano y el resto del mundo hace 50 años, y que solo el genio
de Herzog, unido al de su actor principal ¿y enemigo? Klaus Kinski, lograron
hacer obras de arte, aun utilizando salsa de tomate como sangre.
Luego de
esas películas, también vi The Fire Within: A Requiem for Katia and Maurice
Krafft, uno de sus tantos documentales sobre volcanes y que casualmente una de
sus locaciones es Japón; y Salt and Fire, en la cual mezcla varias de sus
pasiones: Sudamérica -La trama sucede en Bolivia- y la geología. En ambas
producciones el director muestra una visión bastante alemana sobre la vida y la
muerte, envuelto en una fotografía extraordinaria que solo un genio como él
puede exhibir.
Cuando encontré
a Family Romance, LLC (2019) en la plataforma MUBI, la cual literalmente solo
exhibe lo mejor del cine, no dudé en invertir una hora y 29 minutos en una obra
muy mal calificada en IMDB (6,7), pero que me atrapó en los primeros 5 minutos.
Y es que en
los primeros 5 minutos, Herzog hace una especie de cameo, en el cual explica
que Family Romance, LLC no es un documental. También dijo que en su producción
tuvo cierto parecido con Aguirre, ya que en esa película él simplemente fue a
la selva amazónica y a medida que encontraba cosas, él construía las escenas.
Eso me hizo recordar a esa película y le encontré explicación al por qué yo
sentía que no avanzaba.
Por supuesto
que hacer una película como Aguirre improvisando el guion es mucho más difícil
que hacer un documental, el cual precisamente se hace así, viajando al campo y
allí encontrar las causas y las consecuencias. Pero la idea de explicar algunas
cosas al empezar un documental no solo se la compro, estoy dispuesto a hacerlo
en mi próxima producción.
Y al empezar
a ver propiamente la película, entendí que la aclaratoria de Herzog era necesaria.
Porque no conocemos lo suficiente los aspectos de la cultura japonesa, más allá
de seppuku -que lo vimos al menos 50 veces en la serie Shōgun (Está en Star + para
Latinoamérica). Es difícil entender las necesidades del corazón en una sociedad
post apocalíptica, que incluso antes de la segunda guerra mundial, ha tenido
que luchar contra su condición de ser una isla llena de volcanes, y frecuentes terremotos
y tsunamis. Todos los días la vida está a merced de los caprichos de la
naturaleza.
Family
Romance LLC: una compañía que ofrece el servicio de alquiler de amores sustitutos.
La historia principal gira entre Yuichi Ishii, actor y dueño de la empresa,
quien es contratado por la madre de Mahiro, una adolescente que perdió su padre.
La actuación de Yuichi Ishii, Mahiro Tanimoto y Miki Fujimaki (Todos usan sus
nombres reales), me pareció muy convincente, más aún en el contexto de una
sociedad a la que conocemos muy poco.
Family
Romance LLC también ofrece servicios de Paparazzi, para aquellas personas que
quisieron ser famosas, incluso una señora los contrató para saber qué se siente
ganar la lotería. Allí la película explora los deseos de la sociedad japonesa
de incluso pagar para sentir que llegaron a alcanzar su propio concepto de
éxito.
Family
Romance no solo no aburre, incluso te permite conocer en íntimo al Tokio de
principios del siglo XXI. Si te gustan los documentales, los reality shows y
los dramas densos, invierte tu poco tiempo libre en esta obra del mejor
director alemán de todos los tiempos.
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