lunes, 27 de julio de 2015

La victoria retoma las armas que la derrota abandona

La pasada semana asistí a un acto de graduación de un colegio del “Este del Este” caraqueño, obviamente porque uno de los graduandos es un familiar muy cercano. Más allá del prejuicio a la “burbuja social”, se impone el orgullo que se siente que alguien con tu sangre sea honrado con un acto tan bonito y bien organizado, como todos los colegios católicos con prestigio.
Sin embargo, una nube de tristeza –muy característica del momento de “esa” sociedad- tocó el acto. La oradora de orden comentó que por lineamiento del ministerio de educación, todos los institutos públicos y privados del país nombran a todas las promociones de bachilleres del país: “Bicentenario de la Carta de Jamaica”, "220 años del grito Libertario de José Leonardo Chirino" y "100º Años de Nacimiento de César Rengifo", definiendo a los dos hechos históricos y al artista como sinónimos de fracaso.
Y aunque razón no le falta, ya que la “Carta de Jamaica” es un escrito donde Simón Bolívar explica las razones de la caída de la “Segunda República” –La “Quinta” será por el bachaqueo”-, Chirino terminó decapitado y, según la oradora, las obras de Rengifo hacen apología de nuestra mediocridad latinoamericana, me pareció de muy mal gusto despreciar esa parte de nuestra historia.
Pero como buena oradora, inyectó ánimo a los futuros graduandos, al explicar que el fracaso es un momento de inflexión, es decir, donde la curvatura cambia de dirección. “La victoria retoma las armas que la derrota abandona”.
Yo admito que en el fondo le tengo arrechera a todos quienes perdieron la esperanza y que incluso, habiendo votado por Chávez, consideran que hoy su país emprendió un camino indetenible al fracaso y que lo mejor es irse “de esta mierda”. Me arrecha porque mi historia de vida me impide ver las cosas de esta manera, porque así yo me vaya al Polo Norte seguiré siendo aragüeño, porque fui fanático de un equipo que dio vergüenza por 15 años y luego cambó la historia del béisbol para siempre y por supuesto, esos episodios de vida que solo mis más cercanos amigos conocen.
Pero no todos tenemos complejos de “Ave Fénix” y cada quien necesita darse sus propios coñazos “Cómo y dónde sea”.
“A veces se gana, a veces se aprende”. Gracias a Google aprendí que es un libro, pero la frase la escuché por primera vez en una película, ambientada en La India y el Hinduismo. Es hora de dejar de ser malcriados, aprender de las derrotas y cambiar la curva hacia un mejor futuro.
¿Qué fue lo más bonito de la graduación? Que si bien la mayoría de los “niños ricos” estudiará entre tres universidades privadas, la cantidad que se va del país es proporcionalmente la misma de quienes se quedan en universidades autónomas. A propósito fueron los más aplaudidos, entre ellos mi sobrina, quien cursará arquitectura en la UCV.

miércoles, 15 de julio de 2015

Schemmel, Dolartoday y la neurosis venezolana

Oscar Schemmel es el presidente de la encuestadora Hinterlaces. Durante los últimos años, esta empresa es la que ha predicho el ganador de las elecciones en Venezuela, aunque con porcentajes más alejados del “real” que otras firmas como Datanálisis o Consultores 21, quienes tradicionalmente le dan más chance a la oposición.

De hecho Datanálisis, especializada en estudios de economía, dijo de manera exacta que en las elecciones de octubre de 2012, Hugo Chávez ganaría por 11 puntos.

Pero Hinterlaces se enfoca más en la sociopolítica. De hecho esta semana tuve la oportunidad de participar en un evento con este personaje, que si bien es de origen judío y le estaba vendiendo un estudio de campo al estado venezolano, dio una clase magistral sobre teoría de la comunicación, teoría de la opinión pública, algo de semiología y Programación Neuro Lingüística (PNL).

Definición de conceptos y análisis del país

Según el “Monitor país”-Definición de su estudio periódico de cara, en este caso, a las elecciones parlamentarias de diciembre- Schemmel comenzó definiendo algunos conceptos y realizando algunos análisis a los partidarios del gobierno. Algunos tal vez entendieron.

“Aceptamos aquella información que confirma nuestras creencias y opiniones, pero ignoramos y rechazamos los datos que no encajan en nuestros marcos de interpretación, incluso los reinterpretamos para ajustarlos a nuestros esquemas cognitivos”.

“Conocer a quienes nos estamos dirigiendo es la clave”… “Si discutes con un adversario, no utilices su lenguaje, porque eliges su marco”.

Una forma de entender estas premisas es: “Te estoy vendiendo una encuesta y debo adecuarme a tus creencias para que no rechaces la información que te debo dar”. Pero hubo algo peor:

“La gente vota por valores, sentimientos y prejuicios, no por una propuesta programática ¿Dices lo que piensas? ¿Podemos confiar en ti? ¿Nos identificamos contigo?”

Y la idea, donde expuso que muchas veces la política identifica lo peor de los seres humanos para capitalizar resultados, terminó con un prejuicioso concepto sobre las masas: “Como las mujeres, las masas son irracionales y se le convence con palabras”.

¿Qué Capriles proponga algo en economía? Un acierto

“Quien coloca una palabra en la mente de la sociedad, está también colocando una idea y una visión. Entre otras cosas, porque el ser humano piensa con palabras”.

Más allá de los conceptos socialmente admitidos como “Cuarta república”, “adecos y copeyanos” o “no volverán”, es importante que aquella persona que quiera hacer algo en política –y tenga buenas intenciones- más que “adversar” al gobernante, trate de “proponer” ideas, que bien argumentadas, puedan ser adoptadas por la mayoría.

Un ejemplo fue la rueda de prensa de Henrique Capriles –transmitida en vivo por Periscope y tal vez Snapchat- sobre las medidas de emergencia que él tomaría (En realidad José Guerra), para superar la coyuntura. Una de las cosas que Schemmel determinó en su estudio, es que el peor enemigo del gobierno de Maduro es la inacción.

Proponer algo distinto, así parezca tonto según algunos “eruditos”, representa un gran primer paso para la construcción de una mayoría contundente, que permita construir las bases de una nueva Venezuela.

Lo más importante es que las críticas al plan de Capriles nacieron en economistas de la oposición. Del lado chavista solo Nicmer Evans se atrevió a opinar. A los que no se los llevó “la marea socialista”, les parece bastante lógico hacer algo distinto y no tan capitalista salvaje.

Dolartoday y la neurosis

El investigador citó a Eisenhower para definir la “Guerra psicológica”, que según el ex presidente “sembrado” de los Estados Unidos es “la lucha para ganar la mente y las voluntades de los hombres”. William Castillo constantemente debate sobre “La guerra de cuarta generación” y hasta un loco de carretera se fumó una tesis doctoral, tal vez tutoreada por Pérez Pirela, con la “guerra Memética”.

Schemmel comentó que Dolartoday, el Departamento de Estado Norteamericano, J. J. Rendón y tal vez Uribe, tienen una “clínica de masas” que pretende “caotizar” y “neurotizar” a la sociedad venezolana, para provocar salidas violentas, angustias colectivas, sensación de desprotección y respuestas irracionales. Es decir, doblar su voluntad.

Si bien el orador hacía referencia a las causas de la caída del entusiasmo –y de la intención de voto- del chavismo, podemos hacer siguiente ejercicio. Supongamos que yo soy el presidente de Hinterlaces y le estoy vendiendo una encuesta a la oposición ¿Estos argumentos no quedan como anillo al dedo para afirmar que esta es una estrategia del Estado para que la clase media, neurotizada y sin voluntad, emigre a la loca?

En estos días hablé con mi papá –psicólogo- al respecto y me dijo que parte del problema es Dolartoday. Yo le dije que el error de esa página es editorializar informaciones de manera más sesgada que cualquier panfleto chavista. Pero eso sí, todo el mundo sabe que la cotización de las casas de cambio en Cúcuta es cierta. Incluso su información bursátil, ante el silencio del Banco Central, es bastante “completa”.

¿Estamos listos para ganar?

Inicialmente la conferencia era para analizar los resultados de las primarias del Psuv, calificadas como las más importantes de la historia, aunque sacaron un poco más de votos que las realizadas por la MUD en 2012. Ante la pregunta ¿Ganaremos las elecciones? Esta fue su respuesta.
“Nosotros los chavistas –buen vendedor- seguimos manteniendo la fe en el proceso y por eso las colas del domingo. Pero las elecciones no se ganan con las armas, sino con votos, y esos no lo tenemos”.

La tesis de Schemmel es, básicamente, que si el Estado resuelve el peo económico o le sigue cayendo a plomo al Picure, la Cota 905 y a Tocorón, hay chance, pero la oposición tiene en el descontento un gran elemento movilizador.

El problema es que yo lo que siento de mucha gente, más que indignación, es tristeza. Las guarimbas, como colapso psicológico de una parte de la sociedad, causaron mucha frustración, y es esa gente, que fue capaz de caerse a coñazos con motorizados armados, es la que en su mayoría está abandonando el país.

Sé que mensajes como el de Vanessa Senior parecen ser los que necesita una parte de la población para devolverle la valentía, pero lo cierto es que no hacemos nada dañándole más la salud mental a nuestros votantes, o peor aún, no dar ningún motivo al chavista dispuesto a abstenerse o incluso votar por la MUD, para brincar la talanquera, y ganar esta vez por paliza.

O es que nuestra negación de la realidad –que el chavismo era mayoría y que Venezuela “iba mal”, mas no estaba “tan mal”-  nos llevará a otra derrota electoral, como las elecciones de gobernadores y alcaldes ¿Está usted preparado para ganar?


domingo, 12 de julio de 2015

Sembrar la idea de que Tarzán nos puede sacar de las cavernas


Durante mis clases de maestría he comprendido algunas cosas, tales como la necesidad que tienen los profesionales de realizar constantes cursos de actualización, la diferencia entre los egresados de distintas centros de estudio y por supuesto, el drama de las universidades privadas de provincia: tener en su nómina a jubilados de la Carabobo que no quieren resignarse a hacer cola para hacer mercado o usar pañales.

El último profesor que me tocó con esas características me dijo al conocerme que siempre quiso ser periodista, pero en la época que él entró a la UCV fue ante una coyuntura con los cupos similar a la que ocurre hoy en día, y por eso se resignó a graduarse como educador en Caracas.

En uno de sus monólogos interminables, el profesor dijo lo siguiente “Sobre el mundo de la comunicación puedo colocarles el siguiente ejemplo: Los Estados Unidos crearon a Tarzán, un hombre rubio que era rey de la selva y dominaba a los animales. Las películas son un instrumento de dominación creado para que los países del tercer mundo, los animales, seamos sumisos ante el hombre caucásico, igual que Superman. A eso se le llama publicidad subliminal”.

Yo le respondí: “¿Profesor, alguna vez no se detuvo a pensar que tal vez usted no ha sido víctima de una publicidad subliminal sino de una propaganda política? Porque quien conoce de cómics sabe que fueron creados mucho antes que las películas y que además responden a criterios de rentabilidad comercial de empresas como Marvel o DC Comics”. Nota del editor: Sería interesante escuchar una teoría similar sobre “El hombre hormiga”.

Esa “soberbia” del latinoamericano de creer que Pedro Picapiedra, Homero Simpson o Eric Cartman son creaciones del “imperio” para evitar el crecimiento de los países del tercer mundo, tendría algún tipo de sentido si en 500 años –con excepción de Brasil, ya que entiendo que Embraer construye aviones comerciales- hubiéramos sido capaces de fabricar un avión con suficiente capacidad de vuelo para poder bombardear el sur de la Florida. Por esa soberbia es que tal vez Norteamérica nos ignora, o en el mejor de los casos, nos considera su patio trasero.

La imposición de esas “ideas” o “paradigmas” es consecuencia de años de repetir un mismo mensaje, a tal punto de ser aceptado por quienes hoy no están de acuerdo con el discurso de la izquierda, porque para sorpresa de ustedes, dicho profesor no es chavista.

La tarea de esta generación –y las que vienen- es hacer entender a nuestros hijos que esos personajes, lejos de ser un maquiavélico mensaje subliminal, tienen su propia historia y mensaje. Batman por ejemplo, es un huérfano que utiliza su fortuna para combatir criminales, teniendo como sus principales armas su ingenio y su mayordomo. Supermán no nació en Kansas sino en Criptón y Tarzán, eventualmente, se cae a coñazo con traficantes de pieles.


Es ese debate de nuevas ideas el que convertirá a las nuevas generaciones en los superhéroes que transformará a Latinoamérica en el protagonista del milenio por venir, al vencer a nuestro principal archienemigo: El complejo de inferioridad.