Recientemente estuve en una entrevista de trabajo, en la cual uno de mis posibles nuevos jefes dijo la siguiente afirmación: Los millennial están fracasando.
Desde hace 13 años, manejo un proyecto llamado Tigreros Oficiales, el cual está dedicado a ofrecer información sobre los Tigres de Aragua, mi equipo favorito de béisbol.
Casualmente en estos 13 años, he vivido un sin número de transformaciones, gracias a la evolución del formato digital. Desde tener una página WEB, hasta construir redes sociales. También ha habido un cambio generacional, ya que a medida que estos medios se han consolidado, es mayor el número de estudiantes que desean hacer pasantías conmigo.
Este año, @tigrerosoficial se suscribió al plan de partners de Youtube. Desde 2008 montamos entrevistas en esta plataforma, pero nunca percibimos un dólar por nuestro trabajo. Le expliqué a mi equipo, compuesto por 5 jóvenes que aun cursan carreras universitarias (millennial), que el centro de nuestra política comunicacional tenía que ser Youtube, ya que nos permite tener ingresos en moneda dura, lo cual es importante en un país como Venezuela, afectado por un proceso hiperinflacionario.
No ha habido manera que lo entiendan. La posibilidad de aumentar sus ingresos económicos no le es tan atractiva como conseguir un corazón en Instagram. No solo eso, para cada integrante de este grupo menor a 25 años, les es muy fácil crear un post, o tomar una foto bonita utilizando esos filtros que tanto odio ¿A quién se le ocurre montar una foto de un amanecer en blanco y negro?
Pero no todo es malo. Debo admitir que Instagram (luego twitter) ha sido la principal fuente de propuestas de negocios. Y tal vez ese corazón la Instagram, es lo que ha hecho que desde 2011, todos los hoy colegas sigan identificados con la marca @tigrerosoficial, así sean caraquistas. Aunque hayan terminado su pasantía o ido del país, siguen apoyando a este proyecto, porque sencillamente creen que tiene que seguir existiendo.
Tal vez el tema de fondo es la identificación, el sentirse útiles, ser estrellas en su micromundo. Ya los jóvenes no sueñan con cantar en Sábado Sensacional (es decir, en uno de los 4 medios de comunicación del país), sino en tener el reconocimiento como profesionales capaces ante la gente que les conoce, así sea de manera virtual. Y tal vez, algún día, que algún trabajo sea viralizado en cualquier red.
Hacer que se identifiquen con los valores de una marca, donde además se sienten útiles, es la clave de ser exitoso con millennial. Nada distinto a lo que te enseña el Circulo de Oro de Simon Sinek o cualquier gurú del mundo empresarial.
