lunes, 17 de septiembre de 2012

16 puntos


Semanas antes de la elecciones, quisiera emitir mi humilde opinión sobre lo que pudieran reflejar los resultados electorales del próximo 7 de octubre.

Desde 1998 hasta hoy han existido dos tipos de elecciones: en unas, el actual Presidente participa como candidato, en otras invierte todo su capital político para apoyar una idea o un grupo de candidatos. En la primera, siempre ha ganado con un margen nunca inferior al 16%, con el cual se impuso en 1998 a Henrique Salas Römer. En las segundas ha ganado y ha perdido.

Esa premisa es la que ha permitido creer a un grupo de simpatizantes del Presidente, y un número importante de opositores, que las cifras de algunas encuestadoras son posibles. El Diario Últimas Noticias hizo un foro en los cuales invitó a todos los representantes de las encuestadoras del país, desde Jesse Chacón, ex ministro del actual gobierno, hasta el de Consultores 21, encuestadora ligada al Diario El Nacional, que ha estado más cerca de las fotografías electorales.

Sí, las encuestas son fotografías de un momento particular. 23 días antes de las elecciones, estas empresas nos mostraron que tal vez no usan el mismo lente. La encuestadora de Chacón da 27% de diferencia a favor del Presidente, Hinterlaces –la misma que dijo que Rosales y El Conde del Guácharo tenían un empate técnico en 2006- afirma que la diferencia es de 18%, aunque admite que en sus proyección el día de la elección será de 11%. Datanálisis, con algo de credibilidad en la Oposición, da 12% de distancia también a favor de Chávez y finalmente Consultores 21 advierte un empate técnico, con un 2% a favor de Capriles.
Casi 30% de diferencia entre estas empresas nos hace creer que alguien está haciendo mal su trabajo.

Las elecciones de gobernadores, diputados, referendos consultivos y enmiendas ciertamente no motivan a votar al 100% de quienes terminan haciéndolo por Chávez, pero nos permiten conocer el verdadero voto duro del MVR – PSUV o Polo Patriótico. Por ejemplo, en el año 99 la oposición llamó a la abstención ante el referendo para convocar a la Constituyente. En aquel momento, la votación del Polo Patriótico se desplomó, pero igualmente ganó con un amplio margen.

Las elecciones regionales también nos han permitido conocer a las provincias rebeldes, es decir, aquellas donde Chávez ha ganado casi siempre como candidato pero que nunca son bastión de la “izquierda” a la hora de elegir a un gobernador. Zulia y Nueva Esparta son territorio virgen para el chavismo, aun en el desplome electoral opositor luego del referendo de 2004. En Carabobo, Miranda, Táchira y lo que se considera Alcaldía Mayor (Caracas y 4 municipios de Miranda) la Oposición siempre muestra fuerza. Solo desacuerdos políticos impidió que las gobernaciones o los diputados de Anzoátegui, Mérida y recientemente Lara, puedan estar “A la derecha del padre”.

¿Qué tienen en común las provincias rebeldes? Que a excepción de Aragua y Bolívar, concentran a los estados más poblados del país. Sin embargo, hay que recordar que en las últimas elecciones de gobernadores, en Bolívar ganó el PSUV por la desunión de la oposición y en Aragua los defensores del régimen han perdido casi el 50% de su fuerza, si consideramos como punto de partida las últimas elecciones en las cuales Didalco Bolívar se religió como Gobernador. En las parlamentarias, la diferencia entre el PSUV y la MUD fue solo de 20 mil votos en el quinto estado más poblado del país.

Proyecciones con datos reales

La segunda tesis favorable a la antigua Coordinadora Democrática se basa en los resultados de las últimas 5 elecciones. En 2006, Chávez ganó a Rosales con 7.309.080 votos, es decir el 62% de quienes salieron a votar ese día. La oposición aun no se recuperaba de la derrota del referendo de 2004 y algunos de sus sectores llamaron a la abstención. Un año después, de manera increíble el PSUV, ahora partido único y con Podemos y el PPT en la Oposición, sacó 4.379.392 hasta que el CNE dejó de contar (Nunca se dio el resultado del 100% del escrutinio). La oposición ganó con el 50.71% de los votos y el chavismo perdió en 12 meses casi 3 millones de votos.

Medidas erradas como la radicalización del “Socialismo” y el cierre de RCTV, así como una muy mala campaña electoral logró que 2 millones de chavistas se abstuvieran y que 1 millón saltara la talanquera. Considero que estos dos factores están presenten en este momento.

En las elecciones siguientes el chavismo nunca recuperó la votación de 2006. En las elecciones regionales de 2008, el PSUV logró 6.171.382 votos, es decir, recuperó a todos los que se abstuvieron, mientras que la oposición mantuvo a ese millón que cruzó la calle. 5.198.006 votos es el piso opositor según las últimas cuatro elecciones según el CNE. Meses después el gobierno logró ganar en la reforma constitucional por un margen similar.

Sin embargo, las elecciones parlamentarias le recordaron al chavismo que no es invencible. Aunque el PSUV logró 98 diputados contra 67 de la Oposición, solo alcanzó el 46.71% de los votos, mientras que la ahora Mesa de la Unidad el 53,29%, considerando los resultados del Parlatino y sumando al PPT y a Opina, el primero porque sus dos gobernadores (Lara y Amazonas) siguen en la Oposición y Opina era liderado por Hernán Escarrá, quien en ese elección tuvo el discurso más radical contra el Presidente.

Encuestas en las parlamentarias

Aunque poco importaba quién tenía más votos por las características de la elección de la Asamblea Nacional, los resultados intentaron responder al morbo de si el PSUV lograría la mayoría. Las encuestadoras hicieron su trabajo. GIS XXI en septiembre de 2010 predijo un 53% para el oficialismo y 47% la oposición en formato cerrado. La hoy vilipendiada Hinterlaces la pegó en agosto: 41% a 37% a favor de los azules. IVAD (Félix Seijas) insistió en septiembre la victoria oficial, con 54 a 46, en formato cerrado. Datanálisis, acertó el resultado pero a la inversa: 52 a 48. Keller, con poca promoción por ambos bandos en estas elecciones, predijo una victoria opositora en septiembre, 33 a 30, con 37% de indecisos (Tal vez el resultado más exacto, ya que consideró la abstención. Consultores 21, la única encuestadora con trayectoria que predice la victoria de la Unidad sobre el Candidato de la Patria, dijo que la MUD ganaría 47,2% a 38,5%, con 14,4% de indecisos.

Luego de estos resultados, cabe preguntarnos por qué las predicciones no eran tan discordantes entre las encuestadoras y por qué los resultados de Hinterlaces se parecen cada día más a las de GIS XXI.
Asumiendo que las premisas chavistas puedan incidir en el resultado electoral, siendo estas que el Presidente siempre motiva a los votantes, que los “escándalos” de corrupción del diputado Caldera desmotiven al electorado Opositor y los saltos de talanquera de personajes, que en algún momento fueron chavistas por el miedo a un “Paquetazo”, intenten amortizar el problema eléctrico, el mantenimiento en Pdvsa, la destrucción de la infraestructura nacional, la situación de las cárceles, inseguridad, persecución política, desempleo y empleo informal… En ese escenario es posible una victoria chavista, por un margen mucho menor al 16% con el que perdió “Frijolito” en el 98, e incluso con el riesgo de un final de fotografía. Ya en ese escenario, la Oposición habría conquistado espacios en el lugar adecuado: El corazón venezolano.

La victoria de Capriles no solo es factible, sería lógica. Una excelente campaña electoral que se ha concentrado en poblados donde el chavismo, en vías de ruralización como AD en sus últimos tiempos, la consolidación de la ventaja en los estados más poblados como Miranda, Zulia y Táchira, y asumiendo que estados ambivalentes como Lara y Aragua tienen una realidad electoral distinta, más un rival que no ha hecho campaña por estar enfermo de cáncer, pondrían, al menos por los votos, al flaco en Miraflores.

Pero creo que aun con un resultado adverso, la oposición no puede desmotivarse. El terreno ganado ha sido mucho en seis años. No olvidemos que la desorganización, el triunfalismo y las ambiciones de los partidos, nos llevó a perder por 5 años espacio en la Asamblea, y una inadecuada estrategia electoral a “perder ganando” las parlamentarias del 2010. La resistencia venezolana tiene que entender que aun con una victoria el 7 de octubre, como dice la biblia, el camino correcto será el que está lleno de obstáculos.