miércoles, 18 de enero de 2012

El espíritu de Mexicali

Jorge Motenegro

Un verdadero fanático debe sentirse orgulloso de su equipo, en las buenas y en las malas, en las rachas y en las crisis, e incluso cual matrimonio, en la salud y en la enfermedad.

Para los fanáticos de los Tigres, tal vez como consecuencia de las buenas rachas, apoyar al equipo con pesimismo, “ligando para atrás”, o vistiendo la misma camisa durante los 4 meses del campeonato, es una costumbre. Por muy mal que se encuentre, siempre tiene la fe que la novena encontrará la fuerza para sobreponerse.

Los aficionados de Maracay son inmunes a lo que vivieron los de Cleveland Cavalliers, quienes quisieron paralizar la ciudad cuando Lebron James dejó su equipo para jugar en Miami. No poseen el rencor de los barcelonistas con Luis Figo, Ronaldo o cualquier otra figura que haya jugado de Culé y luego con el Real Madrid. En Maracay solo hay espacio para ligar, así no jueguen Martín Prado o Miguel Cabrera.

Tal vez eso es consecuencia de nuestra primera Serie del Caribe. Luego de vencer en una inolvidable final a Leones del Caracas, los integrantes del corazón ofensivo del equipo, compuesto por Ronny Cedeño, Alex Romero, Luis Rodríguez, entre otros caballos, decidieron descansar en febrero del 2009 mientras Aragua se preparaba para su mayor hazaña.

Alexander Delgado, Raúl Chávez, Héctor Giménez, Wilson Ramos, Ramón Castro, Alex Núñez y Luis Maza, acompañados de los refuerzos Luis Ugueto, Selwyn Langaigne, Rodney Medina y Jackson Melián, llegaron al norte de México como las cenicientas del torneo.

Nada más fuera de la realidad. La gerencia aragüeña supo armar un trabuco en la lomita, integrado por Erick Arteaga, Ronald Belisario, Iván Blanco, Marcos Carvajal, Horacio Estrada, Jeff Farnsworth, José Guanchez, Tim Harikkala, Brad Knox, Andrew Lorraine, Orber Moreno, Víctor Moreno, Yohán Pino, Oswaldo Sosa y Francisco Buttó, quien resultó ser el Más Valioso de la Serie. Ellos sellaron la conquista histórica de la novena felina.

En la actual temporada, Tigres carece de una ofensiva temible. Su principal arma es Edgardo Alfonzo, sacado del retiro y que en los actuales momentos tiene un promedio similar al de Alberto Callaspo en la semifinal. Wilson Ramos tal vez se encuentra en su peor momento como pelotero y jugadores como Maza y Giménez no han tenido su mejor año. Pero mantiene cargada su principal arma: el picheo, tanto abridor como relevista.

Si bien es cierto que Tigres no tiene su mejor versión en el campo, como consecuencia de lesiones e imprevistos como el de Lastings Milledge, ya a nadie le extraña que nuestro equipo esté peleando los primeros puestos y el cupo para su 9na final en 10 temporadas.

#ARRIBATIGRES

2 comentarios:

R-menor dijo...

De nuevo "BUESTROS TIGRES" en la final...Una alegría en estos tiempos de crisis...besos amigo!!!!!

R-menor dijo...

*NUESTROS