lunes, 28 de abril de 2008

ESTOY COMPLETAMENTE JODIDO


Inicialmente quería usar este blog para escribir sobre béisbol, pero como ya tengo el dominio del web site http://www.tigrerosoficiales.com/, decidí emplear este espacio para escribir sobre mí, mis problemas existenciales y mi extraordinaria manera de mentarle la madre al mundo con una sonrisa.
Hace algunos años era poeta. Mi mejor época fueron los 16 años, cuando estudiaba cuarto año. Mi profesor Heliosi Oropeza me puso 20 de calificación por mi poema Mi poeta interno. Hoy en día lo leo y me parece una cagada, pero en su momento, el ya anciano educador dijo “Expresaste lo que sientes, y por eso tienes 20”.
Hoy en día no tengo ganas de escribir poemas, desde hace 8 años no escribo alguno. Mi inspiración eran las mujeres, las bellas hijas de los extranjeros –y una que otra morena- que ocupan el listado de quienes estudian en los liceos privados. Era una cagada porque a la mitad de ellas nunca les dije nada, y a la otra mitad, que les enseñaba mis obras, estaba tan seguro que no me pararían bola que sencillamente se los entregaba y me despedía de una vez.
En la universidad todo fue distinto. De 70 personas que estaban en las aulas, 63 eran mujeres, 2 eran maricos y 5 hombres, mientras que en el colegio, de 45 estudiantes, 5 eran chamas. Lo increíble es que en la universidad sólo me enamoré de una, quien tenía un mapa del tesoro tan sencillo que un tipo como yo no cuadraba. A ella le escribí mis últimos poemas, aunque fueron otras compañeras de estudio que con su capacidad de comprensión y deseos de pasarla bien quienes realmente merecieron tal honor.
También creo que dejé de escribir con la llegada de los mensajes de texto. Es más sencillo decir 9 palabras bonitas que tratar que una serie de oraciones que deseas suenen incoherentes y además rimen. Finalmente mi vocación de periodista, que me permite escribir textos argumentativos, me convirtió de poeta a ensayista. Creo haber evolucionado.
Luego de mi fracaso con esa belleza de la universidad, decidí buscar solo el placer, convertirme en una plasta de mierda incapaz de tener un gesto romántico, y como conclusión lógica, no he logrado una sola relación estable, solo noches entre palos y alegrías y mantenimiento de mi línea de crédito en los burdeles.
Una persona especial dijo “Jorge está jodido, porque le tiene arrechera a las mujeres”. Es cierto, mi concepto de la relación de pareja es el mismo que tiene un hombre con 25 años de casado, algo así como que las mujeres son un mueble de la casa que se queja y jode ¿Y cómo no tener ese concepto con una madre tan ladilla?
A veces quiero fantasear con alguien que no me quiere; otras no le paro bolas a quienes les importo, pero que son tan enrolladas que me recuerdan a la que me parió; a algunas no las tomo lo suficientemente en serio y las cosas se enfrían; y finalmente cuando consigo a una mujer con cerebro, pues no me puedo enamorar de ella porque sería una locura, y además se fue de mi vida antes de encontrarla.
Estoy jodido, eso no es nada nuevo. Tener un trabajo excelente, un jefe admirable, real en las cuentas corrientes y de ahorro, las tarjetas de crédito vacías y carro propio no es suficiente. Gracias a Dios es así, porque la felicidad es sólo un momento.

viernes, 25 de abril de 2008

Camino a la felicidad

Camino a la felicidad es el título en español de una película protagonizada por Will Smith y su hijo en la vida real. La historia cuenta la vida de un negro que intenta hacer vida como corredor de bolsa en los Estados Unidos y finalmente se hace millonario –algo nada raro en el Imperio-. Al mejor estilo de “La vida es bella”, el padre hace todo lo posible para sobrevivir con su hijo, llegando al extremo de pasar una noche en el baño de una estación de metro. Al final el personaje obtiene el empleo y dice que fue en ese momento cuando realmente sintió la “Felicidad”.

Tétrico, pero cierto: La felicidad es solo un momento. Desde el pasado 29 de enero de 2004, cuando los Tigres obtuvieron su primer título en la ciudad de Puerto La Cruz, he vivido los mejores años de mi vida. Cuatro años después, victoria tras victoria, siento por una parte que aprecio tanto esta racha ganadora porque me costó una bola vivirla, pero también creo que “mal tripeé” sufriendo durante 15 años, cuando asistía al estadio para ver perder a los Tigres ante Caracas, Magallanes, Lara o Zulia.

En agosto del año pasado fui, por sugerencia de mi amigo Felipe, a Cata con unos panas. El viaje fue muy divertido, y antes de regresar a Maracay me senté en la arena a mirar el paisaje. Estaba pensando en una valenciana muy especial a quien había prometido llevar a conocer esa playa. Miré al cielo para hablar con Dios y pedirle una explicación del por qué yo no había podido tener una relación completa e interesante con una dama. Lo cierto es que esa “dama” había aparecido el día anterior, y en una borrachera de Ron con Vino me había dado nalgadas con una chancleta, lanzado cosas e incluso arañado mi espalda con un tenedor.

Esos dos meses que conviví con su presencia fueron por demás interesantes. Ella es una de esas personas que creen ser interesantes, y en realidad lo son. Es como un terremoto que te mueve tu vida y tu forma de pensar, para decirte “estoy aquí”, y luego irse para hacerte comprender, como todo fenómeno natural, que hay cosas que tú no puedes controlar.

En su segunda visita a mi vida llegó con un lema de felicidad, algo así como “soy feliz, soy feliz” –el cual se escucha mucho más cómico cuando tomas alcohol y te agitan la cabeza. Ciertamente me siento feliz, como sólo los Tigres de Aragua y el Manchester United con su especial forma de ganar, lo han logrado.

Ella está ansiosa por irse, y llevarse una vez más su alegría, sus conocimientos en música y literatura, su iniciativa para hacer cosas locas y convertir una simple reunión de amigos en una jornada de locuras y amor. Sus caprichos, malacrianza, terquedad y su peinado poco femenino sin duda también lo voy a extrañar.

A finales de la segunda semana de mayo mi vida volverá a la fastidiosa normalidad. Volveré al GYM, a los fines de semana de dominó, intentaré echarle los perros a una mujer que sea un cúmulo de necesidades y que lo más profundo que haya leído sea alguna mierda de Pablo Cohelo –lo cual sería ya una rareza-.

Sin embargo, debo aprender de las enseñanzas de Roberto Benigni y su película más reconocida, ya que cualquier escenario negativo puede ser disfrutado y vivido con intensidad y humor, o puedo hacer como el personaje de Will Smith y sufrir cual novela todo el camino que debo recorrer para convertirme en un negro multimillonario. Ejemplo, soy feliz a pesar de tener 2 días sin luz en mi casa.

Soy feliz, y debo aprender a mantenerme así. Ella no es la felicidad, es una consecuencia a una serie de hechos, un aprendizaje, tal vez un premio, que junto a las personas que me rodean, como mis amigos y mi sobrina, me hacen apreciar más la vida. Mucha gente dijo que los Tigres eran una moda pasajera como el reggaeton, pero al igual que dicho ritmo, se han convertido en una dinastía, una hegemonía. Sé que seré feliz por mucho tiempo, aunque precisamente sea más feliz por visitas o “temporadas”.