En los pasados días pude saber sobre un compañero de universidad de quien tenía mucho tiempo sin tener razón. Nos tocó coincidir por razones de trabajo.
La verdad sentí nostalgia a pesar de no promover un reencuentro con él ni con Jack, otro amigo de la universidad a quién le perdí el rastro.
En estos días me escribió un correo para que redactara dos cuartillas sobre Kike, un amigo en común entre los tres, que se nos fue prematuramente. En su momento entregué algunas líneas que fueron bien recibidas por su familia.
Pero me resulta difícil escribir algo adicional sobre Kike. Primero, porque como coloqué en esa primera entrega –creo recordarlo- , la última vez que soñé con él fue en esa reseña que hice hace una década. Estaba con él en el terminal de Maracay, yo le hice una pregunte sobre la muerte, él me la respondió, tomó un bus y se fue.
En segundo lugar, porque creo que la mejor forma de honrar la vida –la suya, la mía, la de Jack, Isaac y demás afectos a él- es seguir viviendo a plenitud. He aquí mi breve reseña sobre las cosas que he vivido y que me habría gustado compartir con él.
Los 20´s son una década en la cual seguimos siendo chamos, pero con independencia económica. Es una época en la cual las adolescentes de tu juventud se convierten en mujeres, tus compañeras te siguen tratando con interés y las mujeres mayores a uno, gracias al gimnasio y la buena alimentación, son atractivamente maduras. No hay que hacer mucho esfuerzo para sentirse un play boy ¿Habrías seguido con tu novia o probarías las mieles de la juventud?
Durante esta época vivimos –y seguimos viviendo- una crisis económica que parece no terminarse nunca. Pasé dos años de graduado sin empleo ¿Kike habría seguido con la idea de trabajar en radio?
También me tocó mudarme de Maracay a Valencia por ofertas de trabajo, igual que Jack e Isaac a otras ciudades ¿Kike habría abandonado el nido? ¿Se habría ido del país?
El avance de la tecnología le fascinaba. Siempre chateábamos sobre los mp3, las virtudes de los equipos celulares, las telecomunicaciones en general, a través de los novedosos mensajes de texto gratuitos de Digitel a principios der siglo ¿Se habría comprado un Ipod, un Iphone o un Ipad? ¿Nos comunicaríamos con mensajes gratuitos a través de Pin o Wassup? ¿tendría Twitter y Facebook? Seguro que sí.
También solía hablar con él de cine. Me habría gustado conocer su opinión sobre las grandes obras de Christopher Nolan como Memento, Inception, Following y las dos Batman; las nuevas de Tarantino como Bastardos sin Gloria; el nuevo cine Alemán, entre ellas La Caída o el Libro Negro; y por supuesto, las animaciones de Pixar.
Estos diez años he sido testigo de todo un proceso político, su crecimiento y su aparente decadencia. De un presidente que estuvo preso pero se olvidó de las cárceles, y que ahora que está enfermo, parece enterarse que los avances de salud pública de los cuales le contaron sus asesores no son tales. Yo lo sé porque me tocó cuidar durante dos meses a un tío en un Seguro Social y conocí la Venezuela que los políticos del pasado olvidaron y que los del presente solo la mencionan para buscar votos.
¿Habría considerado este proceso una enseñanza de vida como sociedad o sería parte de los protagonistas de algún bando?
Volviendo al tema de los mensajes de texto gratuitos, sigo imaginándome chateando con él por estos sistemas de mensajería de los smartphones. De las últimas cosas de las cuales escribimos fue sobre la final Tigres Magallanes del 2002, última que ganaron los carabobeños. De seguro lo habría atormentado con todas esas victorias de mi equipo, esa década dorada y tan esperada por mi.
Finalmente, reconozco que a veces cuando veo un niño en la calle, extraño los años cuando podía cargar a mi sobrina y creo que una parte de mi ya quiere tomar un rumbo serio en la vida ¿Ya Kike sería papá?
Todas estas peguntas seguro me las responderá la imagen que aun conservo de él en mi inconsciente.
Sé que cuando a alguien le dicen que le queda poco tiempo de vida, se arrepiente de no haberla vivido al máximo. Pero la verdad es que el destino nos puede jugar una mala pasada en cualquier momento. Incluso estuve a punto de vivir un accidente aéreo y me tocó por minutos pensar en esa posibilidad.
Pero la verdad es que la gente vive su vida y sus procesos como quiere. Yo tengo 31 años, estoy soltero y sin pareja formal, juego futbolito los miércoles, softbol los fines de semana, troto en las noches que no estoy en curso de Italiano o Alemán, juego dominó los fines de semana, voy a todos los juegos de pelota de los Tigres en temporada… Yo vivo mi vida así porque es así como me siento cómodo.
Un viejo amigo locutor de los Tigres de Aragua, José Aníbal Manzo, también se lo llevó el cáncer hace dos años. Siempre tenía un mensaje positivo y unas tremendas ganar de seguir viviendo. Nos decía: ¿Qué puede ser superior al hecho de estar vivo y disfrutar de todo lo que Dios nos permite apreciar?....Nada.
Mi homenaje para mi amigo es seguir viviendo a penitud, intentando hacer las cosas bien, disfrutando todo lo que Dios me permite apreciar y siendo feliz a mi manera.