miércoles, 20 de junio de 2007

Un ángel en San Jacinto


Si digo que en Venezuela vivimos una época de odio, promovida por un discurso político, sería estúpido quien no me creyera. Si afirmo que en estos días algún venezolano amó más a su prójimo que a sí mismo, sería yo el estúpido si espero que alguien me crea.
Todo ocurrió el pasado domingo en Maracay, cuando un motorizado, de nombre José Luis Fernández, transitaba por las calles de la ciudad jardín. En ese instante ocurrió un grave accidente en San Jacinto, zona ubicada en el Este de Maracay. Sin pensarlo dos veces socorrió a los ocupantes de una Trail Blazer, donde viajaban 5 niños.
En el momento en el cual se disponía a sacar a la última persona, el automóvil explotó, provocándole quemaduras en el 90% de su cuerpo. El desenlace no pudo ser más cruel: A las 9:50 de la mañana del martes dejó de existir. El diario El Siglo tituló su primera página del martes con sus proféticas palabras: “Moriré tranquilo porque salvé la vida de 5 niños”.
Su cuerpo fue velado entre honores de bombero, de manos de Mauricio Sánchez, comandante de los bomberos de Aragua y persona a quien le tengo gran aprecio. José Luis deja a una viuda y 8 hijos.
Su esposa pidió al Presidente Chávez que le ayudara al traslado del cadáver a Maracaibo, pero no faltó quien colaborara con esa causa. Corposalud, institución del estado Aragua los asumió todos. También exige responsabilidades civiles para el conductor de la Trail Blazer, quien aparentemente manejaba en estado de ebriedad y ocasionó la muerte de los otros conductores involucrados en el accidente.
Pero hagamos un paréntesis en este caso. Las pasiones desbordadas en este país me han permitido escuchar frases como “Debemos defender a los pobres de los ricos” o “esos actores de RCTV cuando lloran se ven bonitos”. Me he puesto a pensar cuál habría sido el desenlace de esta tragedia si nuestro héroe maracucho hubiera tenido en mente las palabras de nuestro Presidente en el momento menos apropiado. Ciertamente sus 8 niños hoy tendrían un padre, total, los otros 5 estaban en una Trail Blazer, por tanto deben ser ricos.
Lamentablemente el amor a los reales ha hecho perder la cabeza a muchas personas que conozco, y se han dejado envenenar, o en su defecto apoyan, el discurso del odio. José Luis nos dio una muestra de verdadero cristianismo, ya que dio lo más valioso que tiene un ser humano por sincero amor al prójimo: La vida.
Otra reflexión. Muchas de estas organizaciones religiosas del Brasil que han invadido a nuestro país, y que cobraban hace 4 años 50 mil bolívares –ahora debe ser mucho más- a sus seguidores para sacarles el “espíritu maligno”, reciben subsidios del gobierno nacional.
Además es evidente el sello religioso que tienen muchas medidas ministeriales del gobierno, como lo son la prohibición del alcohol en vacaciones e incluso se habla de multar a las señoritas que usen un hilo dental. Lamento pasar de lo político a lo religioso, pero señores, esas ridiculeces no sirven para amar a Dios. Sigamos el ejemplo de José Luis, lo demás son pendejadas.

lunes, 18 de junio de 2007

Guaky es rojo rojito


Desde joven admiré la figura de Rafael Caldera. Es para mí el Winston Churchil venezolano, por su capacidad de conducir a un país en tiempos difíciles.
Me contaron que en su primer gobierno promovió la pacificación del país, así como el inicio de grandes obras como el Metro de Caracas. Sin embargo, cuando viví su segundo gobierno, padeció del pecado de la inacción, es decir, que a pesar de haber culminado obras como Las Macaguas, la Autopista Rafael Caldera, el templo de nuestra señora de la Coromoto, el puerto fluvial de los Monjes y otras obras que nunca se le reconocerán, hizo muy poco.
Siendo su abogado del diablo, hay que colocar a su gobierno en un justo contexto. Venezuela vivía los efectos de dos golpes de estado y 10 años sostenidos de crisis económica que tuvieron su punto máximo en la crisis bancaria del 1994. A propósito, uno de sus protagonistas, Orlando Castro, es hoy en día un chavista confeso.
Hago esta reflexión porque he escuchado a muchas personas que hay que boicotear la Copa América, cosa que no estoy dispuesto a apoyar más allá de alguna manifestación pacífica e inteligente que se le ocurra a algunos estudiantes.
Sí, lo sé, será un momento de gloria para el comandante, ya que por primera vez en 9 años se sentirá todo un Marcos Pérez Jiménez, ya que dejará 10 obras faraónicas –los 9 estadios más el viaducto- y más allá de la corrupción, la mayor parte de la plata se invirtió en obras. No llegaré al extremo de decir “Viva Chávez”, pero este round lo va a ganar, por no padecer del pecado de la inacción.
También podremos evaluar a 8 gobernadores y a un alcalde rojos rojitos, quienes se echaron el trabajo al hombro. Aparentemente el gobernador de Bolívar cumplió con las metas, igual que los de Mérida y Táchira, estado que hasta tiene el estadio de béisbol más moderno de Venezuela –aunque no tiene Bulpen-. Di Martino, el único jefe municipal de esta banda, también hizo lo necesario para no dejar al país en ridículo.
Lamentablemente el ejemplo no entra por casa, y parece ser Barinas el estado que saldrá peor parado, ya que anunciaron que una de sus tribunas no será concluida. Además de su padre, su compadre del estado Lara tiene “crudísimo” al único estadio estilo inglés del país, es decir únicamente construido para el fútbol. El poeta de la Revolución, que ha visto como en Anzoátegui le salió padrote en la figura de un ex presidente del extinto congreso nacional, parece que también pondrá la misma que puso el TSJ con la decisión del 11 de abril, y luego se irá de vacaciones.
Señores, no deseemos el fracaso o el ridículo a nuestro país ante este evento. Desde 1983, cuando se realizaron los Panamericanos de Caracas –en el gobierno de Luis Herrera-, Venezuela no es sede de un evento de semejante importancia. Vamos a verlo de una manera sencilla, las plumas de Guaky, la mascota, son roja rojitas, y aunque la Federación Venezolana de Fútbol tiene la mayor parte del logro en la realización de este evento, sin ayuda del ejecutivo nacional no se habría logrado nada.
Finalizo con la siguiente reflexión ¿Qué se va a hacer con los estadios después de la Copa América? Los equipos no podrán mantenerlos, ya que es un hecho público y notorio que en cada torneo quiebran 2 franquicias de primera división. Espero que no tenga el triste final del Brígido Iriarte, como depósito de médicos cubanos.

viernes, 15 de junio de 2007

El Teatro de los sueños


Como todo joven de clase media, sigo las incidencias del fútbol europeo. Como pueden comprobar en el título de esta crónica, son fanático del Manchester United, cuyo estadio, de nombre Old Trafford, tiene como sobrenombre o NickName "El Teatro de los Sueños".

Sin embargo, el mayor sueño logrado por el Manchester fue en el Camp Nou de Barcelona 1999 con un equipo liderado por David Beckham. Los diablos Rojos remontaron en tiempo de descuento un uno a cero ante el Bayern München y se coronaron campeones de Europa.

Emoción similar viví un 18 de noviembre, día de la chinita, cuando Venezuela remontó ante Bolivia el mismo marcador y en el mismo tiempo. Vaya suerte la mía ver semejantes hazañas al menos dos veces en la vida. Pero la verdad, lo hecho por los Tigres el domingo "no tiene padrote", porque más allá del descontrol de los lanzadores turcos se impuso la paciencia, inteligencia y ganas de ganar de los felinos locales.

Coincidí al terminar el encuentro con el comentarista más reconocido de los Tigres ¿Cómo deberían sentirse aquellos que se fueron del estadio antes del noveno inning? ¿Cómo deberían sentirse aquellos que no creyeron en los Tigres, a pesar de haber regresado gracias a la algarabía de quienes sí creyeron lo imposible? Un día después agregué en mi mente otra pregunta ¿Cómo deben sentirse aquellos que se sintieron derrotados cuando en el peor de los casos Tigres tenía al menos dos juegos por delante para ganar la serie y contra un bullpen destrozado?

Sólo nos encontramos alrededor de 3.000 verdaderos fanáticos de los Tigres en ese noveno inning, los que siempre esperaron estos años de gloria, poquitos, pacientes y siempre ilusionados. Yo como analista di el juego por perdido en el sexto inning. Más aun en el noveno: 4 errores, 13 hombres dejados en base... Pero como fanático me decía a mi mismo: Todos los innings los Tigres han atacado y han producido gran cantidad de hits. Hay hambre y eso puede ser bueno.

Rogué por cada inatrapable de Romero, Maza y Núñez sentado en la silla 94 de la fila 14, sector 8. pedí al creador que le diera paciencia a Blanco, Rodríguez, Cabrera, Hernández y Simón, y finalmente esperé el batazo con Ronnie y Alex, quien antes del juego me reclamó que no me puse la camisa 17. Yo le contesté: Traje la camisa del campeonato ante Caracas para apoyarlos a todos ustedes.

Luego del batazo, corrí por las tribunas gritando la palabra "Campeones". Nunca vi a Gollito anotar. Sentí como unos impotentes Tigres, llenos de juventud y talento, no podían surgir por culpa de un tirano lleno de gente potencialmente incapaz llamado Magallanes, que nos ofrecía un futuro negro en Valencia ¿Les parece similar a otro aspecto de nuestras vidas?

La hazaña de los Tigres no pertenece a Aragua, sino a la historia del deporte en Venezuela. Quienes se hayan calado este testamento, les quiero proponer que luego de aquel ponche a Bob Abreu hace dos años, el todavía increíble cabezazo de un short stop Dominicano a un Fly de Henry Blanco, y la noche de las 8 carreras, adoptemos el nombre de Old Trafford "El Teatro de los Sueños" para referirnos al José Pérez Colmenares.

La Serie Mundial del Caribe


Una declaración aparecida en la prensa nacional de Buddy Bailey me llamó mucho la atención, al igual que a muchos foristas. En las reseñas, Bailey criticaba el formato de la competencia, que impide entre otras cosas las prácticas de bateo. También fustigó la entrega de los peloteros criollos, ya que deberían tomerse esta competencia como la Serie Mundial del Caribe. Finalizó diciendo que extrañaba a ese equipo que ganó 41 juegos este año. Omitiendo el detalle que seguramente fue él mismo quien no incluyó a Rubén Salazar en ese line up por razones que no quiero profundizar, Bailey tiene razón. Cuando se escriba la historia de las Series del Caribe aparecerán los nombres de las Águilas, Magallanes y Leones. Nosotros sólo seremos referencia por haber sido el equipo de Carew, Concepción y Miguel Cabrera. Esperé 15 años para ver a los Tigres coronarse, y he gozado un mundo las recientes victorias, pero creo que es momento de pensar un poco más allá. Por ello hago las siguientes consideraciones. A la Directiva: Sé por fuentes confiables que se movieron lo suficiente para conseguir mejores jugadores. Sin embargo creo que existe un problema de planificación de metas. Es un hecho que la fórmula de línea central Delgado, Rodríguez, Cedeño y un refuerzo en el centro, es exitosa en esta liga, pero mirando más allá, y comparando con los rosters que ofrece Dominicana (Capaz de poner a Furcal, Castillo, Tejada y Offerman en los 4 primeros turnos) la verdad no tenemos nada que buscar. Por eso critiqué en su momento el cambio de Rivera, porque tener en un line up a Miguel y al Back Up de Vladimir Guerrero de verdad causa respeto en cualquier liga. Sin embargo, la entrega de Cedeño me conmovió. Por el amor de DIOS, hagan lo posible por conservar a Enrique Brito. A los jugadores: Yo entiendo que Miguel Cabrera y Oswaldo Sosa, por lo valiosos que son para sus organizaciones, se les impida jugar, pero ¿Qué excusa tienen Rodríguez, Romero y Prado? Ninguna. Rodríguez necesita demostrar lo que vale, más aun por la escogencia de Alejandro Machado en Waivers por Minnesota, que lo obliga a estar todo el año arriba. Romero (Alex) tiene una dura tarea para demostrar que tiene el mismo nivel que Carlos González y la Serie del Caribe es una buena tribuna. Finalmente no creo que los números que dejó Prado en Venezuela le aseguren ser el sustituto de Marcus Giles en Atlanta. Ramón Hernández y Luís Rodríguez: Me dolió como fanático ver que les faltó la entrega y la garra que sí tuvieron con el Caracas el año pasado. Castillo, Salazar, Simón y el resto del equipo: Gracias. No quiero hacer leña del árbol caído porque sería una injusticia criticar los errores de Blanco, Maza, el mismo Castillo, porque de verdad sentí que dieron lo mejor de sí. A la organización entera: A seguir trabajando. Recuerden lo que pasó con los Bravos de Atlanta, tantas series mundiales perdidas hicieron que los últimos años de su dictadura en la división Este de la Nacional se convirtiera en algo aburrido, al punto que dejaron de llenar el estadio en el final de esa dinastía. Olvidémonos de las propagandas políticas, de las posiciones intransigentes con las figuras del pasado y trabajemos en conjunto en un proyecto para convertir a este equipo en Campeón del Caribe. Es la única meta que nos falta.

La generación boba


La escuela de Comunicación Social de la Universidad Bicentenaria de Aragua (UBA) nació a finales de la década de los noventa. Yo entré a estudiar en lo que fue “La cuarta” promoción, días antes que finalizara el gobierno de Rafael Caldera.
Eran tiempos difíciles. Vivíamos en una sociedad hastiada por la ineficiencia de las instituciones elegidas por nuestra democracia “Representativa”, modelo que debía ser suplantado por otro “Participativo y Protagónico”, con el cual la gente, o “el pueblo”, pudiera llevar una contraloría social que mejorara nuestra forma de participación política. Al menos así se nos vendió el paquete. Desde un primer momento, yo no lo compré.
Paralelamente en el mundo de la UBA había cuatro generaciones de comunicadores. Los primeros fueron los “Forma Peo”, liderados por Orlando Conde, célebre profesor que pagó con su trabajo su inconformidad con las modalidades de pago de la Universidad. La segunda y la tercera fueron más intelectuales, pero la cuarta, la más numerosa, no era nada participativa, además receptiva a las nuevas ideas políticas.
Al graduarnos 118 de más de 600 de los que inicialmente comenzamos la carrera, encontramos un país sin posibilidades de empleo, destrozado por las luchas políticas y definitivamente polarizado, entre quienes tenían la acertada idea de la lucha contra la pobreza -o un papá en el gobierno- y quienes entendimos, muchos desde un principio, el peligro del mensaje del odio, y su utilización para la manipulación política.
Cinco años después encontramos a un país en vías de progreso, gracias a un gobierno norteamericano manejado por los Zares del petróleo en dicho país, llamados Dick Chenney y George Walker Bush, y a quienes les interesa conservar unos precios altos para hacer más rentables sus negocios en Texas. Muchos de mis compañeros consiguieron trabajo en el gobierno gracias a la importancia que le da el Estado a las políticas comunicacionales. Sin duda, de no haber ocurrido la ruptura política de años pasados, siendo optimistas solo 18 habrían podido ejercer la profesión, algo así como un 1%.
Pero hoy el millón y algo, más cesta tickets a 0.5 unidades tributarias que debe ganar la mayoría de quienes ejercen la Comunicación Social para el Estado –tal vez más del doble en ciertos casos- no debe hacernos perder los estribos. Si bien el estado es dueño del espacio radioeléctrico nacional en sus frecuencias VHF y UHF, las razones para “Cerrar” Radio Caracas Televisión (RCTV) son políticas, sin juicio previo y respondiendo a una voluntad presidencial y discriminatorias, si consideramos que Venevisión y Televen participaron en el Golpe, o “Vacío de Poder” que determinó el único tribunal que ha dictado sentencia alguna sobre el caso de Abril de 2002. Y por favor, no se hagan eco de los resentidos, porque son solo un arma de manipulación más del régimen, y como comunicadores debemos saber de eso.
Pero ver hoy a chamitos de cuarto semestre organizando movilizaciones, no en Las Delicias, sino en la avenida Intercomunal y la Autopista Regional del Centro, recuperando espacios y aliándose con los célebres “Forma Peo” de la Universidad de Carabobo, Agronomía de La Central y el Pedagógico, para formar una manifestación con todas las de la Ley ¿Por qué hoy no soy un estudiante de Comunicación de la UBA y pelear por mis sueños? ¿Por qué formé parte de una generación “Boba”, de un millón y dele más cesta ticket?
Quisiera finalizar pidiendo disculpas a mis amigos de la cuarta y de la quinta, tanto en promociones como en política, por decirles Bobos, aunque saben que en mi usual verbo les diría por lo menos “Pendejos” o “Guevones”. Sé que vivimos tiempos distintos, pero la verdadera Ley Mordaza la tiene la gente, quien es quien decide si cambia el control remoto, coloca otra emisora o deja de comprar un periódico. Mis recordados profesores de la UBA, que hoy protestan en la calle, deben saber que en algo se equivocaron al formar a aquellos muchachos.
Tal vez yo soy un “superdotado”, porque pude ver hacia el futuro, un futuro que ya se hizo presente, aunque ustedes no lo quieran ver todavía. Bueno, efectivamente soy clarividente, sí me recuerdan, soy astrólogo.