El 350 en Instagram vs la lucha contra nuestras "propias" creencias "inducidas"
"La vida es una eterna lucha entre nuestras propias creencias versus lo que termina ocurriendo", JM.
Tenía rato que no escribía, porque la rapidez de los hechos que han ocurrido en Venezuela -y también mi ánimo- me lo han impedido. Días de dolor y de muertes injustas son la consecuencia de una sociedad que vive en el eterno pique de quién tiene el pipí más grande.
Y tristemente, los que más invocaron este escenario son quienes ya no están en el país.
Esta semana la MUD / Oposición / AN decidió invocar el artículo 350 de la constitución, uno de los tantos que detesto, porque pareciera haber sido escrito por algún sin oficio francés durante su revolución.
"El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
Todo esto sin decir quién coño es el pueblo y en qué punto se rompen los valores y principios.
Sin embargo, hace dos días en CNN en Español hicieron referencia a una sentencia de la Sala Constitucional del TSJ (Cuando era presidida por IVán Rincón), según la cual ese articulo se activa cuando se convocaba a una Asamblea Nacional Constituyente, sin cumplir con las normas ya establecidas, entre ellas un referendo consultivo y la aprobación popular de las bases comiciales.
Tal vez a eso juega la Fiscal General y quienes la apoyan. La mayoría detrás del telón esperando que cante la gorda.
Pero quiero hacer referencia a una de esas polémicas estúpidas de la oposición venezolana. Ramón Muchacho, alcalde de Chacao, se le ocurrió "activar" el 350 mediante una protesta en Instagram. Este mensaje fue destruido por los propios opositores, cansados de la banalización de las protestas anti gobierno.
Pero más allá de lo inconveniente del mensaje en contenido y contexto, quisiera que recordáramos aquel famoso documental "Caracas, ciudad de despedidas", destruido en su momento por lo mal parados que quedaba esa generación, cuya única aspiración en la vida era "irse demasiado".
Hoy podemos decir que los muchachos no solo terminaron como "visionarios" y "adelantados a su tiempo", sino que todas las críticas que se hicieron -impulsadas por el laboratorio Misión Verdad- quedaron en ridículo ¿Cuántos hijos de chavistas conocemos en nuestro entorno que "se fueron demasiado?"
Mi invitación no es a sobrestimar la inteligencia de Ramón Muchacho, sino en remar hacia un mismo lado. Destruir cualquier acción para tumbar el gobierno / difundir un mensaje, no puede ocupar nuestro tiempo. Es cuchillo para nuestra propia garganta.
El futuro es incierto, por eso "La vida es una eterna lucha entre nuestras propias creencias versus lo que termina ocurriendo", firma alguien que no tildó de idiotas a esos chamos, pero tampoco se ha ido demasiado.
