Este domingo, la triste historia de la elefanta Ruperta, quien
se muere de hambre en algún zoológico de Caracas y cuyo estado de salud es
negado por el Estado, en un acto de soberbia política / pésima gerencia de
comunicaciones y propaganda, fue opacada por un video sexual. Sí, dos videos
íntimos de un minuto de dos “estrellas” de Venevisión y un Reggaetonero. Fue el
punto de encuentro de toda nuestra opinión púbica, digo, pública, en el
transcurso de esta semana.
Quisiera hacer algunas reflexiones al respecto.
Ante el argumento “Están gozando con la desgracia ajena”,
quisiera decir que quienes estaban gozando eran ellos tres, en una sesión sexual
voluntaria entre los tres. Allí no estaban violando a nadie. Es una situación
entre adultos, y más allá de los comentarios jocosos, no hay nada que juzgar ni
que lamentarse.
Sobre la afirmación “Eso demuestra nuestra pobreza como
sociedad”, me parece de mucha ignorancia no conocer los casos de Pamela
Anderson, Paris Hilton, Kim Kardashian… Ni hablar en Europa. Un video sexual de
un famoso es noticia en cualquier parte del mundo. Es una ridiculez decir que
tenemos de presidente a un chofer de autobús porque dos chicas la pasaron muy
bien en un viaje a la playa.
Repasemos el concepto de noticia: No es noticia que un perro
muerda a un hombre, sino que un hombre muerda a un perro. Y si el hombre o el
perro son famosos…
También escuché que tanto las chicas como el afortunado
cantante son “pseudo” venezolanos. Señor, es usted un chavista ignorante de
clóset. El hecho que el apellido de una de las chicas se traduzca del alemán “Pozo
negro”, no quiere decir que no acabe los trapos como buena venezolana y que
rumbee como es.
Tal vez lo único censurable de esta situación es el evidente
uso de drogas entre los tres.
En unos meses, veremos las carreras artísticas de estos
famosos reconstruidas, y en un tiempo mayor, sus vidas personales. Roxana Díaz
no solo se casó, tuvo un hijo. Aprendamos como sociedad que el uso de las
tecnologías trae estos riesgos y que el disfrute pleno de nuestra sexualidad es
lo más natural en nuestras vidas.