Jorge Montenegro- (Me Gusta en Facebook, Twitter y
Google Plus) Los vacíos legales, en Derecho, casi siempre son los
argumentos para justificar acciones criminales, lo que conocemos como
“Ser abogados del diablo”.
Cantidades de imputados ante la Ley, siendo culpables, siempre
encuentran la fórmula de salir a la calle, no importa el país ni las
leyes que los juzguen.
Ese es el caso de las diatribas entre Tiburones y Tigres en la final
2011-12, en la cual parece haberse perdido la cordura desde los
representantes más humildes de las divisas hasta sus más altas esferas.
He aquí algunas humildes consideraciones para futuras finales y lo que queda de esta.
1- No se debe gobernar por Twitter: Muchas veces
la Liga –su Presidente en especial- ha abusado del uso de las redes
sociales para “aprobar” o “rechazar” decisiones relacionadas al deporte,
su historia y porvenir, sin tomar en cuenta que muchas de ellas merecen
un estudio profundo. Desde regalarle 3 títulos a los Leones del Caracas
hasta permitir, tal vez de buena fe, que Tiburones tomara un tercer
refuerzo, ha ocurrido solo este año.
2- Humildad para quien no tiene la razón y para quien la tiene:
Lo peor de la actual final es que el tono de la discusión alcanzó las
altas esferas de ambos equipos. Dimes y diretes innecesarios han sido
los protagonistas del espectáculo, para mal del mismo. Si la toma de
Villarreal fue un error de Tiburones –de buena o mala fe- y se le dio la
razón a Tigres, pues debe pasarse la página. En el caso del tercer
refuerzo, tampoco puede haber represalias entre ambas novenas. Al final
del camino, ambas hicieron lo mismo. El espíritu deportivo indica que si
un jugador se lesiona, debe emplearse a otro del róster de 34.
3- El perreo es parte del juego: Sí, aunque
ustedes no lo crean, cuando un equipo adquiere a un jugador con Alex
Cabrera o José Mijares, también compra en el paquete sus ademanes y
actitudes. Nos consta que aunque se caigan a “piñas” en el terreno,
fuera de él tienen una vida social y son muy amigos.
4- El fanático nunca puede perder: Entendemos el
hambre de títulos de Tiburones, 25 años pesan mucho, pero los Tigreros
llegamos a soportar 28. Ambas directivas deben establecer pre acuerdos,
sobre todo en series finales, para apartar cupos de entradas para sus
rivales. En esta final las organizaciones que trasladan fanáticos,
vieron las de Caín para adquirir entradas en Maracay y Caracas. Así como
existe en el fútbol, deben reservarse sectores de las tribunas para los
equipos visitantes. También nos parece absurdo que La Samba de La
Guaira no pueda asistir a otros estadios.
Si todos aplicamos la Ley del “Ojo por ojo”, todos quedaremos ciegos.
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