Como profesional de la comunicación con 15 años de
experiencia, me siento en la obligación de hacer una reflexión sobre lo que la
mayoría de los venezolanos considera es “un saludo a la bandera”: La decisión
de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos de restablecer la frecuencia
a Radio Caracas Televisión (RCTV).
Quisiera en primer lugar afirmar que, si bien no soy
abogado, era un caso perdido. El argumento de “La administración del espacio
radioeléctrico corresponde al Estado por ser un bien de uso limitado”, no
soporta una simple respuesta: Administrar un bien público con los criterios de
un partido político es, en el caso de un medio de comunicación, censura.
Tampoco es de mucha ayuda vincular a Marcel Granier o a la
familia Phelps a algunos monstros ya familiares como la CIA, la ultraderecha,
el Opus Dei o los illuminati: Desprestigiar al mensajero no descalifica al
mensaje. Es decir, RCTV era una ventanita (en realidad una enorme) para las
opiniones distintas a la hegemonía comunicacional y al pensamiento único del
PSUV.
El representante del gobierno venezolano, Germán Saltrón, no
es ningún inepto, en todo caso hizo un gran trabajo dilatando una decisión muy
sencilla para una Corte, no para una plenaria donde Roy Chaderton –diplomático de
carrera y también ex empleado de AD y Copei- diga cuatro mariqueras sobre
Gaitán y Vietnam, y al final la votación corresponda a los “intereses” de los Estados,
los cuales se imponen a decisiones diplomáticas coherentes.
La soberbia chavista no tiene la capacidad de defender sus
argumentos ante una Corte justa.
Y más allá que en este momento se discuta en sala
situacional si acatar el fallo de la Corte, para lavarse la cara por las D y R
marcadas en hogares de colombianos y la imagen de los niños cruzando el río
Táchira con su ropita y juguetes, o por el contrario desacatar con rabieta incluida
para motivar el voto del enfermito radical, lo cierto es que el gobierno
intentó defender sus argumentos en terreno neutral y perdió.
¿Qué le León no volverá a salir de nuestras pantallas por el
canal 2? Es casi seguro, pero la diligencia se hizo y su imagen de “Rey de la
Selva” quedó reivindicada ante los venezolanos y el planeta.
La justicia tarda, pero llega. Todo tiene su tiempo, y todo
lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora.
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